La gastroenteróloga María Ríos recalcó la importancia de adaptar el tratamiento de enfermedades como Crohn y colitis ulcero
En el marco de la convención First Guide to the Guidelines, organizada en el Conquistador Resort, la Dra. María Ríos, gastroenteróloga, ofreció una entrevista a la revista Medicina y Salud Pública, sobre la importancia de la medicina personalizada en el tratamiento de enfermedades inflamatorias intestinales (EII) como la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa.
Durante su intervención, la especialista recalcó que el modelo tradicional de “una guía, una solución” está quedando atrás ante la complejidad y variabilidad de estas patologías.
“Ningún paciente cae dentro de una cajita mágica que podamos dirigir con un tratamiento regular para todos”, declaró. “Hay que mirar a la persona en su totalidad, cada paciente es un mundo: su edad, preferencias, condiciones de salud adicionales y hasta su estilo de vida”.
La medicina personalizada en EII no se limita al diagnóstico preciso, sino que extiende su alcance a la elección terapéutica.
Ante la pregunta de por qué no se aplica una misma terapia a todos los casos, la doctora explicó que “la condición de cada paciente es única. La localización de la enfermedad en el tracto digestivo, su severidad, las enfermedades concomitantes y hasta la historia de tratamientos previos pueden cambiar completamente el abordaje”.
Por ejemplo, si el paciente ha fallado a terapias anteriores, las guías clínicas ofrecen caminos alternativos.
“Una vez vemos que este paciente ha fallado, buscamos ese armamento de evidencia que nos dice: vamos con este medicamento porque sabemos que le puede ir mejor”, puntualizó.
Factores que hacen la diferencia
En esta toma de decisiones, factores como la edad tienen un peso importante. “Los pacientes mayores pueden tener condiciones como hipertensión o enfermedades cardíacas, que limitan el uso de ciertos medicamentos”, explicó la doctora.
“Y en los más jóvenes, el tiempo y estilo de vida pueden influir mucho: si un tratamiento requiere ausentarse del trabajo para una infusión, tal vez prefiera una opción que le permita autoadministrarse el medicamento en casa”.
Estas realidades —que muchas veces pasan desapercibidas en una visión generalista— deben formar parte del análisis médico. “Se trata de buscar no solo lo que es clínicamente efectivo, sino también lo que es viable para ese paciente en su día a día”, recalcó.
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Biomarcadores y estudios de imagen: Aliados para personalizar
La medicina personalizada no camina sola: necesita herramientas diagnósticas que aporten precisión.
Para ello, los biomarcadores y estudios por imágenes tienen un rol esencial en el monitoreo de los pacientes con EII. “Necesitamos saber cuán severa es la condición del paciente y si hay complicaciones como una estrechez que quizás requiere cirugía”, explicó.
“Queremos usar marcadores para dar seguimiento y ver cuán efectivo ha sido el tratamiento. Buscamos tener un antes, un durante y un después que nos diga si vamos por buen camino”, añadió.
Rompiendo mitos: El reto de las expectativas del paciente
Uno de los mayores desafíos para aplicar este enfoque personalizado es, paradójicamente, la desinformación. Con el acceso masivo a redes sociales y sitios web, muchos pacientes llegan al consultorio con ideas preconcebidas o con comparaciones poco útiles.
“Muchos pacientes traen prejuicios de medicamentos o creen que deben recibir lo mismo que otro paciente con el mismo diagnóstico”, explicó la Dra. Ríos. “Pero no funciona así. Cada cuerpo es diferente. Hay que educar al paciente sin imponer, desde un diálogo genuino entre médico y paciente”.
En ese sentido, subrayó que parte de la responsabilidad médica está en fomentar una toma de decisiones compartida. “No es mandar por mandar. Es construir confianza, presentar las opciones y decidir juntos qué es lo mejor para esa persona”, dijo.
Del protocolo al paciente real
Las guías clínicas siguen siendo fundamentales, y así lo reconoció la especialista. “Por supuesto que los estudios nos dan la fortaleza científica para utilizar medicamentos con seguridad y respaldo”, afirmó. “Pero en el día a día, cuando tú estás frente a ese paciente, tienes que ver qué es lo que él necesita y lo que le conviene”.
Concluyó con un mensaje claro y directo: “Tú eres tú, y tenemos que tratarte a ti. No es lo que le funcionó a otro, ni lo que dice una publicación en redes sociales. Es lo que tu cuerpo y tus circunstancias indican que es mejor para ti. Ese es el verdadero centro de la medicina personalizada”.