Especialista enfatiza la importancia de eliminar mitos, promover la detección temprana y nuevos avances para la prevención de la enfermedad.
En Puerto Rico, aproximadamente 18,000 personas viven con VIH, pero los avances científicos y las nuevas estrategias de prevención están cambiando radicalmente el panorama de esta condición.
En una entrevista exclusiva de la revista Medicina y Salud Pública con la doctora Carmen Zorrilla, catedrática del Departamento de Obstetricia y Ginecología de la Escuela de Medicina de la Universidad de Puerto Rico, destaca que el estigma y los mitos siguen siendo las principales barreras para la detección temprana.
"Una persona que está en tratamiento y se dice que está no detectable, que cuando hacemos pruebas para medir cantidad de virus no encontramos virus o encontramos menos de 50 copias, esa persona no transmite sexualmente", explica la doctora Zorrilla.
Esta realidad científica convierte al VIH en una condición crónica comparable a la diabetes o la hipertensión.
La especialista enfatiza que "se maneja como una condición crónica, igual que manejamos la diabetes, la alta presión y nadie tiene estigma por tener diabetes". Sin embargo, reconoce que persisten barreras sociales significativas.
Uno de los principales obstáculos es la persistencia de conceptos erróneos sobre la transmisión. "Hay muchos mitos en nuestra sociedad y los mitos tienen que ver con las causas o las razones por las cuales las personas se contagian", señala la doctora.
La experta cuestiona conceptos como "víctimas inocentes" y aclara: "No hay ningún kiosco que diga VIH gratis, venga aquí y contágiate. Eso no existe. Por eso la persona que se contagia, se contagia sin saberlo. La persona que contagia a otra persona lo contagia sin saberlo".
Vea programa completo aquí:
El panorama de la prevención ha experimentado cambios significativos con la introducción de la profilaxis pre-exposición (PrEP). "Recientemente acaban de aprobar un medicamento que es inyectable que se pone cada seis meses", informa la doctora Zorrilla, refiriéndose a estudios que demostraron que "las personas que recibían esa inyección cada seis meses nadie se contagiaba".
Estas estrategias biomédicas representan "formas de prevenir biomédicamente, quiere decir con medicamentos, con estrategias que son tecnológicas para que una persona que está a riesgo no se infecte".
PrEP oral diaria: excelente eficacia, pero depende de la adherencia diaria del paciente.
PrEP inyectable semestral: demostrado en grandes ensayos que nadie que recibió la inyección cada seis meses contrajo VIH.
Próximos pasos: formulaciones de larga duración y combinaciones que reduzcan aún más el margen de error humano.
En cuanto a las pruebas, la doctora destaca la disponibilidad de múltiples opciones: desde pruebas rápidas de 20 minutos hasta pruebas de cuarta generación que combinan antígeno y anticuerpo.
"Tenemos otro tipo de pruebas que son, además de las pruebas de laboratorio, que la gente va a un laboratorio y se toma muestras, tenemos unas pruebas de lo que llamamos cuarta generación de antígeno y anticuerpo".
La accesibilidad es amplia: "Las pruebas están accesibles en múltiples grupos de comunidad y clínicas, tanto de gobierno como privadas. Muchas de estas pruebas son gratuitas, confidenciales".
La doctora Zorrilla destaca el papel fundamental de las mujeres en la investigación y activismo: "La persona que se ganó el premio Nobel de co-descubrir el virus del VIH es una mujer francesa, la doctora François Barrecy Lucille".
Para quienes temen hacerse la prueba, la especialista es clara: "Yo siempre he entendido que saber es mejor que no saber. Que si yo estoy embarazada o yo tengo salud, es mejor yo saber que tengo cualquier diagnóstico, cualquier condición que no saberlo. El yo saber me da poder, me da opciones, me da alternativas".
Finalmente, la doctora Zorrilla comparte una visión optimista: "Yo nací sin el VIH. En mi generación no existía el VIH, se descubrió después. Yo quiero morir en un mundo sin VIH". Y añade que "básicamente hoy en día, en presencia de tratamiento, una persona con VIH tiene una vida quizás posiblemente mejor que una persona con otros diagnósticos".