Dieta mediterránea es crucial para pacientes con Crohn y Colitis Ulcerosa por su efecto antiinflamatorio

La terapia médico-nutricional debe ser individualizada en las Enfermedades Inflamatorias del Intestino, teniendo en cuenta el estadio y las necesidades específicas del paciente.

Valery Cardozo

    Dieta mediterránea es crucial para pacientes con Crohn y Colitis Ulcerosa por su efecto antiinflamatorio

    En un panel de expertos donde se discutió sobre el tratamiento de las enfermedades inflamatorias intestinales (EII), Revista MSP tuvo el privilegio de conversar a profundidad con la Lcda. Norimar Caraballo, quien es nutricionista y brindó una perspectiva fundamental sobre el papel crucial de la terapia médico-nutricional en el manejo de estas condiciones gastrointestinales.

    La terapia médico-nutricional es muy importante en el manejo de pacientes con enfermedades inflamatorias intestinales, con el objetivo de mantener un estado óptimo del paciente mediante una alimentación balanceada, evitando la pérdida de peso, la malnutrición y la gestión de los síntomas.

    La dieta debe adaptarse a las necesidades y tolerancias individuales

    La Lcda. Caraballo destacó la necesidad de una dieta individualizada, adaptada a las necesidades y tolerancias de cada paciente y además subrayó la importancia de mantener un estado nutricional óptimo, evitar la malnutrición y gestionar los síntomas a través de una alimentación balanceada como lo es la dieta mediterránea.

    Beneficios de la dieta mediterránea en las EII

    La denominación "dieta mediterránea" se debe a su origen en los países que rodean el Mar Mediterráneo, como Italia y Grecia, y se ha demostrado que tiene una amplia gama de beneficios no solo para las condiciones gastrointestinales, sino también para la salud cardiovascular y en general. 

    "Esta dieta, rica en frutas, verduras, carbohidratos integrales y moderada en pescado y mariscos, ofrece un enfoque equilibrado y saludable. Sin embargo, representa un desafío para aquellos que están acostumbrados a consumir carnes rojas y alimentos ultraprocesados, ya que se ha observado que estos alimentos tienden a ser menos favorables para pacientes con enfermedades inflamatorias". Destacó la nutricionista. 

    Las carnes rojas, en particular, presentan un dilema, ya que son ricas en ácidos grasos Omega-3, conocidos por sus propiedades antiinflamatorias, lo que puede ser beneficioso para pacientes con estas condiciones. 

    En este sentido, Caraballo explicó que "la dieta mediterránea ha demostrado ser beneficiosa para pacientes con EII debido a su efecto antiinflamatorio. Esta dieta, rica en frutas, vegetales, granos enteros y pescado, promueve la salud intestinal y cardiovascular, siendo una opción accesible y versátil para muchos pacientes". 

    Desafíos socioeconómicos que representan las recomendaciones dietéticas

    Sin embargo, la discusión resaltó que la implementación de recomendaciones dietéticas puede enfrentar obstáculos socioeconómicos y es un tema que debe hablarse claramente. Caraballo enfatizó en la importancia de que el profesional en dieta sepa adaptar las recomendaciones a la realidad de cada paciente, considerando factores como la disponibilidad de alimentos y los recursos económicos.

    "El costo y la disponibilidad de alimentos saludables pueden ser barreras significativas para muchos pacientes. Es crucial reconocer y abordar los desafíos socioeconómicos que afectan la capacidad de los pacientes para seguir recomendaciones dietéticas y acceder a tratamientos médicos". Explicó la nutricionista.

    Además, el desafío de la dieta enteral y parenteral en pacientes con EII en etapas activas de la enfermedad. Caraballo explicó que, "en casos donde la alimentación oral no es posible, la alimentación parenteral se convierte en una opción vital para mantener el estado nutricional y evitar complicaciones".

    Combatiendo la malnutrición en EII: El papel crucial de la alimentación parenteral

    Esto puede ocurrir debido a diversas razones, como la presencia de una fístula, obstrucción intestinal o una inflamación severa que impide la ingesta de alimentos, requiriendo reposo intestinal. En este punto, se inicia el tratamiento mediante la alimentación parenteral, que consiste en suministrar nutrientes esenciales como carbohidratos (en forma de dextrosa), proteínas (en forma de aminoácidos) y lípidos (grasas) a través de una vía central.

    "Es crucial mantener un estado nutricional óptimo para estos pacientes, especialmente considerando los desafíos adicionales que enfrentan en relación con los medicamentos. Muchos pacientes con enfermedades inflamatorias intestinales experimentan síntomas de malnutrición, sangrado y diarreas crónicas, que impactan negativamente en su estado nutricional". Enfatizó la Dra. Carballo.

    Este estado de malnutrición aumenta el riesgo de infecciones y complicaciones adicionales, prolongando la estadía hospitalaria y exacerbando la condición subyacente. Por tanto, la atención nutricional adecuada es fundamental para abordar estas complicaciones y mejorar el bienestar general del paciente.

    Algunas recomendaciones nutricionales:

    • Consumir una variedad de frutas, verduras, granos enteros y pescado.

    • Limitar el consumo de alimentos ultraprocesados y carnes rojas.

    • Adaptar la dieta según la tolerancia individual y las etapas de la enfermedad.

    • Considerar alternativas accesibles y económicas para garantizar la adherencia a la dieta recomendada.

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