Apnea del sueño en hombres: Se relaciona con mayor prevalencia de hipertensión arterial, arritmias y ACV

Los hombres son más vulnerables por factores anatómicos y hormonales, como una vía aérea más larga y la falta de protección hormonal que ofrecen los estrógenos en las mujeres.

Katherine Ardila

    Apnea del sueño en hombres: Se relaciona con mayor prevalencia de hipertensión arterial, arritmias y ACV

    La apnea del sueño es uno de los trastornos del descanso más comunes pero menos diagnosticados en la población masculina. A pesar de que muchos lo asocian simplemente con los molestos ronquidos nocturnos, esta condición encierra riesgos mucho más serios para la salud integral. 

    Bajo este contexto, la doctora María Angélica Basurto Zapata, jefe del Centro de Medicina del Sueño de la Fundación Neumológica Colombiana, explica: "La apnea del sueño es una enfermedad muy prevalente... es mucho más frecuente en hombres de la edad media, entre 40 y 60 años". 

    Esta franja etaria, que coincide con una de las etapas más provechosas de la vida, se ve comprometida cuando no se trata adecuadamente este trastorno, pues, según declaraciones de la experta, "la apnea del sueño no tratada, se relaciona con mayor prevalencia de enfermedades cardiovasculares, como hipertensión arterial, arritmias, enfermedad coronaria o accidentes cerebrovasculares".

    Factores de riesgo: ¿Por qué los hombres son más vulnerables?

    Las razones detrás de la mayor incidencia en varones son tanto anatómicas como hormonales. La doctora Basurto ahonda en su respuesta: "Probablemente tiene que ver con un tema hormonal. Las mujeres tienen los estrógenos que protegen un poco a este grupo de población al apnea del sueño". 

    Pero la explicación no termina ahí, pues añade un componente físico clave: "Lo otro es que los hombres tienen un poco más larga la vía aérea y siendo más larga, es más susceptible de colapsarse durante el sueño". 

    A estos factores se suma la obesidad, particularmente peligrosa cuando la grasa se acumula en la zona del cuello, creando una presión adicional sobre las vías respiratorias durante las horas de descanso.

    Síntomas alarmantes que muchos ignoran

    Identificar la apnea del sueño requiere prestar atención a señales que frecuentemente se pasan por alto. La especialista advierte: "A veces se normaliza el ronquido, de hecho existe la creencia que si la gente ronca está durmiendo y descansando mejor y nada más contrario a la verdad, roncar nunca es normal". 

    Pero los indicadores van más allá, incluyendo pausas respiratorias observadas por la pareja, sueño fragmentado y necesidad constante de orinar durante la noche. Durante el día, la somnolencia excesiva se convierte en un compañero peligroso, como advierte la doctora: 

    "Quedarse dormido o casi quedarse dormido en actividades de la vida normal como es leer, como es conducir un vehículo, en el trabajo, en reuniones, en un sitio público, no es normal tener sueño durante el día si el sueño es de buena calidad".

    Complicaciones graves para la salud integral

    Las consecuencias de no tratar la apnea del sueño pueden ser devastadoras para el organismo. La neumóloga alerta: "La apnea del sueño no tratada, principalmente la moderada y severa, se relaciona con mayor prevalencia de algunas enfermedades cardiovasculares, principalmente hipertensión arterial sistémica, pero también puede haber arritmias, enfermedades cardíacas de otro tipo, como enfermedad coronaria o accidentes cerebrovasculares". 

    Además de estos riesgos físicos, el trastorno mina la calidad de vida, afectando el rendimiento laboral, el estado de ánimo y hasta la vida sexual. La fatiga crónica derivada de las noches mal dormidas se traduce en irritabilidad, dificultad para concentrarse y bajo desempeño en las actividades cotidianas.

    Diagnóstico: más accesible de lo que se piensa  

    Muchos hombres postergan la evaluación por temor a estudios complejos, pero la realidad es más alentadora. La doctora Basurto aclara: "Hay dos tipos de estudios para diagnosticar la apnea... hay unos estudios muy sencillos que la lista de espera es mucho más corta, el paciente se lleva un equipo a la casa, se coloca unas señales que son muy fáciles de poner, una cánula nasal, una banda en el tórax y un oxímetro". 

    Estos dispositivos portátiles permiten un diagnóstico preciso sin necesidad de pasar la noche en un laboratorio del sueño, aunque en casos complejos puede requerirse el polisomnograma tradicional.

    Tratamientos efectivos para recuperar el descanso  

    El abanico de opciones terapéuticas actuales ofrece soluciones adaptables a cada caso. La especialista explica: "El principal tratamiento es la presión positiva en la vía aérea, se llama el CPAP... es un tratamiento muy efectivo". 

    Para quienes tienen dificultad para adaptarse a este dispositivo, existen alternativas como los aparatos de avance mandibular diseñados por odontólogos especializados. En todos los casos, los cambios en el estilo de vida son fundamentales, especialmente el control del peso y la adopción de hábitos de sueño saludables.

    Consejos prácticos para mejorar la calidad del sueño  

    La doctora Basurto menciona medidas sencillas pero con gran impacto: "Los hábitos de sueño son muy importantes no solamente en pacientes que tengan la enfermedad sino en todo el mundo... mantener horarios regulares tanto de irse a la cama como de levantarse, esto es fundamental".

    Además, recomienda evitar el alcohol antes de dormir, ya que "el alcohol aumenta las apneas y aumenta el ronquido", así como crear un ambiente propicio para el descanso, libre de pantallas y con temperatura adecuada.

    "Les diría que sí tienen síntomas, que si roncan, que si están cansados, puede ser una enfermedad que podemos tratar y mejorar los síntomas, mejorar la calidad de vida y disminuir el riesgo de tener complicaciones cardiovasculares más adelante", puntualiza la experta. 

    Dejar pasar el tiempo ante estas señales puede tener consecuencias irreversibles, mientras que un diagnóstico oportuno puede cambiar radicalmente la calidad de vida. La invitación es clara: consultar con un especialista en trastornos del sueño podría ser la decisión más saludable que un hombre puede tomar por sí mismo y por quienes lo rodean.



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