El Dr. Antonio del Valle, ha sido clave en el tratamiento de enfermedades gastrointestinales en la niñez puertorriqueña.
El Dr. Antonio del Valle, gastroenterólogo pediatra, ha dedicado más de 25 años a atender las necesidades de salud de la comunidad puertorriqueña. Su interés por la medicina surgió en la infancia, motivado por la figura de un familiar cercano que ejercía como médico. Con el tiempo, esa curiosidad se transformó en una vocación definida que lo llevó a profundizar en el estudio de las ciencias de la salud.
"Desde pequeño siempre tuve interés en la medicina porque tenía un tío médico; me llamaba la atención. A medida que pasan los años, uno va estudiando y me seguía interesando toda la parte científica y, por supuesto, el poder ayudar a los demás", recuerda.
Aunque su interés por la medicina surgió en la niñez, su camino profesional no fue completamente lineal. Al recordar sus primeros pasos en la universidad, el especialista señaló que inicialmente su intención no era estudiar medicina. "Ese tipo de cosas... Y una vez ya entonces entré en la universidad, que inclusive, inicialmente no pensaba estudiar medicina, pensaba estudiar psicología, pero cuando cogí clases de biología, etcétera, pues me motivé nuevamente a la medicina. Entonces me cambié y entré a la escuela de medicina", explicó.
Al avanzar en su formación médica, el Dr. del Valle fue afinando sus intereses clínicos. En un principio, pensaba enfocarse en medicina interna, pero su experiencia directa en los escenarios hospitalarios lo llevó a replantear esa decisión.
"Primero decidí especializarme en pediatría, que también fue un cambio. Cuando entré a la escuela de medicina pensaba que iba a ser medicina interna, pero cuando hice mis rotaciones con los adultos no me gustó. Sin embargo, cuando hice mis rotaciones en pediatría me encantó, y ya haciendo mi especialidad en pediatría, dentro de las diferentes ramas, me interesó muchísimo gastroenterología", explicó.
El interés por esta subespecialidad se fortaleció al descubrir que combinaba la atención primaria con el abordaje de condiciones complejas como la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa, que requieren un manejo especializado y de largo plazo.
El especialista cursó sus estudios de medicina y realizó su residencia en pediatría en la Universidad de Puerto Rico, una etapa que, aunque demandante, considera fundamental en su formación. "Es un proceso largo, en momentos de mucha tensión, mucha ansiedad, pero aparte de eso no tuve ningún otro desafío o problema mayor", recordó.
Sin embargo, advirtió que uno de los mayores retos que enfrentan hoy los profesionales de la salud no está necesariamente en la formación médica, sino en las restricciones impuestas por los sistemas de aseguramiento.
"Nuestro desafío principal es trabajar con los planes médicos, los seguros de salud, que nos limitan muchísimo cómo queremos tratar a los pacientes. Entendemos que lo que más beneficia a un paciente es un tratamiento o un estudio en particular, pero tenemos muchas limitaciones por el plan médico, que no autoriza el procedimiento o no autoriza un medicamento costoso. Yo encuentro que ese es el desafío mayor. Y estoy seguro de que muchos médicos compartirían su opinión conmigo", afirmó.
En cuanto a los avances en su campo, del Valle reconoce que la evolución ha sido significativa, especialmente en las últimas dos décadas. El desarrollo de nuevos tratamientos y una comprensión más profunda de los mecanismos biológicos han transformado el abordaje clínico.
"Hemos tenido muchos avances en los medicamentos disponibles. Cuando comencé a ejercer, en la enfermedad de Crohn había muy pocos tratamientos, y hoy tenemos muchas más opciones. Además, hay mayor conocimiento sobre la dieta, la flora intestinal y su importancia para el sistema gastrointestinal y el cuerpo. Definitivamente hemos aprendido muchísimo en estos 20 años", señaló.
Respecto al panorama actual de las enfermedades inflamatorias intestinales, el gastroenterólogo pediatra destaca que estas patologías se están presentando con mayor frecuencia y agresividad que en el pasado.
"Antes veíamos estas enfermedades con menor frecuencia. Típicamente, los pacientes que desarrollaban complicaciones ya llevaban tiempo con la enfermedad, era algo esperado tras no responder bien al tratamiento. Sin embargo, hoy en día, muchos pacientes debutan con complicaciones; llegan sin diagnóstico previo y presentan cuadros mucho más severos", explicó.
Este cambio implica que las complicaciones, que antes solo se observaban en pacientes con enfermedad de larga evolución, ahora aparecen con mayor regularidad desde el inicio. El Dr. Del Valle aclara que esto no se debe necesariamente a un diagnóstico más temprano, sino a un aumento real en la prevalencia.
"Creemos que la razón es multifactorial, pero está muy relacionada con nuestro estilo de vida. Factores como una dieta poco saludable, la exposición temprana a antibióticos y aspectos genéticos que ahora conocemos mejor, influyen en esta tendencia", agregó.
Otra hipótesis relevante es la llamada "teoría de la higiene", que sugiere que el exceso de limpieza y desinfección (potenciado por situaciones recientes como la pandemia) podría contribuir a un sistema inmunológico menos estimulado, favoreciendo el desarrollo de enfermedades autoinmunes.
"Curiosamente, estas patologías son más comunes en países desarrollados que en regiones menos desarrolladas, lo que apoya esta teoría. Sin embargo, aún no se tiene certeza absoluta sobre las causas del aumento ni de la agresividad de estas enfermedades", añade.
Por ello, el experto recomienda adoptar una dieta balanceada que incluya una variedad de alimentos y reduzca el consumo de comida chatarra, muy común actualmente en Puerto Rico. "La primera recomendación es criar a los niños con hábitos alimenticios saludables y balanceados", indicó.
Además, enfatiza la importancia del seguimiento médico regular. Aunque el niño esté aparentemente bien, es fundamental asistir a las visitas periódicas con el pediatra, al menos una o dos veces al año, para realizar el examen de niño sano, donde se registra el crecimiento y desarrollo. Del Valle explica que "el fallo en el crecimiento puede ser el primer síntoma de la enfermedad de Crohn. Si en seis meses un niño no crece, eso no es normal y permite una detección oportuna".
El especialista asegura que los servicios para atender estas enfermedades están disponibles en Puerto Rico, aunque en ocasiones la cita médica pueda tardar por la demanda y la disponibilidad. Sin embargo, sostiene que los padres preocupados por la salud de sus hijos siempre encontrarán la manera de acceder a la atención.
"Si hay preocupación, lo más importante es acudir al médico primario o pediatra. Cuando el caso es serio, el pediatra nos contacta para buscar una cita más rápida. En Puerto Rico somos aproximadamente 15 gastroenterólogos pediátricos, quizá se necesiten algunos más, pero en general atendemos a los pacientes con prontitud", explicó.
Además, resalta que el aumento en la detección de estas condiciones representa una motivación para continuar el tratamiento y la educación sobre ellas. Se siente optimista por los avances médicos que han mejorado el pronóstico de los pacientes.
"Hace algunos años, pacientes con colitis severa probablemente habrían requerido cirugía para remover el colon. Hoy, con los tratamientos disponibles, hemos logrado evitar muchas de estas intervenciones, controlando la inflamación y mejorando la condición del paciente", afirmó. Este progreso impulsa su compromiso, especialmente al saber que nuevas herramientas continúan en desarrollo para ofrecer un mejor manejo de estas enfermedades.
El experto concluye con un mensaje de motivación y compromiso: "A pesar de las muchas noticias negativas que a veces se escuchan, me siento muy feliz de practicar gastroenterología pediátrica aquí en Puerto Rico. Me llena muchísimo poder contribuir al bienestar de mis pacientes. Creo que quienes estén interesados en esta especialidad deben seguir adelante y tener claro que es posible desarrollarla en aquí".
Explica que, aunque la subespecialidad debe cursarse en Estados Unidos, su decisión fue regresar a la isla por razones familiares. "He tenido oportunidades para trabajar en Estados Unidos, pero disfruto mi isla y, aunque enfrentamos muchos problemas como en cualquier país, me siento plenamente satisfecho practicando aquí. Por ahora, no me veo en otro lugar, solo visitando, pero mi compromiso y felicidad están aquí en Puerto Rico".