El diagnóstico de la narcolepsia puede tardar años, ya que suele confundirse con falta de motivación o pereza, especialmente en niños y adolescentes.
La narcolepsia es un trastorno neurológico crónico que altera el control del sueño y la vigilia. Según el Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares de Estados Unidos (NINDS), quienes la padecen pueden despertarse sintiéndose descansados, pero experimentan somnolencia extrema durante el día y un sueño nocturno fragmentado.
Este trastorno puede afectar significativamente la vida diaria. Sin diagnóstico ni tratamiento, interfiere en el bienestar emocional, las relaciones sociales y el rendimiento académico o laboral.
"La narcolepsia es un trastorno neurológico crónico causado por la falta de hipocretina, una sustancia cerebral que regula la vigilia y afecta el control del sueño y la vigilia", señaló el Dr. Enrique De Rosa Alabaster, médico psiquiatra, neurólogo y sexólogo, a través de Infobae.
Se manifiesta con somnolencia extrema durante el día y episodios súbitos de sueño, independientemente del entorno o la actividad. En algunos casos, incluye cataplejía (pérdida repentina del tono muscular por emociones intensas), alucinaciones hipnagógicas, parálisis del sueño y alteraciones en el descanso nocturno.
El especialista subrayó que, "la narcolepsia no es simple "pereza" o falta de sueño, sino una condición neurológica compleja que afecta la regulación del ciclo sueño-vigilia. Requiere diagnóstico especializado y un enfoque integral para mejorar la calidad de vida del paciente. El 70% de los pacientes mejora con diagnóstico oportuno".
Según la Red de Narcolepsia de Estados Unidos, esta enfermedad suele manifestarse en la preadolescencia, adolescencia o a inicios de la adultez, aunque también puede aparecer en etapas posteriores. Se estima que afecta a 1 de cada 2.000 personas en ese país, impactando a ambos sexos por igual en todo el mundo, aunque sigue siendo poco reconocida y subdiagnosticada.
El portal More than Tired señala que más de la mitad de los casos comienzan antes de los 18 años, pero el diagnóstico puede tardar hasta una década. Muchos pacientes requieren múltiples consultas médicas antes de identificar la narcolepsia, y en niños y adolescentes, suele confundirse con falta de motivación o pereza.
De acuerdo con la Clínica Mayo, existen dos tipos de narcolepsia: el tipo 1, asociado a cataplejía, y el tipo 2, en el que esta no se presenta. Aunque no tiene cura, el tratamiento y ciertos cambios en el estilo de vida pueden ayudar a controlar los síntomas.
La causa exacta de la narcolepsia es desconocida, aunque suele estar asociada con niveles anormalmente bajos de hipocretina, una sustancia clave en la regulación del ciclo sueño-vigilia, según Johns Hopkins Medicine. Se desconoce por qué algunas personas presentan esta deficiencia, pero se cree que pueden influir factores genéticos, trastornos inflamatorios y tumores.
Según NINDS, las personas con narcolepsia pueden despertarse varias veces por noche durante 10 a 20 minutos, lo que agrava la somnolencia diurna. Su descanso suele verse interrumpido por insomnio, sueños vívidos, apnea del sueño, movimientos periódicos de las piernas y episodios en los que actúan mientras sueñan.
El diagnóstico combina la evaluación clínica con estudios especializados del sueño, explicó el Dr. Enrique De Rosa Alabaster.
Aunque no tiene cura, la narcolepsia puede manejarse con medicamentos y cambios en el estilo de vida.
El Dr. Enrique De Rosa Alabaster destacó los principales tratamientos farmacológicos:
Según la Clínica Mayo, los ajustes en la rutina diaria pueden ayudar a manejar los síntomas. Entre sus recomendaciones destacan: