La fractura se produce porque la persona,decide hacer cosas postergadas
Susana María Rico
Agencia Latina de Noticias de Medicina y Salud Pública
Las alteraciones que ha causado la pandemia de Sars-CoV2 en la vida cotidiana, sobrepasan todos los días un nuevo límite. Debido al temor colectivo, las salas de emergencia permanecen vacías y las personas con mayor vulnerabilidad, expuestas a los riesgos que corren al interior de su casa o lugar en el que pasan los días de aislamiento social.
Dentro del grupo de estos riesgos, sin lugar a dudas, se sitúan las fracturas en adultos mayores. Fracturas de cadera, de muñeca o tobillo son las que se reportan con mayor frecuencia en los hospitales de Puerto Rico.
"El problema es idéntico a lo que pasó en el huracán María", afirma el Dr. Luis Ríos, ortopeda. "Estamos viendo pacientes en edad avanzada, por ejemplo, que se encuentran solos en sus viviendas, están aburridos. Ahora por la cuestión del distanciamiento social, nadie los puede visitar", menciona en especialista en entrevista con la Revista Medicina y Salud Pública.
Las causas de estas lesiones no varían mucho. La fractura se produce porque la persona, en su necesidad de hacer uso del tiempo, decide hacer cosas postergadas o sencillamente sufre accidentes caseros (los típicos resbalones) y su tejido óseo no cuenta con la misma capacidad para resistir el golpe o amortiguar el peso corporal. "No se han presentado fracturas por accidentes con vehículo de motor pero sí accidentes domésticos", explica Ríos.
Aunque el sistema de salud esté enfocado hacia la pandemia y la reducción de casos de COVID-19, la población tiene garantizada la atención en sala de emergencias, bien sea por una fractura o por la manifestación de otros síntomas, no necesariamente relacionados con el coronavirus.
"Como aquí en Puerto Rico comenzamos bastante rápido el toque de queda y la restricción de las salidas de la gente y los horarios de trabajo, los hospitales están vacíos. Hay entre un 20% y 30% de ocupación en los hospitales porque la gente tiene miedo de ir a las salas de emergencia. Lo que he visto es que cuando llegan con la fractura, tienen 2 y 3 semanas con ella", resalta el médico ortopeda.
El tratamiento, teniendo en cuenta la crisis sanitaria, no ha cambiado para las fracturas. Si bien, la recuperación del paciente depende del tiempo de atención, se mantiene el uso de férulas, yesos y cirugías, en caso de que se trate de fracturas más complejas o en áreas del cuerpo para las que no hay otra opción terapéutica; por ejemplo, la cadera.
Para los pacientes con enfermedades reumáticas (aprox. el 0,8% de puertorriqueños sufre artritis reumatoide de acuerdo con la Fundación Puertorriqueña de Enfermedades Reumáticas (FER)), las fracturas son una lesión a la que esta población es particularmente vulnerable.
"Por el momento, no he encontrado un caso de este tipo. Sí, la gente tiene el dolor de artritis usual. El problema es que muchos de los pacientes que veo para reemplazar articulaciones no se pueden operar porque estamos haciendo procedimientos selectivos para no gastar el equipo de protección destinado a médicos y enfermeras en esta emergencia", destaca el Dr. Ríos.
Debido al brote por coronavirus, el médico explicó que en Puerto Rico los procedimientos para pacientes con artritis u otras condiciones, que requieran reemplazos de cadera o rodilla están aplazados, a menos que se presente un caso de gravedad que requiera intervención inmediata. La medida, sin embargo, generar efectos contraproducentes.
"Obviamente, si la persona no puede hacerse el reemplazo de rodilla, camina mal y por consiguiente, tropieza, cae y se fractura. ¿Qué ocurre? sí terminan operados pero de la cadera, la muñeca pero no de la rodilla", ejemplifica el galeno durante su entrevista.
Actualmente, el tratamiento que reciben los pacientes con artritis se fundamenta en el uso de antiinflamatorios e inyecciones. Sin embargo, ante las condiciones de aislamiento impuestas como medida preventiva, puede aumentar la rigidez articular y el dolor a causa de la falta de movimiento.
"Por supuesto que el coronavirus ha restado importancia a las demás enfermedades. Hoy por hoy, los pacientes se quedan en su casa padeciendo dolor", puntualiza el Dr. Ríos.
Al mismo tiempo, advierte que no se puede saber con certeza cuándo podrán realizarse de nuevo cirugías para pacientes con enfermedades reumáticas, ya que depende del control de la epidemia.
Hasta el momento, no hay evidencia de investigaciones en curso sobre el coronavirus y sus efectos sobre las fracturas o enfermedades reumáticas. Los especialistas deben seguir las especificaciones y cambios que se plantean desde los CDC o correspondientes ministerios de salud.