Aunque el VIH hoy se maneja con tratamientos modernos, incluso inyectables en algunos países, en Colombia y gran parte de la región persisten brechas. Mientras unos pacientes acceden a terapias de vanguardia, otros enfrentan barreras, demoras y complicaciones.
La resonancia reveló un infarto "puntiforme" en la unión parieto-occipital, región involucrada en la percepción de verticalidad y orientación espacial, explicando la ilusión vestibular sin otros déficits neurológicos evidentes.
Los brotes se desencadenan por factores ambientales, alimentarios y emocionales, como sol, estrés, alcohol, comidas picantes, bebidas calientes, viento y productos irritantes; por eso el manejo depende de identificar y evitar estos disparadores.
Meses después, desarrolló síntomas gastrointestinales y adenopatías torácicas que inicialmente hicieron sospechar una progresión metastásica, pero las biopsias revelaron granulomas no caseificantes sin células tumorales.
Es un antibiótico de amplio espectro que combate infecciones bacterianas y algunas de transmisión sexual, como la vaginosis bacteriana, pero no es efectivo contra virus como la gripe o el resfriado.
Este problema aparece incluso en personas activas o que creen alimentarse de manera saludable, porque muchos hábitos aparentemente sanos, como desayunar fruta o yogures bajos en grasa, o consumir bebidas energéticas, generan picos de azúcar.
La circulación se afecta, los nervios pierden sensibilidad y las heridas dejan de avisar, abriendo la puerta a infecciones que pueden terminar en amputaciones. La evaluación correcta marca la diferencia.
Latinoamérica avanza en la respuesta al VIH, impulsada por la estrategia global 95-95-95 y por el principio Indetectable = Intransmisible, que permite cortar la transmisión cuando la persona en tratamiento alcanza carga viral indetectable.
El herpes es muy común y afecta más a las mujeres, especialmente el herpes genital (VHS-2), cuya transmisión es más eficiente de hombres a mujeres.
República Dominicana ha logrado avances en la respuesta al VIH, alcanzando y superando el primer objetivo del 95% de personas diagnosticadas.
La historia nace con el Padre Francisco García, quien rompió el miedo de la época al entrar a ayudar a un paciente abandonado en un cuarto aislado. Ese gesto de humanidad encendió el movimiento que creó el primer albergue para personas con SIDA en etapa terminal.










