Aunque las tasas de tabaquismo han disminuido significativamente en las últimas décadas, el cáncer de pulmón vuelve a posicionarse como una de las principales causas de muerte por cáncer en el mundo.
De acuerdo con cifras del Observatorio Global de Cáncer (Globocan), solo en 2020 el cáncer de pulmón causó 1,8 millones de muertes, representando el 18 % de la mortalidad global por cáncer.
Aunque en décadas pasadas las políticas antitabaco ayudaron a disminuir la incidencia de este tipo de cáncer, la curva ahora parece estancarse e incluso repuntar.
En Estados Unidos, por ejemplo, las muertes por cáncer de pulmón entre hombres pasaron de 80 por cada 100.000 personas en 1990 a 40 en 2020. En mujeres, la reducción fue de 40 a 30. Sin embargo, en los últimos 10 años, las cifras han comenzado a subir nuevamente.
El doctor Jorge Pascual, neumólogo de la Clínica Mayo, destaca que hoy el cáncer de pulmón ya no es exclusivo de fumadores.
"Estamos viendo un aumento de casos en personas que nunca han fumado, especialmente mujeres menores de 50 años. No sabemos exactamente por qué, pero hay múltiples factores en juego", señala.
Entre los posibles responsables se encuentran la contaminación ambiental, el uso creciente de vapeadores y cigarrillos electrónicos, y ciertos componentes genéticos aún no del todo comprendidos.
Uno de los avances más notables es el diagnóstico temprano gracias a tecnologías menos invasivas. "Ahora podemos identificar mutaciones genéticas con una simple muestra de sangre, sin necesidad de biopsiar el tumor", explica Pascual. Este tipo de pruebas permite hacer seguimiento preventivo en personas con alto riesgo, incluso antes de que aparezcan síntomas.
La Clínica Mayo, considerada el mejor hospital del mundo por rankings como Newsweek y Statista, ha liderado este tipo de innovaciones. Allí, el enfoque multidisciplinario y la investigación aplicada directamente al paciente han marcado la diferencia.
Los tratamientos también han evolucionado significativamente. Las cirugías con robots, la inmunoterapia y las terapias dirigidas permiten hoy curar o controlar el cáncer en etapas en las que antes era prácticamente imposible.
"En etapa 1, la tasa de curación alcanza el 95 %. Pero si se diagnostica en etapa 4, la sobrevida a cinco años cae al 10 %. Por eso es clave detectarlo a tiempo", enfatiza el especialista.
Uno de los mayores retos es que el cáncer de pulmón suele ser asintomático en sus primeras etapas. Cuando ya hay señales como tos persistente, sangre en el esputo o dificultad respiratoria, el cáncer puede estar avanzado.
Por eso, los especialistas recomiendan algoritmos de riesgo y estudios genéticos en pacientes con antecedentes familiares o exposición prolongada a contaminantes.