Factores ambientales, estrés y genética entre los factores más comunes del párkinson en personas jóvenes

Entre un 10-15 % de las enfermedades de Parkinson tienen una determinación genética que solo por el hecho de tener el gen, la persona va a desarrollar la enfermedad.

Katherine Ardila

    Factores ambientales, estrés y genética entre los factores más comunes del párkinson en personas jóvenes

    La enfermedad de Parkinson es un trastorno neurodegenerativo progresivo que afecta al sistema motor, aunque sus manifestaciones van más allá, impactando múltiples aspectos de la vida de quienes la padecen. 

    Como el segundo trastorno neurodegenerativo más común después del alzhéimer, el párkinson se caracteriza por la pérdida gradual de neuronas dopaminérgicas en la sustancia negra del cerebro, lo que lleva a los síntomas clásicos de temblor en reposo, rigidez muscular, bradicinesia (lentitud de movimientos) e inestabilidad postural.

    Por eso, en el más reciente episodio de Expertos en Salud, los doctores Claudia Moreno y Gabriel Arango, especialistas en párkinson y trastornos del movimiento, analizaron los factores que influyen en el desarrollo de esta condición neurodegenerativa.

    Factores no modificables: edad y genética

    El Dr. Arango nos contextualizó sobre los aspectos inevitables del riesgo: "Los principales riesgos no modificables son la edad. Entre más viejos somos, tenemos más riesgo de desarrollar la enfermedad de Parkinson, pero también hay una aclaración acá: La enfermedad de Parkinson hoy en día no es una enfermedad de viejos. Cada vez estamos viendo una transformación de la enfermedad en personas muy jóvenes".  

    Sobre el componente genético, el doctor detalló: "Sabemos que un 10-15 % de las enfermedades de Parkinson tienen una determinación genética que solo por el hecho de tener el gen, la persona va a desarrollar la enfermedad. Pero hay dos tipos de genes, unos que sí son directamente causantes de la enfermedad y unos segundos que implican un factor de riesgo". 

    Los riesgos ambientales  

    Los especialistas fueron enfáticos al señalar los peligros de ciertas exposiciones ambientales. El neurólogo alertó: "Hoy en día la parte ambiental está cobrando un papel muy importante. De hecho hay campañas muy grandes que buscan la prohibición de ciertos pesticidas porque se está encontrando una relación puntual entre las personas que trabajan en el campo con agroquímicos y el desarrollo futuro de enfermedad de Parkinson".  

    Y profundizó: "En algunos países ya se está empezando a reconocer la enfermedad de Parkinson como una enfermedad laboral en personas que han tenido exposición crónica a pesticidas".  

    Otro factor de riesgo potencial señalado por la Dra. Moreno es el estrés. La especialista explicó: "El mismo estrés puede disparar a veces la enfermedad", aunque hizo una importante aclaración: "Si bien es cierto que aumenta el riesgo, son todos estos factores epigenéticos que hacen que todo eso se cambie en el cerebro para que empiecen a morir las neuronas dopaminérgicas".

    La neuróloga amplió el espectro de riesgos ambientales mencionando que la exposición a metales pesados, exposición a aguas contaminadas, depósitos sépticos y demás, disparan el párkinson. Sin embargo, aclaró que estos factores no son exclusivos del párkinson, ya que también otras enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer pueden verse afectadas por estas mismas exposiciones ambientales.

    Factores protectores y controversias  

    Sobre las estrategias preventivas, la doctora Moreno señaló: "el uso de dieta mediterránea, parece que protege o ayuda a que respondan mucho mejor a los tratamientos en todas las enfermedades neurodegenerativas".  

    Respecto al ejercicio, fue contundente: "El ejercicio es fundamental y no es que lo prevenga y evite que le dé al paciente, pero sí hace que le dé un poco más tarde, o que si le da, sea más llevadero. Responde mejor a los medicamentos y responde mejor a todas las terapias".  

    El valor de los estudios genéticos  

    Ahora bien, el doctor Arango, ahondó sobre la utilidad de los estudios genéticos: "tenemos un panel que mide casi más de 20 genes conocidos para enfermedad de Parkinson".  

    Sin embargo, el neurólogo hizo una importante advertencia: "Un panel genético no implica que no sea enfermedad de Parkinson, así le salga la genética negativa, sigue teniendo Parkinson desarrollado por otros factores". El especialista añadió que estas pruebas son "un apoyo y ayuda a consejería porque cada enfermedad es muy diferente de un paciente a otro". 

    Según sus palabras, los estudios genéticos ofrecen tres ventajas:  

    1. Pronóstico de la enfermedad: "Nos ayuda a predecir cómo puede ser el comportamiento de la enfermedad futuro".  

    2. Toma de decisiones terapéuticas: "En especial para tomar decisiones, por ejemplo, de terapias avanzadas y estimulación cerebroprofunda".  

    3. Evaluación de riesgos: "Saber el riesgo que tiene de deterioro cognitivo". 

    Estos exámenes complementarios permiten personalizar el manejo de cada caso, aunque reiteró que un resultado negativo no descarta el diagnóstico de Parkinson

    Nutrición y ejercicio para enfermedades neurodegenerativas

    Ambos concluyeron mencionando que, en la actualidad, se debe manejar un enfoque preventivo. "Terminamos siempre en el mismo sitio: nutrición y ejercicio son pilares fundamentales", afirmó el Dr. Arango. Asimismo, la Dra. Moreno coincidió: "Un sistema fortalecido puede retardar o mejorar el manejo de estas condiciones", puntualizó. 



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