Esta medida reduciría los precios "casi inmediatamente" hasta en un 80 %, pero expertos y la industria farmacéutica advierten sobre sus límites, impacto parcial y posible batalla legal.
Donald Trump firmó este lunes una orden ejecutiva que busca reducir los costos de algunos medicamentos al vincular el precio que paga Medicare con el más bajo que se paga en otros países. "Estoy actuando en contra de la industria más poderosa del mundo", afirmó el mandatario, asegurando que los precios caerían "casi inmediatamente" entre un 30 % y un 80 %.
La medida revive una propuesta de su primer mandato que no logró avanzar. Ahora, Trump sostiene que esta política permitirá a Estados Unidos "pagar los mismos precios que se pagan en otros países" y se perfila como una alternativa a la Ley de Cuidado de Salud Asequible: "Creo que esto da a los republicanos la oportunidad de hacer realmente una asistencia sanitaria que es mucho mejor que Obamacare, y por menos dinero".
El grupo Pharmaceutical Research and Manufacturers of America calificó la propuesta como un "mal acuerdo" que podría afectar la investigación y el desarrollo de nuevos tratamientos. "La Administración Trump debería centrarse en cambio en los llamados gerentes de beneficios de farmacia (PBM) para abordar los altos costos de los medicamentos", expresó su portavoz, Alex Schriver.
Además, especialistas advierten que forzar una equiparación de precios con países ´más pobres´ no es realista. "No vamos a conseguir el precio que pagan Sudáfrica, Perú, Egipto, Bolivia y Laos", señaló Arthur Caplan, director de la división de ética médica de NYU. "Los precios pagados en las naciones más pobres no tienen ninguna posibilidad de ser el precio pagado por la Administración Trump".
Según los detalles conocidos, la orden ejecutiva afectaría principalmente a los medicamentos administrados en clínicas médicas bajo la Parte B de Medicare, como infusiones para tratar cáncer.
Esto podría suponer ahorros para el gobierno, pero solo una parte de los pacientes lo notaría directamente, ya que la mayoría de los medicamentos recetados por farmacia están cubiertos por la Parte D.
"Si esto afecta a todos los medicamentos para todas las personas, es mucho más ambicioso, pero los efectos son mucho más inciertos", advirtió Tricia Neuman, directora del programa de política de Medicare en KFF. "Yo esperaría que la industria farmacéutica lanzara todos los argumentos legales contra esta propuesta".
Stacie Dusetzina, experta en política sanitaria de la Universidad Vanderbilt, alertó sobre otro posible efecto: que clínicas y farmacias pierdan dinero si compraron medicamentos a precios anteriores más altos. "Lo que la farmacia o clínica pagó para adquirir sus medicamentos es probablemente más alto que el nuevo precio propuesto, lo que significa que perderían dinero cuando se surtieran esos medicamentos", explicó.
La firma de esta orden llega en un contexto donde aún se discuten reformas estructurales en el sistema de precios de medicamentos. A modo de contraste, se menciona que durante la administración del presidente Joe Biden se implementó un plan de reducción de precios mediante negociaciones directas con farmacéuticas, como parte de la Ley de Reducción de la Inflación. Según los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid, esta política podría ahorrar 6,000 millones de dólares en 2026.
Frente a ello, funcionarios de Trump aseguran que su plan será más agresivo. "Tomaremos medidas para ir más allá de lo logrado con la Ley de Reducción de la Inflación", dijo uno de ellos. Además, adelantaron que esperan que los fabricantes de medicamentos "vengan a la mesa de negociación muy pronto" y prometieron "acción" y "alivio muy pronto".
Sin embargo, analistas como Chris Meekins de CNN se muestran escépticos: "Cuanto más grandiosas sean las acciones ejecutivas propuestas por Trump, menos probable es que se implementen, ya que los desafíos judiciales exitosos serán mucho más probables".
Artículo construido con información de NBC News y The Associated Press.