Científicos logran convertir residuos plásticos en paracetamol utilizando la bacteria Escherichia coli

Investigadores británicos han logrado que bacterias comunes como E. coli conviertan residuos plásticos en paracetamol.

Laura Guio

    Científicos logran convertir residuos plásticos en paracetamol utilizando la bacteria Escherichia coli

    Un equipo de la Universidad de Edimburgo logró transformar residuos plásticos en paracetamol utilizando bacterias Escherichia coli modificadas. El proceso, publicado en Nature, representa una alternativa ecológica y sin emisiones a la producción tradicional de medicamentos.

    Utilizando herramientas de biología sintética, el equipo liderado por Stephen Wallace diseñó rutas metabólicas dentro de las bacterias para que transformaran los desechos en compuestos útiles.

     El proceso parte del PET —plástico ampliamente usado en botellas— que se descompone en moléculas más simples capaces de ingresar a la célula bacteriana, donde son fermentadas y transformadas en un fármaco.

    Una reacción química compleja, ahora dentro de una bacteria

    El avance más notable del estudio es haber replicado dentro de una célula viva lo que hasta ahora solo se había conseguido en tubos de ensayo: una reacción conocida como reordenamiento de Lossen

    Esta permite convertir ciertos compuestos ácidos en ingredientes fundamentales para medicamentos como el paracetamol. Lo innovador es que se logró sin añadir catalizadores industriales ni energía adicional, aprovechando únicamente los procesos químicos internos de la bacteria.

    "Lo curioso es que no tuvimos que enseñarles a hacer la reacción. Descubrimos que ya tenían las herramientas necesarias. Solo necesitaban la orientación adecuada", explicó Wallace. El fosfato, presente de manera natural en el interior de las células, actúa como catalizador para esta transformación.

    Microfábricas vivas y sostenibles

    Este enfoque transforma a las bacterias en pequeñas fábricas químicas, capaces de trabajar a temperatura ambiente y sin emitir carbono. A diferencia del método convencional de producción de paracetamol —que se basa en derivados del petróleo y procesos contaminantes—, esta técnica es completamente biológica y reutiliza residuos. "Lo que más me entusiasma es que hemos demostrado una forma nueva y más ecológica de fabricar un medicamento global", señala el investigador.

    Además, el estudio sugiere que esta capacidad no se limita a una sola cepa de bacterias. Podría tratarse de una propiedad extendida entre distintos microorganismos, lo que amplía aún más el potencial de esta tecnología.

    Hacia una nueva era de reciclaje y medicina

    Aunque los resultados son prometedores, el desarrollo aún está en una fase inicial. Hasta el momento, la producción de paracetamol ha sido a pequeña escala, suficiente para probar que el proceso es viable, pero lejos de una aplicación comercial inmediata. El siguiente reto es escalar la producción y realizar los ensayos clínicos necesarios para garantizar la seguridad y eficacia del compuesto obtenido.

    "Cualquier medicamento destinado al uso comercial debe pasar por rigurosas pruebas regulatorias, y eso lleva tiempo", advierte Wallace. Aun así, el estudio abre la puerta a una nueva forma de pensar la relación entre residuos, energía y salud.

    Convertir plástico en medicamentos podría convertirse en una solución innovadora no solo para el problema del reciclaje, sino también para una industria farmacéutica más sostenible. En palabras del autor: "Los residuos no son más que carbono, y a los microbios les encanta el carbono. En lugar de enterrarlo o quemarlo, podemos ponerlo a trabajar".


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