La manifestación se intensificó tras la muerte de una enfermera que falleció en un accidente cuando salía de su turno para ir a un segundo trabajo.
Profesionales de enfermería en Puerto Rico se han volcado a las calles en una manifestación masiva con el objetivo de visibilizar la crítica situación laboral que enfrentan. Cansancio extremo, jornadas prolongadas, escasez de personal y salarios insuficientes son algunas de las condiciones que motivaron a cientos de enfermeros a levantar su voz frente al Capitolio.
La protesta, que surgió como respuesta al creciente malestar del gremio, reunió a trabajadores del sector salud que, pese a salir de turnos agotadores, decidieron presentarse en Puerta de Tierra para exigir un trato más justo. La demanda central gira en torno al respeto a su labor, mejoras salariales y regulación de la carga laboral mediante acciones legislativas concretas.
Las pancartas llevadas por los manifestantes reflejaban el sentir general: "Fuimos héroes en el 2020. ¿Y ahora qué?", "No nos falta vocación, nos sobra cansancio", y "Nos expulsan las condiciones". Las consignas apuntaban a un sistema que, según los participantes, explota la vocación sin ofrecer garantías laborales básicas.
Representantes del colectivo convocante cuestionaron la falta de acción por parte del gobierno para atender las exigencias del sector. Entre sus planteamientos está la necesidad de que los proyectos de ley relacionados con justicia salarial y regulación del trabajo en salud avancen en la legislatura, ya que en años anteriores estos han quedado estancados.
De no obtener respuesta de las autoridades en el corto plazo, los convocantes advirtieron que continuarían su jornada de reclamos en otras instancias gubernamentales.
A la movilización se unieron familiares de enfermeros, así como integrantes de otros gremios de servidores públicos, como el de la Policía, quienes expresaron solidaridad por atravesar problemáticas similares: baja remuneración, exceso de trabajo y condiciones precarias.
Más allá del reclamo por una mejor remuneración, el personal de enfermería insiste en que la raíz del problema está en el abandono institucional que ha erosionado su bienestar físico y emocional. Las largas jornadas, el exceso de pacientes por profesional y la falta de recursos en los hospitales son situaciones que, según denuncian, se han normalizado sin que existan acciones correctivas.
Quienes participaron en la manifestación coinciden en que no se trata únicamente de un problema económico. Las condiciones actuales afectan su capacidad de brindar una atención segura y de calidad. Muchos enfermeros reportan niveles altos de agotamiento, estrés y ansiedad, lo que repercute no solo en su desempeño, sino también en su vida personal y salud mental.
El gremio advierte que, sin cambios estructurales, será cada vez más difícil retener personal calificado en el sistema de salud. La migración a otros países y la renuncia de enfermeros experimentados son síntomas de una crisis que, si no se atiende, podría poner en riesgo el acceso a cuidados esenciales para la población.
Ante este panorama, los manifestantes señalaron que el compromiso con la salud pública requiere corresponsabilidad. Más allá de los reconocimientos simbólicos, consideran necesario avanzar en medidas concretas que mejoren las condiciones laborales del personal de enfermería.