La recien inaugurada Unidad Especializada en Rehabilitación del Hospital Auxilio Mutuo atiende -por ahora- más de 15 pacientes con complicaciones médicas que les han afectado su diario vivir.
Jean Mitchelle Vélez
Agencia Latina de Noticias de Medicina y Salud Pública
La recién inaugurada Unidad Especializada en Rehabilitación del Hospital Auxilio Mutuo atiende -por ahora- más de 15 pacientes con complicaciones médicas que les han afectado su diario vivir.
Vienen a rehabilitarse para recuperar fuerza y habilidades, para enseñarles cómo retomar su vida y a manejarse en la cotidianidad, a pesar del área física afectada o deficiente. En el centro se ven pacientes que han sufrido derrames cerebrovasculares, que hayan pasado mucho tiempo en cuidado intensivo, trasplantados o con afecciones en caderas, rodillas que les impidan movilizarse como antes. También se realizan terapias patológicas a los pacientes que lo necesiten”, explicó el Dr. Rafael Sanz, fisiatra de esta unidad. “En este lugar se quedan aquí con personal especializado que brinda terapia física y ocupacional, que les son muy útiles en el diario vivir, bien sea dentro o fuera de la unidad de rehabilitación”, agregó.
Además, los pacientes se educan sobre nuevas maneras de realizar tareas, uso de equipo adaptativo y prevención de futuras complicaciones.
El Hospital Auxilio Mutuo hace parte de los centros hospitalarios que cuenta con unidad de rehabilitación en Puerto Rico. Por lo general se atienden adultos de todas las edades -el paciente más joven contaba con 20 años a su ingreso y el paciente de mayor edad, superaba los 101 años- aunque la edad que predomina son mayores de 80 años.
Uno de los mayores beneficios de la Unidad Especializada en Rehabilitación es la cantidad de especialistas que prestan servicios en el Hospital Auxilio Mutuo. En caso de cualquier eventualidad, los médicos pueden atender la emergencia ágilmente, sin necesidad de incurrir en traslados a otros centros de salud.
El proceso de admisión comienza con una consulta médica. Usualmente, el paciente ingresa al Hospital Auxilio Mutuo desde emergencias o es intervenido quirúrgicamente en las instalaciones del hospital. Una vez estable y con un proceso de recuperación iniciado, los médicos tratantes evalúan si el paciente presenta deficiencias y en caso de ser así, consultan con los especialistas del centro.
Se evalúa el caso y dependiendo de la condición y de la evolución del paciente en el centro es o no candidato. Todos los días se reciben muchas solicitudes que no necesariamente indican si el paciente es un candidato. Las personas deben que cumplir requisitos, entre esos recibir y tolerar terapias intensivas de 3 horas, incluso más tiempo”, explicó el doctor Sanz. “Una vez encontramos un paciente que entendemos como candidato, se hace el referido al plan médico y esperamos la aprobación. Si lo aprueban, los fisiatras lo admitimos y le hacemos un plan personalizado de rehabilitación, en el que se incluyen las especialidades de terapia que necesita”, añadió. Además, se educan sobre nuevas maneras de realizar tareas, uso de equipo adaptativo y prevención de futuras complicaciones.
La estadía usualmente es de 7 a 10 días, dependiendo de la evolución. La expectativa de mejora va a depender del paciente.
Parte de mi labor es orientar al paciente y su familia sobre el rango de días que va a permanecer en la unidad, dependiendo de la orientación de su médico tratante y de cómo vaya evolucionando. Además siempre se deja claro que el proceso es más largo que la estadía en el centro. En mi caso, hago énfasis sobre el esfuerzo individual en las terapias y en los tratamientos futuros luego de la rehabilitación, que deben realizarse con menor intensidad” mencionó Anabelle Soto Martínez, coordinadora de rehabilitación de la unidad. “En un caso sencillo como operaciones de rodilla o cadera, el paciente no sale caminando como antes pero sale apoyado en andador, en un estado mejor del que llegó. Otros, salen caminando. Todo depende del caso”, puntualizó Soto Martínez.
Cuando el paciente llega se le ponen unas metas, de acuerdo a la gravedad de su lesión. El objetivo es que éstas se cumplan para asignar nuevas metas y así ayudar al paciente a retomar la cotidianidad al máximo posible. “Por ejemplo, si el paciente es una persona mayor con fractura de cadera no camina 150 pasos. Como especialista, uno desea que la persona camine 20 - 25 pasos para que pueda desplazarse desde la cama hasta el baño de su casa. Cuando lo logra, buscamos nuevas metas”, mencionó el Dr. Sanz.
Cada semana el equipo se reúne para evaluar los casos y ver el progreso individual. En dicha reunión, el equipo decide la fecha de alta, si necesita pasar más tiempo en la unidad de rehabilitación o si requerirá equipo especial en su casa, en caso de salir del centro.
En caso de ataque cerebrovascular, el paciente recibe la visita de un terapista ocupacional para iniciar las terapias en su habitación. Las mismas consisten en levantarse, ponerse los zapatos y hacer tareas cotidianas relacionadas a la dependencia funcional.
En adición a las terapias, al paciente se le permite acceder al gimnasio de la unidad, en el que se enfocan en ejercicios para mejorar la coordinación, movilidad del lado afectado, equilibrio al estar sentado y de pie. Como terapias adicionales, al paciente se le dan a conocer estrategias cognitivas para agilizar pensamientos.
Una vez culminado el ciclo de terapias, el equipo de enfermería de esta unidad ofrece sus servicios durante 24 horas para evaluar y atender necesidades del paciente.
La meta de este centro es que luego de la rehabilitación, el paciente pueda retornar a su ambiente de forma segura y con la mayor independencia posible.