La enfermedad cardiovascular tiende a presentarse más temprano en los hombres debido a la ausencia del efecto protector del estrógeno, lo que aumenta su riesgo de infarto o enfermedad coronaria antes que en las mujeres.
Las enfermedades cardiovasculares, que abarcan condiciones como la hipertensión, la enfermedad coronaria, los trastornos valvulares y el accidente cerebrovascular, son especialmente frecuentes en hombres. Se trata de un grupo de patologías con alto impacto clínico y social, que siguen liderando las estadísticas sanitarias en la región.
El Dr. Juan Nieves, cardiólogo especializado en fallo cardíaco y trasplante de corazón, explicó a la revista Medicina y Salud Pública que "las enfermedades cardiovasculares, yo creo que lo importante es destacar que son la causa de hospitalizaciones y de morbilidad y mortalidad número uno, tanto en Estados Unidos como en Puerto Rico".
Además del impacto general de las enfermedades cardiovasculares, distintos factores de riesgo inciden con mayor fuerza en la población masculina. Las diferencias biológicas y sociales entre hombres y mujeres influyen directamente en la aparición temprana de estas patologías.
El experto subrayó que los hombres no están exentos de este tipo de enfermedades y que hay múltiples factores que aumentan su probabilidad de desarrollarlas.
"La enfermedad cardiovascular se presenta mucho más temprano en los varones. Normalmente siempre se ha sabido que el estrógeno tiene un efecto protector en el desarrollo de enfermedad cardiovascular, particularmente enfermedad aterosclerótica, que es cuando se tapan las arterias del corazón. Por ende, las mujeres tienden a desarrollar enfermedad coronariana a una edad un poco más tarde", explicó.
Por otro lado, hay comportamientos y condiciones que tienden a manifestarse con mayor frecuencia en hombres, como el tabaquismo, la hipertensión y la obesidad en etapas tempranas.
A esto se suman factores sociales que afectan el autocuidado, entre ellos la dificultad para acudir al médico de manera regular, el estrés asociado a roles de proveedor y el consumo elevado de alcohol. Esta combinación de elementos fisiológicos y socioculturales contribuye a un mayor riesgo de complicaciones cardiovasculares tanto en el corto como en el largo plazo.
En ese mismo sentido, el especialista hizo énfasis en que no se trata únicamente del sexo biológico como un factor determinante. Si bien existen diferencias hormonales que influyen en la aparición de la enfermedad cardiovascular, el riesgo no está dado exclusivamente por ser hombre, sino por la interacción entre factores modificables como el tabaquismo, la obesidad y el sedentarismo y no modificables como la edad o la genética.
El cardiólogo también explicó que, particularmente en las mujeres, el estrógeno ejerce un efecto protector que las diferencia de los hombres, pero aclaró que "simplemente el ser varón, cuando lo tomamos en consideración con otros factores, tanto modificables como no modificables, no es que por ser varón vas a tener un mayor riesgo de tener enfermedad cardiovascular, siempre y cuando esos factores los tengamos siempre presentes".
Por otra parte, la hipertensión arterial no controlada representa una de las principales causas de eventos cardiovasculares graves, como infartos, insuficiencia cardíaca y accidentes cerebrovasculares. Se trata de una condición altamente prevalente que, en muchos casos, permanece sin diagnosticar, lo que incrementa el riesgo de complicaciones severas.
"La causa número uno de complicaciones tanto a corto como a largo plazo cardiovasculares, como infarto, fallo cardíaco y derrame cerebral o accidentes cerebrovasculares, realmente es hipertensión. Se estima que aproximadamente uno de cada tres americanos, y aquí en Puerto Rico también, la tiene. Le llaman la muerte silenciosa porque hay pacientes que son hipertensos y no lo saben", advierte.
La hipertensión descontrolada obliga al corazón a trabajar con mayor esfuerzo para bombear la sangre, lo que genera un sobreesfuerzo del músculo cardíaco y aumenta la demanda de oxígeno.
Este proceso sostenido puede derivar en cardiopatías como el infarto de miocardio o la insuficiencia cardíaca, además de generar daño renal, eventos isquémicos cerebrales e incluso hemorragias intracraneales, especialmente en personas con antecedentes familiares de aneurisma. La detección oportuna es clave, ya que muchas veces el primer síntoma de la enfermedad es un evento grave o incluso fatal.
A su vez, al abordar la frecuencia con la que los hombres desconocen que padecen hipertensión, el especialista fue enfático en señalar que muchos casos se detectan de manera fortuita, durante controles rutinarios o jornadas de salud.
"La mayoría de los pacientes que llegan a la oficina muchas veces es porque le cogieron en el trabajo la presión y tenía la presión alta, y él dice: ´pero es que yo realmente nunca he padecido de la presión´. Por eso es importante que los hombres por encima de los cuarenta años, mínimo, se hagan una evaluación para determinar si tienen hipertensión", agrega.
Aunque esta condición suele diagnosticarse a partir de los 40 años, hay poblaciones con factores de riesgo que requieren una valoración más temprana, como quienes tienen antecedentes familiares, obesidad, diabetes o comorbilidades asociadas.
En la mayoría de los casos, los pacientes hipertensos no presentan síntomas evidentes, lo que refuerza su carácter silencioso y potencialmente peligroso. La ausencia de señales clínicas no implica ausencia de daño: una presión arterial descontrolada puede afectar órganos vitales como el cerebro, el corazón y los riñones, incluso en personas que se sienten aparentemente sanas.
Respecto a las señales que podrían alertar a los hombres sobre su salud cardiovascular, incluso si aparentan estar bien, el galeno explicó que aunque la hipertensión suele cursar sin síntomas, hay manifestaciones que podrían indicar afectación de órganos vitales o una presión arterial ya significativamente elevada.
"Quizás no necesariamente enfocados hacia la hipertensión, pero sí sobre la salud cardiovascular. Si tú tienes un historial familiar de enfermedad cardiovascular —mamá, papá, alguien en tu familia padeció de hipertensión— puede haber una alta probabilidad de que tú hayas heredado el gen que predispone a tener hipertensión. Son factores de riesgo no modificables", advirtió el doctor Nieves.
Algunos signos de alerta, cuando aparecen, pueden ser sensación persistente de fatiga, visión borrosa, dolores de cabeza, dificultad para respirar al realizar esfuerzos físicos, presión en el pecho que disminuye al descansar o incluso retención de líquidos y alteraciones en la función urinaria.
En fases más avanzadas, pueden presentarse síntomas neurológicos como mareos, pérdida de conciencia o desmayos. Sin embargo, el especialista insistió en que la mayoría de los pacientes hipertensos no experimentan señales evidentes, lo cual hace fundamental realizar controles médicos preventivos, especialmente en presencia de antecedentes familiares o factores de riesgo.
El especialista también subrayó el papel del estrés en el desarrollo de la hipertensión, al activar respuestas fisiológicas que pueden afectar de forma crónica la salud cardiovascular. Además, hizo énfasis en los factores sociales y conductuales que hacen que los hombres, en particular, estén más expuestos a esta enfermedad.
"Yo siempre digo que el estrés es un factor importante para el desarrollo de hipertensión, porque cuando uno tiene estrés se activa el sistema simpático, el nivel de adrenalina sube, las catecolaminas aumentan, y eso provoca vasoconstricción, aumento de la frecuencia cardíaca, y predispone a desarrollar hipertensión crónica", hizo énfasis. A eso se suman complicaciones agudas que pueden surgir por incrementos súbitos de la presión arterial.
El experto también llamó la atención sobre los estereotipos que dificultan la consulta médica en los hombres, quienes muchas veces minimizan los síntomas o postergan la atención por razones laborales, culturales o económicas.
"Los varones tendemos a ser más tercos, nos cuesta más aceptar que necesitamos ayuda, y eso retrasa el cernimiento temprano. Además, factores como el mayor consumo de alcohol y tabaco, el sedentarismo, la obesidad o el colesterol alto se combinan con una dieta alta en sodio, y todo eso eleva el riesgo cardiovascular", detalló.
Para el Dr. Nieves, el mensaje principal es claro: acudir al médico a tiempo puede marcar la diferencia. "A los varones, importante: no tengamos miedo de ir a nuestros médicos. Es fundamental el cernimiento temprano de la hipertensión y de cualquier condición cardiovascular, ya sea enfermedad coronariana, periférica o insuficiencia cardíaca", afirmó.
El especialista insistió en que estas enfermedades son tratables, pero que las probabilidades de evitar complicaciones disminuyen si no se diagnostican a tiempo. "Hipertensiones que no tratamos pueden afectar órganos vitales de manera permanente. Hay pacientes que terminan en diálisis o con daños neurológicos irreversibles, y todo eso se puede prevenir si actuamos a tiempo", subrayó.
Finalmente, animó a los hombres a asumir un rol activo en su cuidado, reducir el consumo de alcohol y tabaco, mejorar la alimentación, hacer ejercicio y prestar atención a diagnósticos que suelen pasar desapercibidos, como la apnea del sueño, un factor de riesgo cada vez más común. "El tratamiento oportuno puede reducir el número de medicamentos necesarios y mejorar la calidad de vida. El cernimiento temprano salva vidas", concluyó.