El nuevo coronavirus cada día trae un hallazgo diferente para la comunidad científica, los daños en cerebro son de los síntomas del COVID-19 que ha generado varias teorías entre los investigadores del virus.
Marcela Boyacá Mesa
Agencia Latina de Noticias de Medicina y Salud Pública
El nuevo coronavirus cada día trae un hallazgo diferente para la comunidad científica, los daños en cerebro son de los síntomas del COVID-19 que ha generado varias teorías entre los investigadores del virus. El médico de cuidados críticos y neurointensivista Robert Stevens, MD, director asociado del Centro de excelencia de medicina de precisión Johns Hopkins para la atención neurocrítica, ha rastreado los casos en el hospital Johns Hopkins de los pacientes con COVID-19 que han presentado problemas neurológicos.En un artículo publicado por el hospital el doctor Stevens explicó algunas de las teorías científicas predominantes.
El galeno dejó claro que por lo menos la mitad de los pacientes con COVID-19 que ha visto en su unidad han presentado síntomas neurológicos y cuál es la sintomatología que se ha evidenciado hasta el momento.
Según las investigaciones que se han adelantado hasta el momento existen cuatro formas en las que el nuevo coronavirus puede dañar el cerebro.
La primera de ellas es que el virus entre al cerebro y cause una infección grave. Algunos de los casos reportados encontraron material genético del virus en el líquido cefalorraquídeo y partículas virales en las células cerebrales. La anosmia o pérdida del olfato podría indicar que el virus entró a través del bulbo olfatorio, ubicado justo encima de la nariz y que comunica información sobre el olfato al cerebro.
La labor del sistema inmune es proteger, la segunda teoría de los científicos es que al intentar combatir el virus el sistema inmunitario se sobrecargue generando una respuesta inflamatoria "desadaptativa" que causa daño a los tejidos y órganos.
La tercera teoría es que todos los cambios fisiológicos inducidos en el cuerpo por el nuevo coronavirus como, fiebre, inflamación de órganos y tejidos, dolor de cabeza y falla multiorgánica pueden explicar la disfunción cerebral.
La evidencia demuestra que la coagulación de la sangre en pacientes diagnosticados con COVID-19 es irregular y es altamente probable que ocurran coágulos en estos pacientes que en otros y esto crea una tendencia a sufrir un derrame cerebral. Los coágulos se forman en venas profundas dentro del cuerpo o en los pulmones, donde pueden cortar el flujo sanguíneo. Podría ocurrir un derrame cerebral si un coágulo de sangre bloquea o estrecha las arterias que conducen al cerebro.
En entrevista para la revista Medicina y Salud Pública (MSP) el Neurólogo Vascular Julio Rodríguez, especialista en infartos cerebrales explicó que
“Lo que se está reportando son casos de pacientes con COVID-19 que están teniendo lo que le llaman infarto de vaso grande que en este caso son por coágulos que tapan las arterias más grandes del cerebro, eso resulta llamativo para la comunidad médica, porque de ahí viene todo este análisis y sospecha de que está ocurriendo un proceso de probabilidad o aumento en la coagulación de la sangre y entonces por consecuencia se están formando estos coágulos, de hecho, en otras especialidades de la medicina y ya se está reportando el mismo fenómeno”.