Aunque los casos nuevos han disminuido, el estigma, el miedo y la falta de información siguen siendo barreras para la detección temprana del VIH en Puerto Rico.
Con motivo del Día Nacional para Hacerse la Prueba del VIH, que se celebra el 27 de junio en Puerto Rico, el Dr. Julio Bacó, investigador, médico del Centro Ararat de Ponce y director de la Clínica de Inmunología de Mayagüez, hizo un llamado enfático a reforzar la conciencia colectiva sobre la importancia del diagnóstico temprano.
En una entrevista exclusiva con la Revista Medicina y Salud Pública, el Dr. Bacó recalcó que el VIH "sigue siendo una condición que debemos atender, diagnosticar y tratar de forma oportuna".
"Todavía hay personas que piensan que el VIH ya pasó. Pero tenemos que seguir preocupándonos. Hay tratamientos excelentes que convierten al VIH en una condición crónica totalmente manejable, siempre que se detecte a tiempo", afirmó.
Desde el inicio de la epidemia, se han registrado más de 52,000 diagnósticos en Puerto Rico. Sin embargo, gracias a los avances médicos, muchos pacientes han logrado vivir una vida plena. Según el especialista, actualmente más de 16,500 personas viven con el virus, en gran parte gracias a la efectividad de las terapias antirretrovirales.
"Nuestros pacientes están envejeciendo. Ya muchos no mueren por SIDA, sino por condiciones comunes como hipertensión o diabetes, lo que es reflejo del éxito del tratamiento", explicó.
A pesar de esta evolución, el experto advierte que el número de nuevas infecciones no ha desaparecido. Aunque en años anteriores se registraban más de 600 casos nuevos anuales, en 2024 la cifra bajó a poco más de 300, un avance importante, pero no definitivo.
Los tratamientos para el VIH han experimentado una verdadera revolución. Lo que antes era un cóctel diario de múltiples pastillas, hoy puede ser tan sencillo como una sola pastilla diaria o una inyección bimensual.
"Tenemos terapias de una sola tableta diaria. También hay opciones inyectables que se administran cada dos meses. Incluso hay investigaciones avanzadas para dosis semestrales", compartió Bacó.
Estas nuevas alternativas han mejorado la adherencia al tratamiento, que es clave para mantener la carga viral indetectable.
"No detectable es igual a intransmisible. Si el paciente se adhiere a su terapia, no transmite el virus, ni siquiera sin protección sexual", aseguró.
Pese a los avances en diagnóstico y tratamiento, muchas personas aún se resisten a hacerse la prueba. El Dr. Bacó identificó el miedo, el estigma y la falta de confianza en la confidencialidad como factores que frenan el acceso a este servicio esencial.
"Todavía hay pacientes que no quieren hacerse la prueba por temor al resultado. Otros no confían en que su privacidad será respetada", expresó.
Para contrarrestar esto, existen hoy pruebas caseras de saliva, disponibles en farmacias o mediante solicitud gratuita, que se realizan en casa y ofrecen resultados preliminares en solo 20 minutos.
Más allá del diagnóstico, el Dr. Bacó también reconoció el rol crucial de la prevención. Una de las estrategias más efectivas es el uso de profilaxis preexposición (PrEP), una medicación diaria o inyectable que reduce hasta en un 98% la posibilidad de adquirir el virus.
"Es una gran herramienta para personas que no tienen VIH, pero tienen parejas VIH positivas o no usan protección con regularidad. Ya hay versiones inyectables cada dos o seis meses que están revolucionando la prevención", indicó.
El especialista también señaló que el acceso a preservativos, los programas de intercambio de jeringuillas y las campañas de educación en redes sociales han sido claves en la reducción de casos en grupos vulnerables como personas usuarias de drogas intravenosas.
Uno de los temas más sensibles que abordó el especialista fue el estigma que todavía persiste, incluso en sectores profesionales. "Aunque no lo creas, muchas veces el estigma viene de los propios médicos", denunció.
"Debemos educar más, tanto a la comunidad como a los profesionales de salud, para erradicar el estigma. Esto es esencial para que los pacientes continúen su tratamiento con confianza y sin miedo", sostuvo. "No importa la edad. Si has tenido actividad sexual sin protección, hazte la prueba. Si eres positivo, te tratamos. Si eres negativo, te educamos para prevenir. Tienes opciones, tienes apoyo y no estás solo", concluyó.