Los HMOs alimentan las bacterias buenas del intestino, donde se encuentra el 70% del sistema inmune. Algunos también se absorben en el torrente sanguíneo para favorecer el desarrollo del sistema inmune.
En los últimos años, la ciencia ha descubierto que los oligosacáridos de la leche humana (HMO) —el tercer componente más abundante después de la lactosa y los lípidos— juegan un papel importante en el desarrollo inmunológico de los bebés. Estos compuestos, hasta hace poco exclusivos de la leche materna, han sido incorporados con éxito a fórmulas infantiles, marcando un hito en la nutrición pediátrica.
Durante una entrevista exclusiva para la revista Medicina y Salud Pública, el Dr. Óscar Hincapié, reconocido pediatra y director regional de Abbott en Colombia, presentó los resultados de un estudio entre 2021 y 2023 con más de 600 recién nacidos en 40 centros de investigación .
"Es de nuestros estudios de mayor escala... evaluamos el crecimiento durante 6, 12 y 24 meses, con objetivos secundarios en inmunidad y tolerancia digestiva", explicó.
El diseño comparó tres grupos: lactancia materna exclusiva, fórmula con HMO y fórmula convencional. Los resultados demostraron que los bebés alimentados con HMO tuvieron: Crecimiento equivalente al grupo de leche materna, 30% menos infecciones gastrointestinales y mejor tolerancia digestiva.
Profundizando en la ciencia detrás de estos compuestos, el Dr. Hincapié explicó su funcionamiento: "Los oligosacáridos son el tercer componente sólido más importante de la leche materna... alimentan las bacterias buenas de la microbiota intestinal".
Pero su acción va más allá, en palabras del pediatra: "Semejan receptores intestinales, haciendo que virus y bacterias se adhieran a ellos en lugar de a la pared intestinal".
Los HMOs alimentan las bacterias buenas del intestino, donde se encuentra el 70% del sistema inmune. Algunos HMOs también se absorben en el torrente sanguíneo para favorecer el desarrollo del sistema inmune del niño más allá del intestino.
Este mecanismo dual, que se compone de efectos prebióticos con protección inmunológica directa, sería la respuesta del por qué numerosos estudios han demostrado que los niños alimentados con leche materna o fórmulas enriquecidas con HMO presentan hasta un 50% menos de infecciones gastrointestinales y respiratorias durante su primer año de vida.
Al analizar las implicaciones de estos hallazgos, el especialista aclaró que "No solo es estadísticamente significativo, sino que también es clínicamente relevante".
Entre los beneficios mencionados, se encuentran la notable reducción en visitas médicas no programadas, que según los datos del estudio disminuyeron en un 30% en el grupo que recibió fórmula con HMO en comparación con la fórmula convencional.
Además de impactar positivamente en la dinámica familiar: "Son padres que faltan menos al trabajo, niños que se enferman menos, estos HMoS hacen que su nutrición sea completa, que su desarrollo sea completo", dice.
Añade qué: "Desde el hecho de que estén los oligosacáridos y alimenten las bacterias buenas y mejoren la microbiota intestinal, se mejora la absorción y también se mejoran las deposiciones".
De los más de 200 oligosacáridos conocidos en la leche humana, se seleccionaron cinco que representan los tres grupos principales (fucosilados, sialilados y acetilados).
"Son los más abundantes y representan los tres grupos principales", detalló el especialista. Esta selección meticulosa no solo consideró los componentes predominantes, sino que también tuvo en cuenta las variaciones genéticas entre las madres, incluyendo tanto a aquellas clasificadas como secretoras como no secretoras del oligosacárido 2'FL, garantizando así que los beneficios puedan extenderse a la mayor población posible.
El pediatra mencionó aplicaciones prometedoras en dos áreas críticas. En el caso de las alergias alimentarias, explicó: "Al disminuir la respuesta inmune exagerada, los HMO podrían reducir reacciones alérgicas", un beneficio para los niños que sufren este tipo de condiciones.
Respecto a los prematuros -población especialmente vulnerable-, aunque el estudio se centró en neonatos a término, el Dr. Hincapié mencionó que puede haber beneficios en esta población, señalando que investigaciones futuras explorarán esta línea de trabajo.
El experto, concluyó la entrevista con una reflexión sobre el impacto de esta investigación: "Lograr tener estos oligosacáridos en una fórmula infantil y mostrar la evidencia en este tipo de estudios es maravilloso".
El especialista explicó que estos avances no compiten con la lactancia materna, sino que podrían ser un complemento valioso, pues, al menos en Colombia, se calcula que sólo el 36% de los niños fueron alimentados exclusivamente con leche materna durante los seis primeros meses de vida.
"Todos los beneficios estamos aplicándolos basados en el principio de la lactancia materna que es por lo que todos debemos luchar y alcanzar". Reiteró que "el ideal es que sea exclusiva hasta los seis meses y se mantenga más o menos hasta los dos años".