La OMS declara al alcohol como carcinógeno y exige etiquetado de advertencia: No hay "consumo seguro"

Inicialmente se vinculó con cánceres de boca, garganta, laringe, esófago e hígado, y posteriormente se añadieron el colorrectal y de mama. Hoy está confirmado que provoca al menos siete tipos de cáncer.

Katherine Ardila

    La OMS declara al alcohol como carcinógeno y exige etiquetado de advertencia: No hay consumo seguro

    La Organización Mundial de la Salud ha emitido un contundente llamado a los gobiernos para que implementen el etiquetado de advertencia en todas las bebidas alcohólicas, tras comprobarse su relación directa con al menos siete tipos de cáncer

    Irlanda se convertirá en 2026 en el primer país europeo en adoptar esta medida, siguiendo los pasos de Corea del Sur, en lo que marca un cambio en las políticas de salud pública relacionadas con el consumo de alcohol.

    El impacto del alcohol en cifras  

    Los datos presentados por la Agencia Internacional del Cáncer (IARC) son alarmantes: el alcohol es responsable del 4% de todos los cánceres diagnosticados a nivel global, lo que equivale a más de 740,000 casos anuales y 401,000 muertes. 

    Europa, siendo el continente con mayor consumo per cápita (8.8 litros de alcohol puro por adulto al año), concentra una cuarta parte de estos casos. En el caso específico de España, los informes muestran una tendencia preocupante, ocupando el quinto lugar en aumento de consumo entre 2010 y 2019, con un 13% de la población consumiendo alcohol diariamente, cifra solo superada por Portugal en la Unión Europea.

    El mito del consumo moderado es erróneo  

    Durante décadas persistió la creencia popular de que el consumo moderado, particularmente de vino, podría tener beneficios para la salud. Sin embargo, investigaciones recientes han desmontado completamente esta noción. 

    Tim Stockwell, del Instituto Canadiense de Investigación del Uso de Sustancias, lo explica claramente: "La evidencia de que bajas dosis de alcohol aumentan el riesgo de cáncer ha crecido". Esta postura es respaldada por Rachel Visontay de la Universidad de Sídney, quien afirma que "a nivel general, las conclusiones son las mismas sin importar lo que se beba, cerveza, vino o licores", añadiendo que "los daños superan a cualquier posible beneficio".

    Poblaciones en mayor riesgo  

    Las investigaciones lideradas por Marina Pollán, directora del Instituto de Salud Carlos III, han revelado datos particularmente preocupantes sobre el impacto del alcohol en las mujeres. 

    "En nuestro estudio, las mujeres que consumen alcohol declaran consumir únicamente vino o cerveza, y aun así observamos incrementos de riesgo para el cáncer de mama", señala Pollán. 

    La especialista explica que el riesgo es especialmente elevado cuando el consumo comienza en la adolescencia, etapa crítica para el desarrollo de la glándula mamaria. 

    Estos hallazgos coinciden con las últimas actualizaciones del Centro para el Control de Enfermedades de EE.UU., que ha incluido el cáncer de próstata entre los asociados al consumo de alcohol.

    Los obstáculos para la implementación de medidas  

    La resistencia de la industria alcoholera emerge como el principal desafío para la implementación de estas políticas de salud pública. 

    Frank Murray, del Royal College of Surgeons en Irlanda, lo expone sin ambages: "La ausencia de etiquetado obligatorio proviene de la poderosa presión política de la industria del alcohol, que prioriza los beneficios sobre la salud pública". 

    Esta situación se ha visto agravada por casos como el de Estados Unidos, donde se descubrió que la industria estaba financiando estudios científicos, lo que llevó a la cancelación de una importante investigación por parte de los Institutos Nacionales de la Salud.

    El camino a seguir según los expertos  

    Ante esta contundente evidencia científica, los especialistas hacen un llamado urgente a la acción. La implementación de etiquetas de advertencia, similares a las que ya existen para los productos de tabaco, aparece como una medida mínima pero necesaria. 

    Sin embargo, los expertos coinciden en que se requiere un cambio cultural más profundo que permita desmontar los mitos arraigados sobre el consumo de alcohol, especialmente en sociedades como la española donde está profundamente integrado en las costumbres sociales. 

    Como concluye Rachel Visontay: "Cualquier dosis de alcohol, por pequeña que sea, incrementa el riesgo de cáncer y otras enfermedades", un mensaje que la comunidad científica espera llegue con claridad a la población general.



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