Un tratamiento con vitaminas B6, B9, B12 y colina demostró proteger el nervio óptico en modelos animales.
Durante años se había considerado que los niveles elevados de la homocisteína podrían ser un factor causal en el desarrollo del glaucoma. Sin embargo, los investigadores del Instituto Karolinska, demostraron mediante diversos experimentos que la homocisteína actúa más como un marcador metabólico que como un desencadenante directo.
El Dr. James Tribble, coautor del estudio, explica: "Nuestra conclusión es que la homocisteína es un factor secundario en el proceso de la enfermedad, no un factor determinante. Los niveles alterados de homocisteína podrían indicar que la retina ha perdido la capacidad de utilizar ciertas vitaminas necesarias para mantener un metabolismo saludable".
Este hallazgo replantea la ideología sobre los mecanismos metabólicos involucrados en el glaucoma.
El equipo de investigación descubrió que un suplemento que combina vitaminas B6, B9, B12 y colina tiene un impacto significativo en la protección del nervio óptico. En modelos animales con diferentes formas de glaucoma, los resultados fueron particularmente alentadores.
En ratones con formas leves de la enfermedad, el tratamiento logró detener completamente el daño al nervio óptico.
Para los casos más agresivos, representados en el estudio por ratas con progresión rápida del glaucoma, el complejo vitamínico demostró capacidad para ralentizar significativamente el avance de la enfermedad.
Lo más destacable es que estos efectos se observaron independientemente de los niveles de presión intraocular, lo que sugiere un mecanismo de acción distinto al de los tratamientos convencionales actuales.
El estudio, publicado en la revista 'Cell Reports Medicine', identificó cambios significativos en las vías metabólicas de la retina en pacientes con glaucoma. Estos cambios afectan específicamente la capacidad del tejido ocular para utilizar ciertas vitaminas esenciales, lo que conduce a una disminución en el metabolismo local.
Esta alteración metabólica parece contribuir directamente al desarrollo y progresión del daño característico del glaucoma.
El cóctel vitamínico desarrollado por los investigadores busca precisamente compensar estas deficiencias metabólicas, proporcionando los nutrientes que la retina afectada ya no puede procesar adecuadamente.
Con los prometedores resultados obtenidos en modelos animales, los investigadores han iniciado ya estudios con pacientes humanos. Esta fase clínica es crucial para determinar la eficacia real del tratamiento en personas y establecer los protocolos de dosificación más adecuados.
El hecho de que este enfoque actúe a través de un mecanismo diferente al de los tratamientos actuales abre la posibilidad de desarrollar terapias combinadas que ataquen la enfermedad desde múltiples frentes.