Estudio revela inesperados resultados en pacientes que consumieron un fármaco conocido para tratar la diabetes tipo 2, el cual también alivia y disminuye el dolor de la artrosis.
Una investigación conducida por un equipo de científicos australianos y publicada por la revista Journal of the American Medical Association informaron que la metformina administrada durante seis meses a 107 pacientes con sobrepeso, u obesidad y osteoartritis de rodilla, redujo el dolor de la artritis, lo que podría retrasar la necesidad de una cirugía de reemplazo de rodilla.
La osteoartritis de rodilla es la forma más común de artritis, afecta a millones de personas en todo el mundo y constituye una de las principales causas de dolor crónico y discapacidad en adultos mayores.
Las opciones convencionales (pérdida de peso, ejercicio, acetaminofén y antiinflamatorios) suelen ofrecer alivios parciales y, a menudo, no evitan que muchos pacientes terminan optando por un reemplazo de rodilla, una cirugía costosa y con hasta un 30 % de insatisfacción postoperatoria en fases tempranas de la enfermedad.
La metformina es un fármaco de primera línea en diabetes tipo 2 que disminuye la producción hepática de glucosa, reduce la absorción intestinal de azúcares y mejora la sensibilidad a la insulina.
Ahora bien, investigadores de la Universidad de Monash (Australia) exploran su potencial para mitigar la inflamación de bajo grado y modular vías metabólicas clave en la osteoartritis de rodilla, ofreciendo un mecanismo distinto al de analgésicos y AINE tradicionales.
En la escala de dolor articular, el grupo que consumió metformina durante seis meses, mejoró en 31 puntos frente a 19 puntos del placebo. Se cree que la metformina actúa disminuyendo la inflamación de bajo grado y modulando rutas metabólicas implicadas en la artrosis.
El grupo tratado con metformina experimentó una disminución del dolor un 63 % mayor que el placebo, sugiriendo un efecto real y clínicamente significativo.
Esto podría traducirse en mayor capacidad para actividad física, retraso de la progresión articular y menor dependencia de intervenciones quirúrgicas costosas, cuya tasa de insatisfacción llega al 20–30 %, sobre todo en reemplazos realizados en fases tempranas de la enfermedad.
Aunque los resultados son prometedores, el tamaño limitado de la muestra exige ensayos clínicos más amplios que confirmen eficacia y seguridad en poblaciones diversas.
Si se validan estos hallazgos, la metformina podría convertirse en la primera estrategia farmacológica no quirúrgica de amplio acceso para aliviar el dolor de rodilla por osteoartritis y postergar de forma segura las cirugías de reemplazo.