Una inmunoterapia experimental logra remisión completa del cáncer en pacientes con mutación genética dMMR

El fármaco dostarlimab, basado en inmunoterapia, logra respuestas completas en tumores sólidos como recto, esófago, estómago y próstata. La terapia, dirigida a una mutación genética concreta, podría evitar tratamientos agresivos.

Laura Guio

    Una inmunoterapia experimental logra remisión completa del cáncer en pacientes con mutación genética dMMR

    Un total de 84 pacientes han experimentado la desaparición total de sus tumores tras recibir un nuevo tratamiento de inmunoterapia que utiliza un anticuerpo humanizado, originalmente derivado de un ratón. 

    El fármaco, llamado dostarlimab, ha demostrado una eficacia notable en pacientes con una mutación genética específica conocida como deficiencia en la reparación de errores de emparejamiento (dMMR).

    Este avance ha sido liderado por investigadores del Centro Oncológico Memorial Sloan Kettering en Nueva York y se publica en la revista New England Journal of Medicine. 

    La terapia se ha mostrado eficaz en tipos de cáncer hasta ahora difíciles de tratar sin cirugía o tratamientos invasivos, como los de recto, esófago, colon, estómago, hígado, vejiga, útero y próstata.

    ¿Cómo funciona esta nueva alternativa?

    La nueva estrategia, bautizada como inmunoablativa, consiste en liberar al sistema inmunitario para que ataque directamente las células cancerosas. 

    Dostarlimab actúa bloqueando la proteína PD-1, que normalmente limita la respuesta inmune del cuerpo. Esta técnica se inspira en el descubrimiento del científico japonés Tasuku Honjo, ganador del Nobel de Medicina en 2018.

    "La inmunoablación significa extirpar el cáncer sin bisturí, sin quimioterapia, sin radiación", explica el oncólogo Luis Alberto Díaz, uno de los responsables del estudio.

     Para los pacientes, esto se traduce en un tratamiento menos invasivo y con menos efectos secundarios, lo que mejora significativamente su calidad de vida.

    Casos con desenlaces sorprendentes

    Entre los pacientes tratados se encuentra Maureen Sideris, una jubilada de 71 años diagnosticada con cáncer gastroesofágico. 

    Tras seis meses de tratamiento intravenoso con dostarlimab, su tumor desapareció completamente, evitándole una peligrosa operación. "Me siento como si me hubiese tocado la lotería", afirma emocionada.

    Otro caso es el de Sascha Roth, la primera voluntaria en recibir el tratamiento contra el cáncer de recto en 2019. Más de cinco años después, sigue libre de enfermedad. Casos como el suyo abren la puerta a usar la palabra "curación", una rareza en oncología.

    Resultados sólidos, aunque aún preliminares

    De los 103 participantes del estudio, 84 han mostrado una respuesta completa, y en los demás casos el tumor se redujo considerablemente. 

    Sin embargo, los expertos insisten en que aún se necesita tiempo para confirmar la eficacia a largo plazo, especialmente en los tumores no rectales, donde el seguimiento ha sido de apenas 15 meses.

    La oncóloga Ana Fernández Montes, de la Sociedad Española de Oncología Médica, califica los resultados como "un cambio de paradigma". Resalta que esta estrategia podría evitar procedimientos mutilantes como la amputación abdominoperineal en pacientes con cáncer de recto.

    Un tratamiento eficaz, pero costoso

    Cada dosis de dostarlimab cuesta más de 5.000 euros, lo que eleva el precio total del tratamiento a unos 50.000 por paciente. Sin embargo, sus defensores argumentan que, al evitar cirugías, hospitalizaciones prolongadas y efectos secundarios graves, el tratamiento puede resultar más rentable a largo plazo.

    La farmacéutica GlaxoSmithKline, que comercializa el fármaco, ingresó más de 550 millones de euros en 2024 gracias a su uso aprobado contra el cáncer de endometrio. El nuevo estudio ha sido financiado por esta compañía, junto con instituciones públicas y organizaciones benéficas.


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