Triturar pastillas puede provocar la dispersión del medicamento en el aire, lo que podría ser inhalado accidentalmente y causar irritación en la mucosa nasal o afectar la absorción del fármaco.
Los medicamentos están diseñados para aliviar el dolor de cabeza, tratar infecciones como la amigdalitis o mitigar los efectos de las alergias. Su propósito es combatir enfermedades y reducir el malestar asociado a diversas patologías. Sin embargo, no todas las personas tienen una relación sencilla con su consumo.
Algunas personas evitan ingerir pastillas debido a la dificultad para tragarlas o al sabor que pueden dejar. Este rechazo puede representar un desafío, especialmente para quienes requieren medicación de manera regular. En estos casos, es común que recurran a prácticas como triturarlas o partirlas para facilitar su consumo, aunque estas acciones pueden afectar la eficacia del tratamiento.
Partir una pastilla por la mitad es una práctica común para ajustar la dosis o facilitar su ingesta. Sin embargo, esta acción puede implicar ciertos riesgos, según advierte Monslud, especialista en medicina y divulgadora de temas de salud en su cuenta de TikTok.
Aunque muchas tabletas incluyen una línea divisoria que indica el punto de corte, lograr una división precisa no siempre es sencillo. Monslud explica que, al partir una pastilla, la cantidad de medicamento en cada mitad puede no ser exacta, lo que podría resultar en una dosis mayor o menor a la recomendada.
El problema no se limita únicamente a la precisión del corte, sino también a la herramienta utilizada para dividir la pastilla. "Normalmente, empleamos un cuchillo de cocina, pero si usas cortadores de pastillas, a veces tampoco llegan a ser tan exactos", señala. Esta imprecisión puede alterar la cantidad de medicamento ingerida y, en consecuencia, afectar la efectividad del tratamiento.
Otro riesgo asociado con partir o triturar los medicamentos es la posible dispersión del fármaco en el aire. "Al triturar las pastillas, llegan a volar un poquito el medicamento que llegas a respirar y eso puede también irritarte la mucosa nasal", cuenta. Aunque este efecto pueda parecer menor, incluso pequeñas variaciones en la dosis podrían influir en el resultado terapéutico.
Ante estos riesgos, Monslud enfatiza la importancia de considerar estos factores para evitar efectos adversos. "Aunque no lo parezca, estas diferencias pueden influir significativamente en el resultado terapéutico", concluyó.
Según el portal Infobae, para garantizar la seguridad y eficacia de un tratamiento, es fundamental seguir las indicaciones del profesional de la salud. Uno de los errores más frecuentes es no respetar la dosis recomendada, ya sea por ingerir una cantidad mayor o menor a la indicada.
Asimismo, no se deben partir o triturar pastillas sin la orientación de un especialista, ya que esto podría alterar su efecto o comprometer su seguridad. Otras prácticas de riesgo incluyen mezclar medicamentos con alcohol o suspender el tratamiento antes de tiempo, incluso si los síntomas han desaparecido.
Ante cualquier duda, es recomendable consultar a un profesional de la salud antes de modificar la forma de administración de un medicamento.