Dr. Miguel Magraner: "El libro de cómo ser buen papá no lo he encontrado"

El médico internista reflexiona sobre el equilibrio entre la profesión médica y la paternidad en el Día Mundial del Padre

Laura Guio

    Dr. Miguel Magraner: El libro de cómo ser buen papá no lo he encontrado

    En una emotiva entrevista con motivo del Día Mundial del Padre, el Dr. Miguel Magraner, reconocido médico internista, compartió sus reflexiones sobre cómo la paternidad transformó su práctica médica y los desafíos de equilibrar la vida profesional con la familiar.

    El Dr. Magraner, quien ejerce la medicina desde 1988, encontró su inspiración en la figura paterna. Su padre, uno de los primeros fisiatras de Puerto Rico, fue quien sembró en él la semilla de la vocación médica.

    "Mi Papá era médico. Fue médico general al principio y posteriormente hizo fisiatría, uno de los primeros fisiatras de Puerto Rico. Y yo me pasaba mucho tiempo con él. Íbamos al hospital, iba a compartir y si había que visitar el hogar, también lo acompañamos", recordó el médico.

    La paternidad como transformación profesional

    Convertirse en padre no solo cambió la vida personal del Dr. Magraner, sino que también impactó profundamente su ejercicio profesional. La llegada de sus hijos le dio una nueva perspectiva a su práctica médica.

    "Cuando tenía que tomar decisiones médicas, entonces me preguntaba qué yo haría si fuera mi hija o qué yo haría si fuera mi papá. En ese sentido, mi vida y mi análisis en la medicina cambió", explicó.

    El desafío del equilibrio

    Sobre la dificultad de balancear su carrera como médico internista, que a menudo requiere disponibilidad las 24 horas, con su rol de padre, el Dr. Magraner fue honesto sobre los desafíos:

     "Lo que está presumiendo más o menos se puede recibir una palabra, el tiempo cómo equilibrar el tiempo trate de hacerlo lo mejor posible ellos entendían de mi vida profesional".

    El deporte como vínculo familiar

    El amor por el deporte se convirtió en el hilo conductor que unió al Dr. Magraner con sus hijos. Esta pasión compartida les permitió crear momentos especiales de conexión familiar.

    "Por mucho tiempo creo que fue un enlace me gusta ir a los juegos de baloncesto íbamos a los juegos de béisbol y ellos sabían que esa era una forma de compartir que nos equilibraba y que podíamos tener tiempo conmigo", compartió.

    Su hija llegó a ser psicóloga del equipo nacional femenino de voleibol de Puerto Rico, mientras que su hijo comparte su pasión por el baloncesto.

    La filosofía del cuidado

    Para el Dr. Magraner, el concepto de cuidar trasciende las fronteras entre lo profesional y lo personal. "Cuidar un proceso del médico sería falso decir que en ambas situaciones uno tiene que proteger y cuidar a la persona", reflexionó.

    Esta filosofía se extiende incluso a sus métodos poco convencionales: "Mucha gente me critica porque yo le doy el celular a mi paciente que yo entiendo que es una extensión de ese proceso de cuidar".

    La humildad de un padre

    Con la sinceridad que lo caracteriza, el Dr. Magraner admitió las incertidumbres inherentes a la paternidad: "Soy un ser humano que nunca ha podido leer un libro de cómo ser buen papá. Uno toma las mejores decisiones posibles en la educación de ellos, tratando de ser un buen papá. Pero el libro de cómo hacerlo, pues, no lo he encontrado". 

    Para él lo fundamental, al hablar sobre los valores que ha procurado inculcar en sus hijos, el médico fue claro: "Ser buena persona”

    Finalmente, sobre el legado que desea dejar tanto como médico como padre, el Dr. Magraner concluyó con sencillez: "Que traté de hacer lo mejor posible, que intente (...) eso es lo que yo recibí de mi abuelo, de mi papá, que fueron grandes personas.” Concluyó con nostalgia.




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