Tumores hipofisarios pueden presentarse con Pérdida de visión, dolor de cabeza y descontrol hormonal

Su diagnóstico comienza de manera incidental, cuando se realiza una resonancia magnética cerebral por otros motivos médicos y se identifica la presencia de la lesión.

Katherine Ardila

    Tumores hipofisarios pueden presentarse con Pérdida de visión, dolor de cabeza y descontrol hormonal

    Los tumores de la hipófisis son, en su mayoría, lesiones benignas de crecimiento lento, aunque no son muy comunes, según datos de la Clínica Universidad de Navarra y del Cancer Center, estos adenomas hipofisarios, se presentan de 1 a 8 casos por cada 100.000 habitantes y constituyen, además, el 10-15% de todos los tumores intracraneales, teniendo su máxima incidencia en la 3ª y 4ª décadas de la vida.

    El doctor Jaime Arias, especialista entrevistado por la Revista MSP durante el Congreso de Ciencias Básicas y Especialidades Clínicas de la Universidad Nacional, lo explica: "Los tumores de la hipófisis en la inmensa mayoría de los casos son benignos, no son cáncer. Son lesiones muy lentas de crecimiento insidioso que pueden pasar desapercibidos en la mayoría de los casos". 

    Estos tumores solo generan síntomas cuando son "funcionantes", es decir, cuando producen hormonas en exceso.  

    Síntomas: desde alteraciones visuales hasta desequilibrios hormonales  

    A diferencia de los tumores hipofisarios funcionantes, los no funcionantes no producen hormonas, lo que hace que puedan pasar desapercibidos durante mucho tiempo. Generalmente, solo se detectan cuando alcanzan un gran tamaño, momento en el que ya han comenzado a causar problemas de salud.  

    Lo que termina afectando al organismo es la compresión de la hipófisis sana, llevando a un déficit hormonal generalizado, y, si el tumor sigue creciendo, puede extenderse más allá de la silla turca – la cavidad ósea que alberga la hipófisis – y presionar estructuras cercanas, como las vías ópticas.  

    Según explica el experto, "por compresión a los nervios ópticos adyacentes, en la parte del quiasma óptico" puede provocar pérdida del campo visual y dificultad para ver. Aunque en algunos casos, si ocurre un sangrado dentro del tumor – apoplejía hipofisaria –, el deterioro visual puede ser brusco y severo, requiriendo atención médica inmediata.

    Ahora bien, si nos referimos a los síntomas de los adenomas funcionantes, el exceso de la hormona que secretan al torrente sanguíneo, que pueden ser prolactinomas o productores de prolactina, "pueden producir alteraciones en la función sexual, en la función reproductiva, en la producción de leche, en la menstruación y fertilidad".

     El doctor Arias menciona que algunas veces se alcanza una producción de la hormona de crecimiento exagerada. En casos extremos, pueden presentarse también problemas de presión arterial, electrolitos o incluso talla baja.  

    ¿Cómo se diagnostica un adenoma en la hipófisis?

    Es importante destacar qué, el diagnóstico de los adenomas hipofisarios con frecuencia comienza de manera incidental, cuando se realiza una resonancia magnética cerebral por otros motivos médicos y se identifica la presencia de la lesión. 

    Este estudio de imagen es sumamente importante ya que permite determinar con exactitud las características del tumor, incluyendo su tipo, dimensiones y su relación anatómica con las estructuras cerebrales vecinas. 

    Sin embargo, el proceso diagnóstico no se limita a la neuroimagenología. Para obtener una evaluación completa, es necesario complementar con análisis sanguíneos especializados que midan los niveles hormonales, lo que permite identificar si se trata de un tumor funcionante o no funcionante. 

    Adicionalmente, dado el riesgo de afectación visual que presentan estos tumores por su cercanía al quiasma óptico, se requiere una evaluación oftalmológica.

    Tratamiento: desde pastillas hasta cirugía  

    El abordaje terapéutico depende del tipo de tumor. Algunos, como los prolactinomas, responden bien a medicamentos: "esos tumores pueden producir amenorrea, o sea que no les llega la menstruación a la mujer... eso se puede manejar con medicina". 

    Sin embargo, otros requieren intervención quirúrgica: "hay otros tumores que producen la hormona de crecimiento o que producen la hormona ACTH... que necesitan cirugía obligatoriamente". Para esto, el especialista menciona que han habido avances en técnicas quirúrgicas: 

    "Hoy en día la cirugía es bastante segura, es un procedimiento que se hace con bastantes equipos que permiten que se saque lo estrictamente necesario y no vayamos a afectar la calidad visual o que pongamos en riesgo la vida de la persona".  

    ¿Cuándo buscar ayuda?  

    Finalmente, el experto menciona un estudio reciente de la Universidad Nacional, donde se  alerta sobre los síntomas más frecuentes: "el 70, 80% de los casos presentaban dolor de cabeza y alteraciones visuales". Para concluir, recomendó consultar inmediatamente si se experimenta:  

    - Pérdida del campo visual (visión lateral afectada o puntos ciegos)  

    - Alteraciones hormonales inexplicables  

    - Dolores de cabeza persistentes  



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