Autotoma mejora la detección temprana del virus del papiloma humano en mujeres entre 30 y 65 años

Las pruebas de autotoma para detectar VPH tienen la misma confiabilidad que las realizadas en un centro médico.

Mariana Mestizo Hernández

    Autotoma mejora la detección temprana del virus del papiloma humano en mujeres entre 30 y 65 años

    La autotoma para la detección del virus del papiloma humano (VPH) es una herramienta de tamizaje en la que la mujer toma por sí misma una muestra de la zona vaginal o cervical, con el fin de identificar de manera temprana la presencia del virus. Esta estrategia permite ampliar el acceso a la detección y representa un avance significativo en la prevención del cáncer de cuello uterino.

    En entrevista exclusiva con la Revista Medicina y Salud Pública, el Dr. Juan Carlos Vargas, asesor científico de Profamilia, explicó que la forma en que se detecta esta enfermedad ha cambiado de manera sustancial en los últimos años. 

    "Anteriormente, la puerta de entrada para hacer detección era la citología convencional. Gracias a un patólogo griego, el doctor Georgios Papanicolaou, se desarrolló una técnica para tomar células del cuello del útero con una tinción especial y revisar si alguna de ellas presentaba alteraciones", señaló.

    Además, subrayó que el objetivo de las pruebas no solo es detectar el cáncer de cuello uterino, sino también identificar lesiones precancerosas en estadios tempranos. Con el tiempo, el enfoque diagnóstico ha evolucionado gracias a hallazgos como los de la doctora Nubia Muñoz, investigadora colombiana nominada al Premio Nobel de Medicina, quien demostró que la infección por el virus del papiloma humano es una condición necesaria para el desarrollo del cáncer cervical.

    A partir de estos avances, las pruebas de tamizaje dejaron de centrarse exclusivamente en la citología convencional y pasaron a enfocarse en la identificación directa del VPH

    "La prueba reina para hacer diagnóstico precoz del riesgo de cáncer de cuello uterino es la detección del virus del papiloma humano. La técnica de la citología, que revisaba la célula como un todo, ha cambiado. Ahora se analiza el genoma de la célula del cuello uterino para buscar fragmentos del ADN del virus y así conocer cuál es el riesgo real", añade.

    Autotoma: comodidad y accesibilidad para las mujeres

    La citología tradicional, comúnmente recordada por las mujeres, requería el uso de un espéculo y un cepillado del cuello uterino en el consultorio médico. En cambio, las pruebas actuales de ADN-VPH también utilizan un cepillo flexible, pero han incorporado la posibilidad de realizar la muestra mediante autotoma

    Esta opción permite a la mujer tomar la muestra por sí misma, en la privacidad de su hogar, sin necesidad de acudir a un centro de salud ni someterse al uso del espéculo, lo cual puede resultar incómodo. Esto ha favorecido una mayor aceptación y adherencia a los programas de prevención del cáncer de cuello uterino.

    Confiabilidad y precisión diagnóstica

    Adicionalmente, el experto destacó que la autotoma ofrece una confiabilidad comparable a la prueba realizada en un centro médico, ya que ambas se basan en el análisis del ADN celular para detectar la presencia del virus. "La prueba tiene la misma confiabilidad que la que se toma en el centro médico porque se basa exactamente en lo mismo: en la revisión del ADN de las células, del genoma de las células, para la detección del ADN del virus", explicó.

    Esta precisión diagnóstica permite establecer rutas de seguimiento diferenciadas según los resultados. Si la prueba es positiva para alguno de los genotipos del VPH de alto riesgo, debe complementarse con una citología. En caso de que esta no evidencie alteraciones celulares, se repetirá la prueba un año después para verificar si el virus ha sido eliminado del organismo. 

    Por el contrario, si el resultado es negativo desde el inicio, el próximo tamizaje podrá realizarse a los cinco años, gracias a la alta capacidad predictiva de la técnica. Este enfoque reduce la necesidad de pruebas anuales, optimizando el uso de los recursos y priorizando la vigilancia basada en riesgo real.

    Indicaciones y recomendaciones para el tamizaje

    Asimismo, señaló que las pruebas de detección del VPH están indicadas para mujeres entre los 30 y los 65 años, rango en el que se ha demostrado mayor eficacia diagnóstica. En menores de 30 años, aunque la exposición al virus es común, el sistema inmune suele eliminarlo con mayor rapidez, por lo que no se considera necesario realizar tamizajes de forma rutinaria. Solo un pequeño grupo de genotipos del virus —14 en total— tiene la capacidad de provocar infecciones persistentes, es decir, que permanecen en el organismo y pueden evolucionar hacia lesiones precancerosas.

    "El 80 % de la población que tiene vida sexual tendrá contacto con el virus en algún momento de su vida. Pero la ventaja que tienen las mujeres menores de 30 es que su sistema inmune tiene una capacidad más rápida de aclarar el virus, es decir, de deshacerse de él", explicó. 

    Además, precisó que en mujeres mayores de 65 años tampoco se recomienda continuar con las pruebas, ya que, si han llegado a esa edad sin evidencia de infección por VPH de alto riesgo, la probabilidad de desarrollar cáncer de cuello uterino es prácticamente nula.

    Procedimiento para realizar la autotoma

    Por otra parte, el Dr. Vargas enfatizó que el proceso para realizar la autotoma en Colombia es sencillo. El primer paso es acudir a la EPS o IPS correspondiente, donde la mujer recibirá un kit que incluye un citocepillo flexible y un frasco de transporte. Con ese material, podrá tomar la muestra ella misma en su casa, de forma similar a como se coloca un tampón.

    Lo ideal es que previamente haya recibido una breve orientación sobre cómo realizar el procedimiento, incluyendo la postura recomendada. Gracias al uso extendido de tampones y copas menstruales, muchas mujeres hoy tienen mayor familiaridad con su anatomía, lo cual facilita el proceso. 

    Pueden tomar la muestra acostadas o de pie, colocando un pie sobre una superficie elevada —por ejemplo, la tapa del inodoro—, e introducir el citocepillo en la cavidad vaginal, haciendo un movimiento circular durante 30 segundos. Luego deben retirar el cepillo, introducirlo en el frasco, cerrarlo bien, marcarlo y entregarlo para su procesamiento en laboratorio.

    Aunque algunas organizaciones podrían facilitar el envío del kit por correo, lo fundamental es que la muestra llegue a su destino. "Y lo más importante de todo esto no es solo tomarse la prueba, sino recoger el resultado", subrayó el experto. Solo así será posible determinar el siguiente paso en el proceso de prevención o vigilancia.

    Especificidad y tolerancia de la prueba

    A su vez, el especialista mencionó que la prueba no es muy exigente en cuanto a recomendaciones previas, debido a que es altamente específica y se dirige directamente al núcleo de la célula, donde se encuentra toda la información genética. 

    "Entonces no tenemos tanto problema. Incluso, aunque no es lo ideal, si llega a haber alguna pequeña contaminación con manchado o sangre, la ventaja es que los glóbulos rojos no tienen núcleo y, como no lo tienen, no se confunde su ADN con el de la célula que se está examinando", añade.

    Alcance comunitario y beneficios para zonas remotas

    La ventaja de esta técnica es que puede implementarse en comunidades alejadas, donde no es necesario acudir a un hospital. Con la orientación adecuada de un auxiliar de salud, las mujeres pueden realizar la prueba de forma autónoma, lo que amplía el acceso y cobertura de los programas de detección del virus del papiloma humano. 

    Esto resulta fundamental, dado que el cáncer de cuello uterino está estrechamente vinculado a la infección por este virus, y el diagnóstico precoz es una de las estrategias clave para prevenir la enfermedad.

    Profamilia, pionero en la implementación de la autotoma

    El experto resaltó que en Profamilia fueron pioneros en la implementación de la prueba de autotoma desde 2018, poco después de que el Ministerio de Salud solicitara su adopción. Desde entonces, han avanzado en la aplicación tanto de las pruebas convencionales de VPH como de las de autotoma, facilitando el acceso de las mujeres, especialmente aquellas en comunidades remotas, al sistema de salud.

    Al finalizar, el doctor compartió un mensaje dirigido a las mujeres que aún puedan tener dudas sobre hacerse este tipo de pruebas: "Existe la posibilidad real de erradicar el cáncer de cuello uterino, pero la estrategia es clara: el diagnóstico precoz mediante pruebas de alto desempeño, como esta que hemos estado describiendo; la vacunación contra la infección por el virus del papiloma humano; y el diagnóstico temprano de lesiones para recibir un tratamiento oportuno y curativo. Así, podemos eliminar el cáncer de cuello uterino y salvar muchas vidas de mujeres en todo el mundo".



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