Los doctores Hamid Galib y Yussef Galib-Frangie Fiol representan un testimonio excepcional de cómo la vocación médica, el compromiso social y la pasión por el arte pueden transmitirse de generación en generación.
Este Día del Padre, celebramos la historia de un poeta-gastroenterólogo y su hijo internista, quienes desde sus respectivas especialidades han marcado la diferencia en la medicina puertorriqueña.
El Dr. Hamid Galib Capó, médico internista y gastroenterólogo, lleva más de medio siglo combinando dos pasiones aparentemente distantes: la medicina y la poesía. Nieto de inmigrantes libaneses, este profesional formado en Georgetown University ha dejado una huella imborrable en la gastroenterología puertorriqueña, pero también en la literatura de la Isla.
"Soy un poeta que estudió medicina, que indudablemente es mi pasión y vocación. Escribo todos los días, desde hace 67 años, así sea una línea, pero escribo", confiesa el doctor, quien comenzó su trayectoria literaria a los 9 años y recientemente fue nombrado poeta residente de la PUCPR.
Esta dualidad entre ciencia y arte no es casualidad en su vida. Su poesía refleja un profundo humanismo y compromiso con la justicia social, abordando temas complejos y sensibles como la experimentación médica poco ética realizada en Puerto Rico durante el siglo XX. Para él, ser médico no significa únicamente curar cuerpos, sino también enriquecer almas a través del arte y la palabra.
Más allá de su práctica clínica, el Dr. Galib ha asumido el rol de guardián de la memoria histórica médica puertorriqueña.
Su labor investigativa ha sacado a la luz episodios oscuros como los experimentos médicos poco éticos realizados en Puerto Rico durante el siglo XX, incluyendo la infame carta de Cornelius P. Rhoads de 1931 y la controversia con la Fundación Rockefeller.
Su compromiso trasciende el pasado, abordando también desafíos contemporáneos como la experimentación con anticonceptivos y la propagación de enfermedades como la hepatitis C, eventos que han marcado profundamente a la población puertorriqueña.
Siguiendo los pasos paternos, el Dr. Yussef Galib-Frangie Fiol se ha consolidado como una figura prominente en la medicina interna puertorriqueña.
Nacido en San Juan y criado entre esta ciudad y San Germán, este profesional se graduó de St. John's High School antes de continuar sus estudios en Brown University y la Universidad de Puerto Rico en Mayagüez, ha desarrollado un enfoque único en el diagnóstico médico.
Ha desarrollado un enfoque único y meticuloso en el diagnóstico médico que lo ha convertido en una suerte de detective de la medicina.
"Desde niño me gustaban los hospitales y escogí medicina interna porque es la rama de la medicina que se ocupa del diagnóstico de enfermedades complejas en adultos. A mí me gusta mucho el diagnóstico, soy una especie de detective de la medicina", explica con pasión.
"De hecho, de pequeño leía historias de Sherlock Holmes, un personaje emblemático para mí y de pequeño leía estas historias y cómo llegaba Holmes a la conclusión de las cosas, pues eso hago yo. Lo aplico probablemente a la medicina en la búsqueda de un buen diagnóstico."
Como miembro destacado del grupo de profesores del programa de Residencia de Medicina Interna, el Dr. Galib-Frangie comparte día a día su vasto conocimiento y experiencia con las nuevas generaciones de médicos boricuas, perpetuando así el ciclo de excelencia académica y compromiso profesional que caracteriza a su familia.
El Dr. Yussef no solo se destaca en la práctica clínica, sino también en la defensa de los derechos médicos. Ha abogado exitosamente por la legislación del tope del cuatro por ciento en contribuciones y trabaja incansablemente por mejorar las condiciones laborales de los médicos en Puerto Rico.
Entre sus iniciativas más destacadas se encuentra la creación del Salón de la Fama de la Medicina Puertorriqueña, desarrollado junto a otros médicos y la empresa Brios Network.
"Hay que reconocer a este grupo de personas que fueron fundamentales para el desarrollo de la medicina contemporánea. Tenemos que hacerlo porque tenemos que celebrarlo, los médicos tenemos que celebrarnos a nosotros mismos", enfatiza el joven líder médico.
La creatividad artística es otro elemento que une a esta familia médica. Mientras el padre canaliza su sensibilidad a través de la poesía, el hijo la expresa mediante la música como fundador de la banda "The Come Backs".
"Uno de mis grandes pasatiempos es la música, soy el fundador y codueño de una banda, en donde toco el bajo junto a otros amigos entre los que se encuentran médicos", comparte con entusiasmo.
La historia de los Galib representa más que una simple sucesión profesional; es el testimonio de cómo los valores familiares, el compromiso social y la excelencia profesional pueden transmitirse y enriquecerse de generación en generación.
Yussef aspira a dejar como legado "una AMPR robusta y vibrante en donde los médicos se sientan que pueden ir, que pueden disfrutar y discutir todos los tópicos posibles, honrando el pasado y que sean parte de la vida pública puertorriqueña".
Este Día del Padre, la historia de Hamid y Yussef Galib-Frangie nos recuerda que los mejores legados no son solo profesionales, sino humanos: la pasión por servir, el compromiso con la verdad y la capacidad de encontrar belleza y arte en el noble ejercicio de curar.
