Investigaciones recientes revelan que la inmunoterapia, tradicionalmente asociada al tratamiento del cáncer, también puede ser eficaz en enfermedades con base inflamatoria.
El bioquímico e inmunólogo Gabriel Rabinovich subraya el potencial de la inmunoterapia como herramienta terapéutica en enfermedades como el cáncer, la esclerosis múltiple, el Alzheimer y diversas patologías cardiovasculares, todas ellas con un componente inflamatorio común.
En una entrevista concedida a la Fundación "la Caixa" y difundida por Europa Press, Rabinovich señaló que en las últimas décadas se ha producido una transformación profunda en este campo. Este enfoque, anteriormente limitado, ha comenzado a aplicarse en el tratamiento de tumores que tradicionalmente solo se abordaban mediante quimioterapia o radioterapia.
Rabinovich explicó que el sistema inmunológico responde habitualmente ante agentes como microbios, bacterias, virus, parásitos, hongos o células tumorales. Sin embargo, advirtió que una vez cumplida su función, la respuesta de los linfocitos activados debe regresar a un estado de equilibrio. De no hacerlo, el organismo podría desencadenar una enfermedad autoinmune.
"Nosotros descubrimos que una proteína de la familia de las galectinas, la galectina 1, tiene la capacidad de decodificar los azúcares en los linfocitos, en células del sistema inmunitario o en células endoteliales, y promover programas inmunológicos y vasculares. Cuando la respuesta inmunológica llega a un pico, la galectina 1 se encarga de volver a equilibrar el sistema inmune", agregó.
A partir de estos hallazgos, el equipo liderado por Rabinovich desarrolló una plataforma terapéutica basada en la galectina-1, una proteína que permite eliminar selectivamente los linfocitos responsables de causar daño tisular. Este enfoque ha mostrado resultados prometedores en enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoide, donde las células inmunitarias atacan las articulaciones, o en la esclerosis múltiple, donde afectan las vainas de mielina en el sistema nervioso central.
En el contexto oncológico, el investigador observó que los tumores aprovechan esta misma proteína para evadir la respuesta inmunitaria.
A medida que crecen, las células tumorales producen galectina-1 en mayor cantidad, lo que les permite eliminar linfocitos activados y escapar del control del sistema inmunológico. Por esta razón, mientras que la galectina-1 puede ser beneficiosa en ciertas enfermedades inflamatorias, resulta perjudicial en el desarrollo del cáncer.
Para contrarrestar este mecanismo, el equipo diseñó un anticuerpo monoclonal capaz de neutralizar o incluso eliminar la galectina-1. En modelos experimentales, este enfoque no solo ha permitido inhibir el crecimiento de diversos tipos de tumores, sino también bloquear la formación de vasos sanguíneos que los nutren, privándolos así de oxígeno y nutrientes esenciales.
"Si tenemos en cuenta que la galectina 1 modula diferentes componentes de ese microambiente, esto hace pensar que bloquearla podría modular los tumores, inclusive muchos que son resistentes a la inmunoterapia", afirmó Rabinovich. Entre los casos más prometedores, destacó los avances observados en cáncer colorrectal.
Rabinovich lidera uno de los grupos del recién inaugurado CaixaResearch Institute, en Barcelona, un centro dedicado exclusivamente a la inmunología. Desde su perspectiva, esta disciplina está comenzando a ofrecer soluciones concretas para numerosas enfermedades que, hasta hace poco, se abordaban únicamente desde enfoques especializados tradicionales.
En esa línea, Rabinovich subraya que la inmunoterapia trasciende el ámbito de las infecciones o la clásica interacción entre patógeno y huésped. A su juicio, este enfoque tiene un potencial creciente en especialidades como la neurología —en patologías como el Alzheimer o la esclerosis múltiple—, la cardiología —al modular la respuesta inflamatoria—, la endocrinología y la oncología.
"Hoy en día se sabe que la inmunoterapia puede servir para tratar cada una de esas enfermedades porque tienen un trasfondo inflamatorio. De hecho, el propio envejecimiento trae aparejada una inflamación subyacente y, si la comprendiéramos más en profundidad, podríamos tener un envejecimiento más saludable", sostiene.
El grupo de Rabinovich estudiará la acción coordinada de los glicocheckpoints, es decir, de las interacciones entre lectinas y glicanos, para entender cómo regulan las enfermedades inmunológicas, a partir de tres aristas: cáncer, autoinmunidad e infecciones.