Al segundo año de seguimiento, el 57 % de los pacientes tratados con upadacitinib alcanzó respuesta ASAS40 y el 31 % logró remisión clínica, sin que se detectaran nuevas señales de seguridad.
La espondiloartritis axial no radiográfica es una enfermedad inflamatoria que afecta la columna vertebral y las articulaciones sacroilíacas. A pesar de que no presenta cambios visibles en estudios radiográficos, puede generar dolor significativo, discapacidad funcional y deterioro en la calidad de vida.
El tratamiento inicial suele basarse en antiinflamatorios no esteroideos (AINE), y en caso de una respuesta insuficiente, se considera el uso de terapias biológicas o sintéticas dirigidas. Upadacitinib, un inhibidor selectivo de las cinasas Janus (JAK), ha mostrado eficacia en diversas enfermedades autoinmunes, entre ellas la espondiloartritis axial no radiográfica.
La efectividad de este fármaco fue evaluada en el estudio SELECT-AXIS 2, un ensayo clínico aleatorizado, doble ciego y controlado con placebo, realizado en 113 centros de 23 países.
En el estudio participaron pacientes que cumplían los criterios de clasificación de 2009 y que no presentaban evidencia radiográfica de sacroileítis al momento del tamizaje. Se reclutaron 156 personas para recibir upadacitinib 15 mg diarios y 157 para recibir placebo.
A la semana 14, la proporción de pacientes que alcanzaron una respuesta ASAS40 —definida por la Sociedad Internacional de Espondiloartritis— fue mayor en el grupo tratado con upadacitinib (45 %) en comparación con el grupo placebo (23 %), con una diferencia estimada del 22 % (intervalo de confianza del 95 %: 12 a 32).
La incidencia de eventos adversos fue comparable entre ambos grupos: 48 % en el grupo tratado con upadacitinib y 46 % en el grupo placebo. En el grupo que recibió el fármaco, cuatro pacientes debieron suspender el tratamiento debido a eventos adversos, y se reportaron dos casos de infección por herpes zóster.
Estos hallazgos respaldan la eficacia de upadacitinib en el tratamiento a corto plazo de la espondiloartritis axial no radiográfica, así como un perfil de seguridad aceptable. No obstante, en el momento del estudio, la evidencia sobre su seguridad y eficacia a largo plazo aún era limitada.
Posteriormente, se publicaron los resultados del seguimiento a dos años de los pacientes incluidos en el estudio SELECT-AXIS 2.
Tras un primer periodo de 52 semanas, en el que los participantes recibieron placebo o upadacitinib, todos ingresaron a una fase de extensión de 104 semanas. Durante esta etapa, se evaluaron desenlaces relacionados con la actividad de la enfermedad (ASAS40, baja actividad, remisión clínica, dolor, funcionalidad, entesitis y calidad de vida), así como cambios en resonancia magnética, hallazgos radiográficos y la aparición de eventos adversos emergentes.
De los 313 pacientes tratados, el 75 % de quienes recibieron upadacitinib de forma continua completaron el seguimiento de dos años. Las razones más frecuentes para suspender el tratamiento incluyeron la aparición de eventos adversos (n = 10), retiro del consentimiento (n = 9) y falta de eficacia (n = 9). A lo largo del estudio, el 79,6 % de los pacientes utilizó AINE, el 33,9 % recibió fármacos modificadores de la enfermedad convencionales y el 17,6 % empleó glucocorticoides.
Los pacientes que continuaron con upadacitinib mostraron una mejora sostenida en todas las variables de eficacia: al segundo año, el 57 % alcanzó una respuesta ASAS40, el 59 % presentó baja actividad de la enfermedad y el 31 % logró remisión clínica. También se observó mejoría en los síntomas musculoesqueléticos periféricos, la entesitis, la movilidad axial, la calidad de vida y el estado de salud global.
Quienes fueron cambiados de placebo a upadacitinib tras las 52 semanas presentaron mejoras similares a las observadas en aquellos que iniciaron el tratamiento desde el principio. Además, los puntajes radiográficos de la columna permanecieron estables en la mayoría de los pacientes durante el periodo de seguimiento.
En términos de seguridad, upadacitinib fue bien tolerado durante los 378 pacientes-año de exposición acumulada. A lo largo del periodo de seguimiento se registraron 785 eventos adversos, de los cuales 33 fueron considerados graves y 20 llevaron a la suspensión del tratamiento. Entre los eventos de especial interés se reportaron alteraciones hepáticas (n = 23), neutropenia (n = 12) e infección por herpes zóster (n = 10), ninguno de estos últimos clasificado como grave.
También se documentaron dos eventos cardiovasculares mayores, tres tromboembólicos y dos casos de cáncer. La frecuencia general de eventos adversos fue consistente con lo previamente descrito en la literatura para este tipo de terapias.
Según los autores, este seguimiento —uno de los más amplios realizados en pacientes con espondiloartritis axial no radiográfica— confirmó que upadacitinib mantiene su eficacia clínica y presenta un perfil de seguridad adecuado durante al menos dos años de uso continuo.
A partir de estos resultados, concluyeron que se trata de una opción terapéutica válida para el manejo sostenido de la enfermedad, incluso en pacientes con antecedentes de falla a tratamientos biológicos previos.
La historia de los inhibidores de las cinasas Janus en reumatología ha estado marcada por un entusiasmo inicial seguido de una cautela considerable, motivada por señales de seguridad observadas en tratamientos prolongados. Por ello, contar con información robusta sobre su uso extendido resulta particularmente relevante. En este contexto, upadacitinib parece ofrecer un perfil favorable en pacientes con espondiloartritis axial no radiográfica, incluso tras largos periodos de exposición.
A medida que este fármaco gana terreno frente a otras moléculas de su clase, se hace indispensable que los profesionales estén familiarizados con su perfil y atentos a la evidencia emergente, tanto desde ensayos clínicos prolongados como desde estudios de práctica clínica real. Por ahora, los datos disponibles respaldan su uso continuado sin nuevas alertas de seguridad ni indicios de pérdida de eficacia.