Desde la simple resequedad hasta malformaciones estéticas o secuelas de inyecciones no certificadas, son condiciones que pueden afectar la vulva de las mujeres y su calidad de vida.
Las alteraciones vulvares son afecciones que afectan la vulva, incluyendo dolor, picazón, ardor o cambios en la apariencia de la piel, es común tener alguna de ellas y pueden afectar a las mujeres en todas las edades.
Por lo mismo, en una entrevista exclusiva de la revista Medicina y Salud Pública, conversamos con la Dra. Diana Vélez, quien hizo un llamado a mejorar la detección temprana de las patologías vulvares, describió sus implicaciones en la calidad de vida y cómo impactan la sexualidad femenina.
Durante el vigésimo congreso de Obstetricia y Ginecología, la Dra. Vélez identificó dos grandes categorías de afecciones vulvares
Ahora bien, según la especialista las alteraciones vulvares pueden ser tanto funcionales como estéticas, las alteraciones funcionales afectan la capacidad de la vulva para funcionar correctamente, como por ejemplo la falta de lubricación, sensibilidad, el liquen escleroso, aquellas que "nos generan síntomas como ardor, molestias, dolor", aseguró.
Por otro lado, las alteraciones estéticas se centran en la apariencia de la vulva, como la pigmentación o la pérdida de turgencia, "como por ejemplo tener los labios menores grandes, los labios mayores prominentes" afirmó la Dra. Vélez.
De hecho, en Colombia los procedimientos estéticos de vulva más comunes son la labioplastia (remodelación de los labios vulvares), vaginoplastia (remodelación del canal vaginal) y reducción del capuchón del clítoris.
Sumado a eso, la experta añadió la necesidad de descartar lesiones pigmentadas sospechosas de malignidad: "La búsqueda de melanosis o nevus atípicos en la vulva es crucial porque—aunque menos frecuente—el melanoma vulvar tiene una mortalidad elevada si no se interviene a tiempo".
Signos de alarma y diagnóstico temprano
La Dra, Vélez señaló que la persistencia de síntomas a pesar de tratamientos comunes es un signo de alerta: "Síntomas que no mejoren con ningún tratamiento, una sensación de rascado, ardor, dolor que no mejora... incluso tiende a empeorar".
Síntomas persistentes que no responden a cremas tópicas ni antibióticos.
Sensación de "rascado" o ardor que empeora en la noche.
Cambios de coloración o textura de la piel vulvar.
Para el diagnóstico diferencial, la clínica sigue siendo pilar:
"Un examen físico bien juicioso orienta el 70 % de los casos. Complementamos con colposcopia para observar epitelios y, si es necesario, tomamos biopsias", explicó la doctora.
Así mismo, añadió la utilidad e importancia de las imágenes: Ecografías transperineales para descartar endometriosis profunda en periné y resonancias de alta resolución para evaluar tejidos blandos.
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El impacto silencioso en la sexualidad femenina
Algunas alteraciones vulvares provocan que los pacientes pasen por cuadros crónicos, "ya sean de infecciones crónicas o ya sean de enfermedades de la piel o también patologías a nivel estético, pueden llegar a tener pinzamientos, dolor, molestia con la ropa ajustada", explicó.
Por lo mismo, es común que sufran dolor durante la penetración, ya sea superficial o profunda, lo que conlleva de forma secundaria a una disminución del deseo sexual, falta de excitación, escaso disfrute de las relaciones sexuales y, en consecuencia, la evitación de los encuentros sexuales.
Esto provoca que las pacientes se acostumbren a vivir con este síntoma, con estos cuadros de sexualidad alterado. "Entonces les recomiendo que no solamente sean los síntomas ginecológicos, sino también los sexuales los que las hagan consultar", sugirió la ginecóloga.
En cuanto al tratamiento, la especialista dividió las opciones en:
Primera línea farmacológica: Corticosteroides tópicos, antifúngicos, moduladores de pH.
Segunda línea basada en energía: Láser ablativo y no ablativo, para estimular la regeneración mucocutánea.
Radiofrecuencia de segunda generación, "indolora y no invasiva", adecuada incluso para pacientes con alto umbral de dolor.
Infiltraciones y medicina regenerativa: Ácido hialurónico y plasma rico en plaquetas, "que promueven la reparación tisular y reducen la dependencia de fármacos".
La Dra. Diana Vélez también destacó investigaciones pioneras con células madre derivadas de tejido adiposo para mejorar la elasticidad y vascularización vulvar.
A modo de cierre, Vélez presentó prototipos de herramientas digitales que incorporan algoritmos de machine learning para:
Educación interactiva: Apps que muestran modelos 3D de anatomía vulvar y explican procedimientos.
Planificación quirúrgica: Simuladores virtuales para optimizar la resección de lesiones o remodelación estética.
"Con IA podemos traducir diagnósticos complejos en infografías fáciles de entender, empoderando a la paciente en su propio cuidado"
Finalmente, la doctora invitó a derribar tabúes y fomentar la autoexploración:
"Yo pienso que lo más importante es conocernos. ¿Y cómo nos podemos conocer? Es una zona que no es fácil verla, pero con un espejo podemos acceder a ella. No tenerle miedo y no tenerle como ese susto de verla, tocarla, sentirla y saber exactamente cuál es esa sensación que nos genera nuestros genitales, tanto por dentro como por fuera." Concluyó la experta.