Alteración de serotonina y la melatonina: El impacto del mal tiempo en el bienestar emocional

Mientras algunas personas pueden sobrellevar la lluvia sin inconvenientes, una de cada 20 desarrolla un trastorno afectivo estacional.

Laura Guio

    Alteración de serotonina y la melatonina: El impacto del mal tiempo en el bienestar emocional

     La reducción de la luz solar afecta la serotonina y melatonina, influyendo en el bienestar emocional. Sin embargo, los estudios muestran que el impacto del clima en la salud mental no siempre es claro.

    No todos pueden ponerle buena cara al mal tiempo. Aproximadamente una de cada 20 personas desarrolla un trastorno afectivo estacional (TAE) cuando se enfrenta a condiciones meteorológicas adversas prolongadas.

     Este tipo de depresión leve aparece sobre todo en otoño e invierno, y sus síntomas incluyen aumento del apetito, antojo de hidratos de carbono, somnolencia excesiva, dificultad para despertar y fatiga en el trabajo. Si estos días te sientes menos funcional, recuerda: no eres tú, es la lluvia.

    El mal tiempo y su impacto en la salud mental

    Si bien el mal tiempo puede afectar el estado de ánimo, esta influencia no siempre se traduce en consecuencias clínicas. Un estudio realizado en Suiza entre 2014 y 2024 cruzó datos de precipitaciones con ingresos hospitalarios por trastornos mentales y no encontró una relación concluyente.

    Sin embargo, el impacto del clima en el estado emocional se hizo evidente en las redes sociales. Un equipo de investigadores analizó mensajes en Twitter y encontró que la nieve estaba relacionada con estados depresivos, mientras que temperaturas más altas aliviaban la depresión. Curiosamente, el calor extremo se asoció con una mayor expresión de la ira.

    El papel de la luz solar en el bienestar emocional

    La relación entre el tiempo y el estado de ánimo ha sido debatida en psicología durante décadas. Algunos fenómenos climáticos, como las olas de calor, tienen un impacto demostrado en el comportamiento humano, con un aumento en los casos de suicidio y agresiones. Sin embargo, los efectos de la lluvia y la reducción de la luz solar son menos claros y han comenzado a estudiarse más recientemente.

    "Una menor exposición al sol se asocia con niveles más altos de estrés psicosocial, lo que puede afectar negativamente la salud y el bienestar", explica Dominic Royé, investigador en biometeorología del CSIC. La luz regula el ritmo circadiano, fundamental para un buen descanso. Su ausencia altera este ritmo, afectando el sueño y la salud mental.

    Además, la falta de luz reduce la producción de serotonina, neurotransmisor clave para la felicidad, y aumenta la melatonina, hormona del sueño. La combinación de estos efectos, junto con una menor actividad social debido a la lluvia, impacta en el estado anímico.

    Un trastorno pasajero y desigual

    El impacto del clima en la psicología es subjetivo y varía según la persona. El TAE afecta con mayor frecuencia a mujeres, a quienes viven en zonas con inviernos largos y a personas con antecedentes de depresión o trastorno bipolar. La buena noticia es que, por definición, es un trastorno temporal.

    Un estudio del Instituto de Virginia para la Genética Psiquiátrica y del Comportamiento encontró que el clima soleado mejora el estado de ánimo, la memoria y el pensamiento cognitivo. 

    Estos beneficios se notan especialmente con la llegada de la primavera, cuando la población sale de un período prolongado de escasez de luz solar. En otras palabras, la lluvia presente hace que apreciemos más los efectos positivos del sol en el futuro.


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