Presentó desde la adolescencia síntomas neuroglucopénicos que culminaron, a los 27 años, en una convulsión por hipoglucemia severa. Durante su hospitalización se confirmó la tríada de Whipple.
Una mujer joven con antecedentes de síndrome de ovario poliquístico (PCOS), sin medicación previa, comenzó a presentar episodios recurrentes de síntomas adrenérgicos y neuroglucopénicos (respuesta a la activación del sistema nervioso simpático) desde los 14 años.
Estos episodios ocurrían principalmente en estado de ayuno, especialmente en las mañanas, y mejoraban al ingerir alimentos. Sin embargo, en ese momento no se realizó ningún estudio para investigar la causa de estos síntomas.
A los 27 años, la paciente fue llevada a urgencias tras sufrir una convulsión secundaria a un episodio de hipoglucemia severa, con glucosa capilar menor a 55 mg/dL. Durante la hospitalización, se confirmó la presencia de la tríada de Whipple, lo que llevó a sospechar un insulinoma.
Se realizó una prueba de ayuno que demostró hipoglucemia hiperinsulinémica, con niveles elevados de péptido C e insulina, compatibles con un tumor productor de insulina. Los estudios de imagen revelaron un nódulo de 1.4 cm en la cola del páncreas, que fue extirpado mediante una pancreatectomía distal laparoscópica.
El estudio histológico confirmó el diagnóstico de insulinoma.
A pesar de la cirugía exitosa, la paciente comenzó a presentar nuevamente episodios de hipoglucemia dos semanas después del procedimiento. Se realizaron nuevos estudios de imagen, incluyendo una PET/CT con 68Galio-DOTATOC, que mostró una posible captación en la cabeza del páncreas, aunque sin hallazgos anatómicos claros.
Se inició tratamiento con análogos de somatostatina, pero no hubo mejoría, por lo que se suspendió. La paciente requirió hospitalización prolongada con infusiones continuas de glucosa para controlar los episodios recurrentes.
Durante la evaluación, se observaron discrepancias en los resultados de laboratorio, con niveles de péptido C inapropiadamente normales durante los episodios de hipoglucemia, lo que sugirió la posibilidad de administración exógena de insulina.
Además, la paciente mostró comportamientos atípicos, como manipular su tratamiento y negarse a seguir indicaciones médicas. Una revisión de sus pertenencias reveló la presencia de viales de insulina y agujas, confirmando la sospecha de hipoglucemia facticia.
La paciente admitió haberse inyectado insulina para simular los síntomas, y reveló un historial de trauma infantil, abuso sexual e intentos de suicidio previos. La evaluación psiquiátrica estableció un diagnóstico de trastorno límite de la personalidad y síndrome de Munchausen.
Se inició tratamiento con fluoxetina y quetiapina, y se coordinó seguimiento psiquiátrico.
Tras el alta, la paciente tuvo un episodio adicional de hipoglucemia seis meses después, pero no se registraron nuevos eventos posteriormente. En su última consulta, informó estar cursando estudios técnicos en enfermería sin complicaciones. Los estudios genéticos para MEN1 resultaron negativos, descartando una causa hereditaria para los episodios iniciales.
Este es el caso (Macedo CRPB, et al), de una mujer joven con hipoglucemia recurrente tras una pancreatectomía distal por insulinoma, una situación excepcional dado que la cirugía suele ser curativa en estos casos.
Cuando persisten los síntomas postoperatorios, las principales causas consideradas incluyen formas sindrómicas hereditarias (como MEN1), insulinomatosis, nesidioblastosis o insulinomas malignos. Sin embargo, en este caso, tras descartar meticulosamente estas posibilidades mediante estudios genéticos, histopatológicos y de imagen, emergió el diagnóstico inesperado de hipoglucemia facticia por síndrome de Munchausen.
La evaluación inicial descartó causas orgánicas: MEN1 fue excluido por ausencia de hiperparatiroidismo, lesiones cutáneas características y resultado negativo en la secuenciación génica.
La insulinomatosis se descartó mediante revisión histológica exhaustiva del espécimen quirúrgico, que no mostró los microtumores característicos. El fenómeno de Raynaud presente no se asoció a hipoglucemia autoinmune, confirmado por serología negativa.
La persistencia de hipoglucemia con péptido C inapropiadamente normal y proinsulina baja fue clave para sospechar administración exógena de insulina, hipótesis confirmada al hallar viales de insulina escondidos.
Este caso ilustra la necesidad de mantener un alto índice de sospecha ante discrepancias clínico-analíticas, especialmente en pacientes con conductas atípicas. La evaluación psiquiátrica temprana podría haber acortado el proceso diagnóstico.