Para trabajar como enfermera en EE. UU., es obligatorio aprobar el examen NCLEX-RN y certificar el dominio del inglés.
Cada año, miles de enfermeras formadas fuera de Estados Unidos aspiran a trabajar legalmente en el país. Aunque el proceso puede parecer complejo, existen rutas claras y estructuradas que permiten a profesionales extranjeras validar sus credenciales, cumplir con los requisitos regulatorios y obtener una licencia para ejercer.
A continuación, se describen los pasos esenciales para lograrlo.
El proceso comienza con haber culminado un programa de enfermería acreditado en el país de origen. Este título debe estar respaldado por una licencia profesional vigente y experiencia reciente en el ejercicio de la enfermería.
Algunas jurisdicciones pueden exigir un curso de adaptación o de integración clínica, que incluya teoría y prácticas supervisadas, con el fin de igualar el nivel educativo con los estándares estadounidenses.
La competencia en el idioma inglés es esencial para garantizar la seguridad del paciente y la comunicación eficaz en el entorno clínico. Por ello, se solicita la presentación de exámenes estandarizados como el TOEFL, el IELTS o el OET.
Estos exámenes evalúan comprensión auditiva, lectura, escritura y expresión oral. La puntuación mínima exigida varía según el estado donde se desee ejercer, pero siempre es un requisito no negociable si la formación no fue en un país angloparlante.
La Comisión de Graduados de Escuelas de Enfermería Extranjeras (CGFNS, por sus siglas en inglés) se encarga de verificar que los estudios realizados cumplan con los criterios exigidos en EE. UU. Ofrece varios servicios, entre ellos:
Una vez aprobadas las etapas anteriores, es necesario presentar el examen NCLEX-RN (National Council Licensure Examination).
Esta prueba nacional mide la capacidad de tomar decisiones clínicas seguras, aplicar el juicio profesional y responder adecuadamente en diversas situaciones de atención al paciente. Cada estado tiene su propia Junta de Enfermería que administra este proceso y establece los requisitos específicos para obtener la licencia.
Además de los requisitos académicos y profesionales, es imprescindible contar con una oferta laboral o el patrocinio de una agencia de reclutamiento. Este patrocinio permite tramitar la visa correspondiente. Algunas de las opciones más comunes son:
Una vez en territorio estadounidense, es necesario registrarse ante la Junta Estatal de Enfermería donde se ejercerá. Esta entidad regula la práctica profesional, exige la renovación periódica de la licencia y establece programas de educación continua para asegurar la actualización de competencias clínicas.
Pese a los múltiples requisitos, muchas enfermeras extranjeras logran incorporarse al sistema de salud estadounidense, contribuyendo a resolver las brechas de personal que enfrentan hospitales y clínicas. La planificación, el acompañamiento profesional y el dominio del proceso son claves para lograrlo.
Quienes deseen conocer en detalle cada uno de los pasos y requisitos pueden consultar la guía oficial en el siguiente enlace: https://nurse.org/articles/work-in-us-as-foreign-educated-nurse