Ingerny Polanco
Agencia de Noticias de Medicina y Salud Pública
Durante la temporada de huracanes se genera un problema de salud pública de alto impacto por epidemias de infecciones bacterianas y respiratorias: el aumento de las enfermedades de este tipo. Es por ello que, independientemente de si un país se ve afectado o no, cuando se presenta una alerta por el paso de dichos fenómenos atmosféricos, es importante que se eduque a los ciudadanos sobre cómo cuidarse de las infecciones .
Actualmente, Puerto Rico y República Dominicana han sido declarados en estado de emergencia ante la posible llegada de la tormenta tropical Dorian, por el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos. Frente a este panorama, la revista Medicina y Salud Pública (MSP) consultó al Dr. Lemuel Martínez, Presidente de la Sociedad de Enfermedades Infecciosas de Puerto Rico, quien presentó su perspectiva como experto en infecciones bacterianas y respiratorias, tomando en cuenta que las muertes por enfermedad bacteriana (específicamente leptospirosis) se dispararon en Puerto Rico tras el huracán María en 2017.
“Lo primero es cuidar los alimentos. Si el sistema eléctrico se interrumpe, la comida refrigerada es la primera que se afecta. Y esto incluye los establecimientos de comida. Es común que aumenten los casos de gastroenteritis luego fallas en la red eléctrica aun sin tormentas”,
explicó el especialista, quien es también Director del Departamento de Infectología del Doctors Center Hospital de Manatí.
El galeno también puntualizó es común que aumenten las enfermedades de infecciones bacterianas y respiratorias de hongos en la piel por el aumento en la humedad. Lo problemático de estas afecciones es que cuartean la piel, permitiendo que bacterias entren más profundo en la piel causando infecciones. Esto es de peculiar importancia en los pacientes encamados y pacientes diabéticos con neuropatías periféricas.
“Si acuden a refugios, tengan en cuenta que hay varias infecciones respiratorias a las cuales podemos estar expuestos. Si bien estamos conscientes que el virus de influenza puede propagarse fácilmente en estos escenarios, también hay bacterias respiratorias similares como el Mycoplasma que se presenta con síntomas similares. Procure mantener una buena higiene de manos, tanto con agua como con productos de lavado en seco. Es importante cubrirse la boca y nariz con los estornudos y tos. Hoy día también están accesibles las mascarillas que protegen contra gotas aerosolizadas”,
manifestó el Dr. Martínez.
De las condiciones más temidas que aumentan durante esta época, en especial después de tormentas lo es la leptospirosis. Es difícil evitarla si las personas no se preparan, y es que esta bacteria por lo general sobrevive en terrenos húmedos por semanas, y durante inundaciones estas aguas contaminadas invaden otros terrenos.
“Muchas personas intentan protegerse usando botas de goma pero no protegen sus manos. Use todo el equipo de protección si tiene que exponerse a estos ambientes. Los síntomas principales de leptospirosis son fiebre y dolores musculares en los músculos grandes (piernas, pantorillas). En casos severos puede desarrollarse ictericia (piel y ojos amarillentos) y deterioro renal asociado a plaquetas bajas. En estos casos se requiere atención médica de inmediato, preferiblemente en hospitales que estén preparados con médicos subespecialistas”,
aseguró el doctor.
El Dr. Martínez dice que un método de prevención medular durante esta época, es evitar las picaduras de mosquitos. Los repelentes preferiblemente deben contener DEET y porcentajes altos (25-30%). De obtener productos de menos porcentaje, el mismo debe ser aplicado varias veces al día según las especificaciones del manufacturero. Esto no solo evitará contagio contra el Dengue, sino contra Chikungunya y Zika, ya que son transmitidos por el mismo mosquito.
Además, recalcó la importancia de la vacunación, presentando una descripción de las vacunas esenciales frente a un panorama de tormenta tropical, estas son:
Vacuna del tétano: requiere refuerzo cada 10 años si no sufre traumas. Pero si ocurre un trauma luego de 5 años de la vacuna, se recomienda un refuerzo. Es ideal es procurar la vacuna que además de tétano incluye Pertusis (Tdap) al menos una vez durante la adultez.
Hepatitis A: usualmente se piensa en esta vacuna solo si se va a viajar. Pero siempre hay casos de personas que adquieren este virus sin salir de Puerto Rico.
Pneumococo: esta vacuna es contra la bacteria que más causa pulmonías, el Streptococcus pneumoniae. Personas con condiciones respiratorias (Asma, COPD). Son dos vacunas, las Prevnar 13 y la Pneumovax 23. Ambas son necesarias, e idealmente en ese mismo orden de administración. Y de no tener condiciones cardiacas y respiratorias, ya después de los 65 años de edad se deben recibir estas vacunas.
Culebrilla: ocurre cuando se reactiva el virus de varicela en la piel. Esta vacuna no solo ayuda a que las personas no sufran el gran dolor que se presenta, sino que evita la transmisión de este virus a personas que nunca han tenido varicela.
“Si bien es cierto recalcar la importancia de prevenir infecciones en épocas de fenómenos naturales, también debemos recalcar que es prioritario cuidarnos de todas nuestras condiciones de salud. Recuerde tener sus medicamentos disponibles en caso de tener que evacuar su hogar. Asegúrese de tener abastos suficientes para varias semanas. Las personas diabéticas dependientes de insulina deben tener estas medicinas refrigeradas e identificar vecinos o lugares donde puedan refrigerar los mismos en caso de no tener métodos de refrigeración”,
concluyó el Dr. Martínez.