La paciente describía un característico "chasquido" audible y palpable que se exacerbaba con actividades cotidianas como caminar o sentarse, acompañado de una progresiva limitación funcional.
Paciente femenina de 29 años, consultó por sintomatología de un año de evolución caracterizada por sensación de "chasquido" o prominencia en el trocánter mayor derecho, asociado a dolor que se exacerbaba durante la marcha y al flexionar la cadera para sentarse.
La paciente presentaba antecedentes médicos relevantes que incluían laxitud ligamentaria (en estudio para síndrome de Ehlers-Danlos), pie plano flexible manejado con plantillas, asimetría de longitud en miembros inferiores, hiperlordosis lumbar severa, escoliosis desde la infancia en manejo con ortesis y fenómeno de Raynaud en estudio con diagnóstico final de vasculitis.
Al examen físico se evidenció postura hipotónica secundaria a hiperlordosis lumbar e hipercifosis torácica, con tendencia a genu valgo y pie plano que compensaba con retracción del músculo tensor de la fascia lata.
Se identificó asimetría de 4 mm en la longitud de miembros inferiores (mayor en el lado derecho), chasquido miofascial del glúteo medio con rotación externa y flexión de cadera, así como debilidad significativa de la musculatura glútea (predominante en el lado derecho).
El examen reveló además signos de impingement de cadera con dolor a la rotación interna bilateral en posición flexionada, particularmente en el lado derecho con dolor localizado en el trocánter mayor.
El abordaje diagnóstico incluyó ecografía dinámica de cadera que demostró engrosamiento del tensor de la fascia lata derecho (4 mm), alteración del patrón fibrilar y protrusión tendinosa sobre el trocánter mayor durante la evaluación dinámica, acompañado de chasquido audible y palpable.
La resonancia magnética complementaria mostró edema bilateral de la banda iliotibial y leve engrosamiento de la misma en el lado derecho (2.3 mm).
A pesar de múltiples esquemas analgésicos (incluyendo hidrocodona/acetaminofén) y sesiones de fisioterapia, la paciente presentó progresión de los síntomas, lo que motivó el abordaje quirúrgico inicial mediante artroscopia con incisión en T de la banda iliotibial derecha usando radiofrecuencia, seguido de un segundo procedimiento con incisión en X en el lado izquierdo.
El seguimiento postoperatorio demostró recurrencia de síntomas en cadera derecha, con ecografía de control que reveló mayor engrosamiento tendinoso (7.5 mm) y líquido peritendinoso probablemente de origen posquirúrgico. Un año después del primer procedimiento, se realizó una nueva intervención quirúrgica en cadera derecha que incluyó apertura de la banda iliotibial, sinovectomía parcial y tenotomía en dos niveles, encontrándose fibrosis tendinosa severa como hallazgo adicional.
Al cierre de este reporte, la paciente presentaba mejoría parcial de los síntomas sin nuevos controles imagenológicos realizados.
Los hallazgos imagenológicos correlacionaron consistentemente con la evolución clínica y los hallazgos quirúrgicos, destacando el valor de estas herramientas en la toma de decisiones terapéuticas en esta patología.
El síndrome de cadera en resorte externo (SCRE) involucra principalmente la banda iliotibial (BIT), aunque en menor medida puede existir compromiso del tendón del glúteo mayor. Si bien el diagnóstico es fundamentalmente clínico, los estudios por imágenes resultan esenciales para descartar otras causas de dolor cadérico como alteraciones óseas, de partes blandas, bursitis o lesiones del labrum.
La ecografía dinámica emerge como la modalidad diagnóstica más útil, permitiendo visualizar en tiempo real el engrosamiento de la BIT (>4 mm en nuestro caso), la heterogeneidad de su ecogenicidad y, fundamentalmente, la subluxación tendinosa sobre el trocánter mayor durante maniobras de flexión y rotación externa de cadera.
Estos hallazgos dinámicos, correlacionados con el "chasquido" audible y la sintomatología dolorosa, son patognomónicos del SCRE. La resonancia magnética complementa la evaluación al demostrar edema de la BIT (>2 mm), cambios inflamatorios bursales y, en casos crónicos, atrofia ipsilateral del glúteo mayor.
En este caso (Roger David Medina-Ramírez et al), la ecografía dinámica resultó determinante tanto para el diagnóstico inicial como para evaluar la recurrencia postquirúrgica, donde mostró un mayor engrosamiento tendinoso (7.5 mm) y líquido peritendinoso.
La RM preoperatoria corroboró estos hallazgos, aunque con menor sensibilidad para captar el componente dinámico.
El manejo inicial debe ser conservador (reposo, fisioterapia y AINEs), reservando la cirugía para casos refractarios. Las opciones quirúrgicas incluyen liberación artroscópica de la BIT o plastía en Z, aunque como se evidenció en nuestra paciente, la recurrencia sintomática (posiblemente asociada al proceso fibrótico postquirúrgico y la hiperlaxitud subyacente) sigue siendo un desafío terapéutico.
Se requieren más estudios para establecer parámetros diagnósticos estandarizados y protocolos terapéuticos óptimos en esta patología compleja.