Un estudio reciente en Francia revela que una de cada cuatro mujeres sufre trato irrespetuoso durante el parto, una forma de violencia obstétrica con profundas consecuencias para la salud mental materna. Esta problemática, presente también en América Latina y el Caribe, incluye prácticas médicas sin consentimiento, infantilización y negligencia emocional. Expertos llaman a implementar una atención humanizada y políticas que garanticen el respeto a los derechos de las mujeres durante el embarazo
La violencia obstétrica, definida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como el abuso físico o verbal, la estigmatización, la discriminación y la realización de procedimientos médicos sin consentimiento durante el embarazo y el parto, continúa siendo una preocupación significativa en la atención materna. Un estudio reciente publicado en la revista Acta Obstetricia et Gynecologica Scandinavica ha puesto de manifiesto que el 25% de las mujeres que dieron a luz en Francia reportaron haber recibido un trato irrespetuoso durante el parto o en su estancia hospitalaria posterior.
La investigación, que encuestó a 7,332 mujeres, encontró que 1,888 de ellas experimentaron palabras, gestos o actitudes ofensivas o incómodas por parte del personal sanitario. Los factores asociados a una mayor incidencia de violencia obstétrica incluyeron ser primípara, tener un nivel educativo alto, haber elaborado un plan de parto y haber tenido un parto instrumental o por cesárea. Además, las mujeres con antecedentes psiquiátricos o trastornos psicológicos prenatales fueron más propensas a recibir una atención irrespetuosa.
Raquel Huéscar, psicóloga perinatal del Colegio Oficial de la Psicología de Madrid, destaca que la violencia obstétrica no se limita al momento del parto. "Durante el embarazo y el puerperio también ocurren situaciones violentas", señala. Huéscar explica que el embarazo es un período de gran vulnerabilidad, donde las mujeres pueden ser infantilizadas y se les puede negar el consentimiento informado necesario para los procedimientos médicos.
"La violencia obstétrica tiene que ver con que las personas que están presentes acompañen de una manera adecuada a la madre, el bebé y al acompañante", añade Huéscar.
La violencia obstétrica tiene consecuencias significativas para la salud mental de las mujeres. Experiencias de trato irrespetuoso pueden contribuir al desarrollo de trastornos como la depresión posparto, la ansiedad y el trastorno de estrés postraumático. Estas condiciones no solo afectan el bienestar de la madre, sino que también pueden influir en el vínculo madre-hijo y en el desarrollo del niño.
Aunque este estudio se centró en Francia, la violencia obstétrica es un problema global. En América Latina y el Caribe, un estudio publicado por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en 2019 reveló que el 43% de las embarazadas ha tenido experiencias de trato irrespetuoso y ofensivo durante el parto en centros de salud de la región. La OPS ha instado a los gobiernos a respaldar investigaciones y acciones para mejorar la calidad de la atención de la salud materna y garantizar una atención digna y respetuosa.
La erradicación de la violencia obstétrica requiere un enfoque integral que incluya la formación del personal sanitario en prácticas respetuosas, la implementación de políticas que promuevan la autonomía de las mujeres y la creación de sistemas de apoyo que garanticen una atención de calidad durante el embarazo, el parto y el puerperio.
La OMS y la OPS han desarrollado directrices para promover una atención materna respetuosa, que incluyen recomendaciones para asesorar sobre la lactancia materna, facilitar la recuperación posparto y apoyar la salud mental de las madres. Estas medidas son esenciales para garantizar que todas las mujeres reciban la atención que merecen durante uno de los momentos más significativos de sus vidas.
Este artículo busca concienciar sobre la importancia de una atención materna respetuosa y humanizada, destacando la necesidad de políticas y prácticas que protejan los derechos y el bienestar de las mujeres durante el embarazo, el parto y el puerperio.