"El parto prematuro no siempre se puede evitar, pero sí anticipar": Dr. César Meller

El parto prematuro, definido como aquel que ocurre antes de las 37 semanas de gestación, representa una de las principales causas de morbilidad y mortalidad neonatal en el mundo.

Laura Guio

    "El parto prematuro no siempre se puede evitar, pero sí anticipar": Dr. César Meller

    A pesar de los avances en el diagnóstico y la medicina perinatal, las causas son múltiples y complejas, y van desde antecedentes personales hasta condiciones uterinas o complicaciones del embarazo actual.

    Por eso, en el XX Congreso de Obstetricia y Ginecología celebrado en Bogotá, el Dr. César Meller, con una destacada trayectoria como jefe de obstetricia del Hospital Italiano de Buenos Aires y actual vicepresidente de la Sociedad Argentina del Diagnóstico Prenatal y Tratamiento, dialogó con la Revista Medicina y Salud Pública sobre uno de los mayores desafíos en salud perinatal: el parto prematuro.

    "El parto prematuro es una complicación en todos los países, en todo el mundo", explicó. Entre los principales factores de riesgo, destacó el antecedente de parto prematuro y las gestaciones múltiples:

     "Cuanto mayor el número de fetos, mayor es el riesgo de que el nacimiento ocurra antes de tiempo". A estos se suman, aunque con menor frecuencia, anomalías uterinas o cirugías previas en el cuello del útero.

    Espontáneo o indicado: Dos caminos hacia un mismo desenlace

    Según el Dr. Meller, el parto prematuro puede presentarse de forma espontánea —cuando la paciente entra en trabajo de parto de manera natural— o de manera indicada por el médico, ante complicaciones como preeclampsia o restricción del crecimiento fetal. En estos casos, se toma la decisión de interrumpir el embarazo para proteger la vida de la madre y del bebé.

    "No es que uno define interrumpir el embarazo en todos los casos. En el espontáneo, la paciente llega con contracciones. En el indicado, es una decisión médica basada en factores de riesgo", detalló.

    Longitud cervical: un parámetro útil, aunque imperfecto

    Uno de los principales indicadores que los especialistas utilizan para anticipar el riesgo de parto prematuro es la longitud cervical, que hace referencia al tamaño del cuello uterino. Durante el embarazo, este cuello debe mantenerse largo y cerrado para sostener al feto hasta que llegue a término. 

    Uno de los métodos más utilizados para predecir el riesgo de parto prematuro es la medición de la longitud cervical mediante ecografía transvaginal. Sin embargo, su eficacia ha sido tema de debate en la comunidad científica.

    "Es una controversia a nivel mundial", reconoció Meller. "No es un test perfecto, pero es lo que tenemos. Cuanto más corto es el cuello del útero, mayor es el riesgo. Por eso, en embarazos únicos o múltiples, donde el acceso a la ecografía es viable, recomendamos su evaluación".

    Uso de la progesterona para la prevención

    El tratamiento con progesterona ha demostrado reducir el riesgo de parto prematuro en mujeres con cuello uterino corto. El Dr. Meller enfatizó que su uso está ampliamente aceptado en embarazos únicos y se está considerando también en gemelares, aunque con mayor cautela.

    "La progesterona es clave. En cuellos muy cortos puede sumarse un cerclaje. En gemelares, si el cuello mide menos de 25 mm, también lo valoramos. Son decisiones individualizadas".

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    ¿Cesárea o parto vaginal? Decisión basada en la clínica

    En cuanto a la vía de nacimiento, el Dr. Meller aclaró que el parto prematuro, por sí solo, no es una indicación de cesárea. Esta se considera solo cuando hay complicaciones específicas, como una mala posición fetal o signos de sufrimiento.

    "Perfectamente puede haber un parto vaginal. La cesárea se reserva para casos particulares: presentación pelviana, fetos que no crecen bien, o sospecha de que no tolerarán el trabajo de parto", afirmó.

    También se refirió a escenarios complejos, como los embarazos gemelares con presentaciones mixtas: "Definitivamente es posible. Depende mucho de la experiencia del equipo médico y de las prácticas habituales del centro. Hay regiones donde se intenta el parto vaginal, otras donde se opta de forma rutinaria por la cesárea".

    Claves para reducir riesgos de parto pretérmino

    El acompañamiento a las pacientes que ya han vivido un parto prematuro es fundamental. Para Meller, una de las principales tareas del obstetra es brindar información, contención emocional y estrategias clínicas individualizadas.

    "Lo primero es tranquilizarla. El haber tenido un parto prematuro aumenta el riesgo, pero no significa que va a volver a ocurrir. Lo más probable es que no le pase otra vez. Igual, actuamos: con progesterona, cerclaje, o aspirina en casos con antecedentes de preeclampsia, según corresponda".

    Asimismo, hizo un llamado a promover no solo los controles prenatales, sino también el asesoramiento preconcepcional.

     "Si están planificando un embarazo, hay que prepararse: dejar de fumar, controlar peso y presión arterial, optimizar condiciones. Eso aumenta las probabilidades de un embarazo saludable". Concluye el especialista.


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