Esta estrategia busca atacar directamente los tumores cerebrales mediante viroterapia oncolítica, pero también potenciar la respuesta inmunológica del organismo a través del manejo de las bacterias intestinales.
En el marco de un importante encuentro científico celebrado en el Caribe Hilton, se presentó un proyecto que mejoraría el abordaje terapéutico del cáncer cerebral metastásico.
La doctora Filipa Godoy, directora del Departamento de Microbiología del Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico, explicó esta investigación que combina dos líneas de trabajo aparentemente distantes pero complementarias: la viroterapia oncolítica y la modulación del microbioma intestinal.
El proyecto surge como parte de una colaboración estratégica entre el Centro de Cáncer de Puerto Rico y el prestigioso MD Anderson Cancer Center en Texas, enmarcada en el programa U54 que fomenta la investigación traslacional.
Según detalló la experta: "Puerto Rico, a través del centro de cáncer, tiene un proyecto, que es el U54, que es un partnership entre el centro de cáncer de Puerto Rico y el centro de cáncer de MD Anderson, para hacer colaboraciones entre científicos básicos y científicos clínicos en ambos locales".
Mientras el equipo del MD Anderson desarrollaba protocolos de viroinmunoterapia utilizando el virus del resfriado común modificado, el grupo puertorriqueño se especializó en el análisis del impacto de estos tratamientos en la microbiota intestinal de los modelos animales. La doctora Godoy, cuya especialidad es el estudio del microbioma humano, explicó el razonamiento detrás de este enfoque:
"Estudiamos cómo las bacterias del cuerpo humano, especialmente intestinales, también la vagina humana, pueden estar asociadas con fenotipos de enfermedad o regresión o respuesta a tratamiento".
Este enfoque permitió descubrir relaciones insospechadas entre la composición bacteriana intestinal y la eficacia de la viroterapia.
La investigadora profundizó en la metodología empleada: "Todos los experimentos los hicieron MD Anderson. Nosotros hicimos toda la parte de análisis bioinformático, nuestros laboratorios agarran las muestras biológicas, extraemos ADN, secuenciamos con gran profundidad esos genes e interpretamos lo que nos dicen los genes bacteriales".
Gracias a estas investigaciones, científicos notaron el potencial terapéutico de los probióticos derivados de cepas bacterianas humanas.
La doctora Godoy hizo hincapié en las limitaciones de los probióticos comerciales actuales y la necesidad de desarrollar alternativas más eficaces: "Hay algo muy importante que la gente tiene que saber y es que la mayoría de los probióticos comerciales se derivan de vacas. Nosotros coevolucionamos hace más de 500.000 años con bacterias, la mayoría, cuando tú los paras de tomar, no se quedan en el cuerpo humano".
Esta línea de trabajo ha llevado al desarrollo de nuevos probióticos específicamente adaptados a la fisiología humana, con resultados prometedores en la prevención y tratamiento del cáncer. La investigadora afirma: "En nuestro laboratorio, estamos precisamente desarrollando probióticos para prevención del cáncer. Esa es una de las avenidas que queremos tomar".
Los avances en este campo no son solo teóricos, sino que ya están dando lugar a aplicaciones terapéuticas concretas. La doctora Godoy mencionó varios ejemplos de cómo la modulación del microbioma está transformando la práctica médica:
"Desde el año 2023, que el FDA aprobó un trasplante fecal. Que es básicamente un enema de bacterias protectoras a pacientes que tienen clostridium difícil... Tú haces el trasplante fecal con una comunidad protectora antiinflamatoria... y curas al paciente. 80% de las personas se curan con ese medicamento".
Además de estos tratamientos ya disponibles, se están desarrollando innovaciones aún más avanzadas, como la llamada "siembra vaginal" para bebés nacidos por cesárea. La investigadora explicó: "Hay un clinical trial, ahora mismo en NIH. Que están poniendo a los bebés que van a nacer por cesárea. Le ponen una gasa en la vagina de las mamás. Y después limpian el bebé. Cuando el bebé nace por cesárea, lo limpian. Y lo colonizan con las bacterias vaginales, pues son las bacterias "buenas" que adquieres cuando naces".
Sin embargo, la experta aclaró que estos enfoques no implican abandonar los tratamientos médicos convencionales, sino complementarlos con estrategias más holísticas.
