La importancia de la empatía y la comprensión para romper el estigma de la esquizofrenia

Un equipo multidisciplinario y la comunicación entre profesionales son clave para superar las barreras en la atención integral de pacientes con trastornos del espectro psicótico.

Laura Guio

    La importancia de la empatía y la comprensión para romper el estigma de la esquizofrenia

    La esquizofrenia representa uno de los mayores retos en el campo de la salud mental, no solo por la complejidad de sus síntomas, sino por las múltiples barreras que enfrentan tanto pacientes como profesionales en el proceso terapéutico.

    En una entrevista exclusiva con la revista Medicina y Salud Pública, tres destacados especialistas en psicología clínica analizaron las dimensiones del abordaje psicológico ante esta condición y los desafíos que presenta en la práctica clínica actual.

    Los expertos consultados fueron el Dr. Néstor Portalatín Luiggi, Psicólogo Clínico y Coordinador Clínico del Programa Tratamiento Asistido de la Comunidad de ASSMCA; la Dra. Luz J. Morales Cruz, Psicóloga Clínica de la Ponce Health Sciences University; y el Dr. Francisco Ramos, Psicólogo Clínico de la Facultad de PHSU.

    El peso de un diagnóstico complejo

    La esquizofrenia, definida por la Organización Mundial de la Salud como un trastorno grave que altera la percepción de la realidad, afecta aproximadamente al 1 % de la población mundial. 

    En Puerto Rico, las barreras en el acceso a servicios especializados y la falta de integración entre psicólogos y psiquiatras dificultan la detección temprana y el seguimiento continuo de estos pacientes.

    "Cuando hablamos de la esquizofrenia, estamos hablando de uno de los extremos de un espectro de condiciones de salud mental que tienen que ver con la psicosis... y cada uno de esos aspectos del espectro requieren una atención individualizada. Yo pienso que ese es uno de los retos más grandes." explica el Dr. Ramos.

    Los expertos coinciden en que, más allá del diagnóstico, es vital comprender las particularidades de cada etapa: desde la fase prodrómica (etapa de síntomas iniciales) hasta los episodios agudos, y finalmente la fase residual o de estabilización.

    La importancia de integración de servicios

    Un segundo reto fundamental identificado por los expertos es la falta de comunicación entre los diferentes profesionales que atienden a los pacientes.

    "El hecho de que a veces el tratamiento con el psicólogo quizás no está en comunicación del tratamiento con el psiquiatra", señaló el Dr. Ramos.

    La Dra. Morales describe un escenario en el que el paciente "viaja" entre citas separadas, a menudo sin intercambio de información: 

    "A nivel de sistema, una vez este paciente sale de una hospitalización, muchas veces se le entrega a la familia. ¿Y dónde está esa continuidad de servicio? La falta de comunicación entre proveedores puede bajar la adherencia y generar desesperanza."

    Esta desconexión dificulta la elaboración de planes de tratamiento coordinados y priva al familiar de pautas claras para apoyar al paciente.

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    Multidisciplinariedad como clave del éxito

    Frente a este panorama, el Dr. Portalatín propone un modelo de atención colaborativa:

    "En mi caso, cuento con un equipo que tiene un rehabilitador vocacional, trabajador social, un psicólogo clínico y una enfermera, pues podemos darnos el lujo de reunirnos semanal", explicó el Dr. Portalatín

    "Lo importante ahí es que una vez nos ganemos a ese paciente, en el sentido de que nos vea como un agente de ayuda, no necesariamente que nos vea como algo positivo, sino como que piense que en algo vamos a poder ayudarle".

    La formulación de objetivos claros y compartidos no sólo fomenta la responsabilidad del paciente, sino que genera "un sistema de incentivos" en el que todos los miembros del equipo —incluyendo la familia— pueden observar avances tangibles.

    La dimensión humana: Más allá de los síntomas

    Romper con el paradigma patologizante fue unánime entre los entrevistados. Para el Dr. Ramos, "ver al paciente como ser humano" es fundamental:

    "Muchas veces regulan sus emociones a través de los síntomas: experimentan dificultades como alucinaciones o delirios. En lugar de un enfoque de autoridad, buscamos un acercamiento empático que reconozca su batalla interna."

    La Dra. Morales añade que detalles sencillos —como proveer un pastillero o acompañar recordatorios semanales— pueden ser tan eficaces como cualquier intervención farmacológica:

    "Llevar semana a semana un texto o una llamada crea el hábito de la adherencia, y después ya no hace falta recordarlo."

    A la complejidad clínica se suman determinantes sociales: desempleo, limitaciones económicas y falta de redes de apoyo están estrechamente ligados a un peor pronóstico.

    "Los pacientes sin empleo o con relaciones interpersonales frágiles tienden a tener un peor pronóstico. El aislamiento es un reto recurrente en esquizofrenia." Señala el Dr. Ramos.

    Combatiendo el estigma

    El estigma en la esquizofrenia se refiere a las actitudes negativas, prejuicios y discriminación que las personas con esquizofrenia pueden experimentar debido a su condición.

    El estigma social representa otro obstáculo significativo en el tratamiento. El Dr. Ramos explicó que muchos pacientes tienen "mucho estigma por la condición porque cuando se piensa en la condición quizás se piensa en una persona que está completamente desvinculada de la realidad, quizás agresiva y sabemos que eso es un mito".

    El Dr. Portalatín enfatizó la importancia de la escucha activa: "El proceso terapéutico o el proceso de ayuda de la comunidad empieza por escuchar y cuando uno escucha uno se puede dar cuenta ¿dónde están ese estigma en el paciente? ¿De qué forma lo han entrevistado él o su familia?".

    Importancia de las redes de apoyo

    La Dra. Morales subrayó la importancia de evaluar y fortalecer las redes de apoyo familiar y comunitario: "Me parece que es importante traer la visión del diagnóstico de las personas que yo voy a tener como red de apoyo para este paciente, así que ahí sentamos la base en lo que es la psicoeducación".

    Para casos donde no existe una red sólida, la especialista propone involucrar a la comunidad: "En personas que quizás no tengan esta red de apoyo sólida o lo suficientemente estable para aportar en su estabilidad estamos hablando de que posiblemente el sistema sea y que tenga que moverse para tener ese apoyo que necesita esta persona". Concluye la experta.




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