Mientras el gobierno intenta mantener operativos los hospitales esenciales, las instituciones se ven obligadas a reestructurarse, reducir personal y buscar alianzas que garanticen su supervivencia.
El sistema hospitalario de Puerto Rico atraviesa una de sus mayores crisis en décadas, con instituciones emblemáticas en proceso de reestructuración, despidos masivos de personal médico y la amenaza latente del cierre de servicios esenciales.
En medio de este escenario, el Hospital Municipal San Antonio de Mayagüez se ha convertido en el epicentro de las preocupaciones, al ser la única institución con una unidad de cuidados intensivos pediátricos en toda la región oeste y sur de la isla.
Mientras tanto, en Arecibo, el Hospital Pavia enfrenta una reducción drástica de personal, generando dudas sobre su futuro operacional.
El licenciado Jaime Plá, presidente ejecutivo de la Asociación de Hospitales de Puerto Rico, explicó de manera clara y contundente la situación actual durante una entrevista exclusiva con la Revista MSP:
"El dueño del hospital realmente es el municipio de Mayagüez y, tiene al momento una compañía que se lo administra. Es un hospital pequeño y yo creo que ya lleva un tiempo teniendo algunas dificultades operacionales", detalló Plá. Sin embargo, descartó un cierre inminente: "Yo creo que no va a cerrar. El secretario dijo que iban a hacer los arreglos para mantenerlo abierto".
Teniendo presente que el Hospital San Antonio resalta por su su rol como único centro de referencia para cuidados intensivos pediátricos entre Bayamón y Ponce, es una situación que el propio Departamento de Salud ha calificado como "crítica".
Plá profundizó en este punto: "Tú tienes ahí una sala de intensivo, pero los partos realmente no existen. Por lo tanto, es un intensivo pediátrico que en cierta manera vive de que le traigan un referido de niños. No produce niños como tal para poder mantenerse".
Esta dependencia de pacientes referidos desde otras instituciones ha creado un modelo financieramente insostenible que requiere de una reestructuración.
La situación en el Hospital Pavia de Arecibo no es menos preocupante. Los recientes despidos de 25 empleados han encendido las alarmas sobre la estabilidad financiera de esta institución que históricamente ha servido como hospital regional del norte.
El Lcdo. comentó: "Mi mejor entendimiento es que fueron 25 cesantías las que hubo. Ese hospital es grandísimo, porque ese era el hospital de área del gobierno de Puerto Rico, que estaba ahí enclavado".
Añadió que esta reducción de personal responde a una disminución en el volumen de pacientes: "Y yo no dudaría de que los censos del área hayan bajado algo y hayan tenido que tomar una determinación de cesantía por el hecho de que no tienen el mismo volumen de pacientes que tenían antes".
Sobre su futuro, fue categórico: "Pero de eso a cerrarse, yo creo que dista mucho porque, como te digo, ese hospital debe tener ahora mismo 150 camas operándose".
El trasfondo de esta crisis hospitalaria, en este caso se estaría relacionado directamente con los problemas estructurales del sistema de salud puertorriqueño, particularmente en lo que respecta al financiamiento federal.
Ahora bien, el Lcdo. También respondió a comentarios sobre el fenómeno de la migración de profesionales de la salud: "A mí CIMED, que es la organización que le da el seguro a los médicos, me está diciendo que la cantidad de médicos pidiendo seguro médico ha aumentado, que no ven a muchos médicos yéndose".
Sin embargo, reconoció que el problema de fondo persiste: "Si aquí se gradúan alrededor de 300 médicos anualmente, y nosotros lo que tenemos son 150, 175 espacios de residencia, y hay médicos de esos que quieren hacer especialidades, pues no tienen otra opción que irse fuera de Puerto Rico".
La situación de las enfermeras es otro capítulo preocupante en esta crisis. Plá explicó: "Las enfermeras en Puerto Rico y en otras partes del mundo están teniendo una situación grave. El estudio que se hizo para la Junta de Control Fiscal... menciona que probablemente en Puerto Rico hay suficientes enfermeras. Pero las enfermeras están escogiendo dónde quieren trabajar, porque el trabajo en los hospitales es muy sacrificado", argumenta el experto.
Asimismo, el presidente de la Asociación de Hospitales identificó un fenómeno más amplio: "En Puerto Rico y en otras partes del mundo, en Estados Unidos también, está habiendo un poco de desinterés en las profesiones de la salud". Mencionó casos específicos como los terapistas respiratorios: "Tenemos mucho problema para conseguir terapistas respiratorios que quieran estudiar terapia respiratoria".
Finalmente, Plá reflexionó sobre la transformación cultural: "trabajar en la salud antes era un privilegio, pero ahora no se está viendo de tal manera", cerrando con una observación que sintetiza los desafíos que enfrenta el sistema de salud para atraer y retener talento.
El panorama que se vislumbra para los próximos años es complejo. Mientras el gobierno intenta mantener operativos los hospitales esenciales, las instituciones se ven obligadas a reestructurarse, reducir personal y buscar alianzas que garanticen su supervivencia.
Las próximas decisiones sobre financiamiento, modelos de gestión y distribución de servicios determinarán la capacidad del sistema para mantener operativas las instituciones esenciales y garantizar el acceso a la salud en todas las regiones del país. El camino hacia la sostenibilidad requerirá ajustes operacionales, pero también una reevaluación de cómo valorar y retener el talento médico en la isla.