Experto profundiza en la fisiopatología de la psoriasis, criterios de resistencia a terapias tópicas, relación con el VIH, avances biológicos y pautas de manejo integral.
La psoriasis es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel que afecta aproximadamente al 2–3 % de la población mundial y puede presentarse en cualquier edad. Clínicamente, se caracteriza por manchas, placas eritematosas recubiertas de escamas plateadas.
En una entrevista exclusiva de la revista Medicina y Salud Pública, el Dr. Néstor Sánchez, dermatólogo, explica qué es la psoriasis, cómo distinguirla de la dermatitis seborreica, en qué casos debe sospecharse una inmunosupresión asociada y cuáles son las opciones terapéuticas más efectivas.
"La psoriasis pertenece al grupo de enfermedades papuloescamosas, que incluye también la dermatitis seborreica y otras condiciones, y se caracteriza por placas rojas con escamas que, al removerse, sangran—conocido como signo de Auspitz", explica el Dr. Sánchez.
Las localizaciones más frecuentes son áreas extensoras (codos, rodillas), tronco y cuero cabelludo, aunque puede afectar palmas, plantas, uñas y pliegues.
El abordaje inicial incluye esteroides tópicos de distinta potencia. Se considera resistencia cuando, tras 6–8 semanas de terapia con corticoides de alta potencia (p. ej., flucinonida, betametasona) o de baja potencia en zonas sensibles (hidrocortisona, desonide), persisten placas inflamatorias.
"Cuando las lesiones persisten pese a esteroides fluorados y otras cremas, hablamos de psoriasis resistente al tratamiento", aclara el dermatólogo.
Es esencial diferenciar la psoriasis de la dermatitis seborreica, ya que ambas pueden presentar escamas en cuero cabelludo y cara, pero difieren en grosor y recalcitrancia.
Una psoriasis estrictamente refractaria en cara o cuero cabelludo debe despertar la sospecha de inmunosupresión, incluido el VIH:
Eritema y escamas densas resistentes a hidrocortisona y betametasona.
Ausencia de respuesta tras varias aplicaciones y cambios a esteroides fluorados.
"No toda psoriasis facial indica VIH, pero cuando no responde a esteroides potentes, hay que considerar hacer un screening de VIH", aconseja el Dr. Sánchez.
Para confirmación se emplean pruebas inmunológicas de cuarta generación que detectan antígeno p24 y anticuerpos contra VIH-1 y VIH-2.
La literatura médica señala un empeoramiento de la psoriasis en pacientes inmunodeprimidos por VIH, aunque los estudios controlados son escasos. Lo que sí es claro es que, en personas con infección por VIH, la psoriasis suele ser más severa y refractaria.
Avances terapéuticos: biológicos y antirretrovirales
El manejo de la psoriasis resistente incluye:
Biológicos antipsoriásicos: Fármacos que inhiben mediadores específicos (TNF-a, IL-17, IL-23) con tasas de aclaramiento de hasta 90 % en ensayos clínicos.
Antirretrovirales de última generación: La supresión efectiva de la carga viral en VIH mejora indirectamente la respuesta cutánea.
"El tratamiento combinado—antirretroviral y biológico—puede normalizar la piel y mejorar la calidad de vida", afirma el dermatólogo.
La fototerapia con UVB de banda estrecha tres veces por semana durante varios meses es segura y eficaz, con remisión significativa en la mayoría de los casos. Sin embargo, requiere supervisión médica para minimizar el riesgo de quemaduras y malignidad cutánea.
El Dr. Sánchez insiste en evaluar síndrome metabólico, artritis psoriásica y factores de riesgo cardiovascular en pacientes con psoriasis, dado su mayor riesgo de diabetes, hipertensión y dislipidemia.
"Un manejo multidisciplinario—dermatólogo, internista y reumatólogo—garantiza un abordaje global y mejora pronóstico", concluye.
Alimentación: Dieta balanceada rica en antioxidantes.
Hidratación: Fundamental para reducir descamación.
Ejercicio: Mejora el estado inmunológico y reduce estrés.
Mitos desmentidos: La psoriasis no se contagia ni es signo inequívoco de VIH; solo en casos refractarios debe investigarse inmunosupresión.
"La psoriasis puede invalidar la calidad de vida, pero con terapias modernas y hábitos saludables, los pacientes pueden lograr una remisión duradera", cierra el especialista.