El hallazgo endoscópico de pliegues gástricos marcadamente engrosados, con mucosa edematosa, nodular y cubierta por moco amarillo, fue clave para sospechar enfermedad de Ménétrier, lo cual se confirmó con biopsia.
Una paciente de 16 años, previamente sana, ingresó al hospital con una historia clínica de dos meses de hinchazón en las piernas. No presentaba síntomas gastrointestinales. En la exploración física, se observó edema con fóvea en ambas extremidades inferiores y edema periorbitario leve.
Los análisis de laboratorio revelaron una albúmina sérica de 26 g/L (rango normal: 38–54 g/L). Los resultados del análisis de orina, así como las pruebas de función hepática y renal, se encontraban dentro de los límites normales.
Ante la sospecha de pérdida de proteínas por vía gastrointestinal, se realizó una tomografía computarizada de abdomen, la cual mostró un engrosamiento difuso de la pared gástrica con pliegues gástricos agrandados. La gastroscopia evidenció rugosidades gástricas edematosas, nodularidad, erosiones de la mucosa y la presencia de moco amarillo sobre la superficie.
La biopsia de la mucosa gástrica reveló hiperplasia foveolar, con glándulas tortuosas y dilatadas. Con base en estos hallazgos, se estableció el diagnóstico de enfermedad de Ménétrier (gastropatía hipertrófica), una alteración hiperproliferativa idiopática del epitelio foveolar gástrico.
El manejo terapéutico incluyó una dieta rica en proteínas y tratamiento médico dirigido a la erradicación de una infección concomitante por Helicobacter pylori. Los autores (Wang y Liu) manifestaron que en la consulta de seguimiento, tres meses después del inicio del tratamiento, se constató la resolución completa del edema y la normalización de los niveles de albúmina sérica.
Según el portal Elsevier, la enfermedad de Ménétrier, también conocida como gastropatía hipertrófica perdedora de proteínas, es una condición poco frecuente caracterizada por el engrosamiento de los pliegues gástricos, hipersecreción de moco y, en algunos casos, pérdida significativa de proteínas a través de la mucosa gástrica.
Esta alteración puede generar hipoproteinemia (condición médica en la que hay niveles bajos de proteínas en la sangre), malabsorción y manifestaciones clínicas como síntomas digestivos, hipoalbuminemia (niveles bajos de albúmina en la sangre) y edema periférico.
En la mayoría de los casos, el manejo de la enfermedad de Ménétrier es sintomático y se orienta a controlar los síntomas y prevenir complicaciones. Las medidas incluyen una dieta rica en proteínas para contrarrestar la pérdida proteica y el tratamiento de infecciones asociadas, como Helicobacter pylori, que pueden contribuir al cuadro clínico.
En casos graves o cuando existe riesgo de transformación maligna, puede considerarse la realización de una gastrectomía parcial o total.