Distancia social: método para frenar la epidemia por COVID-19

Lo importante es que salvar vidas del contagio por COVID-19 requiere la participación de todos nosotros, jóvenes, adultos y personas de la tercera edad.

Medicina y Salud Pública

    Distancia social: método para frenar la epidemia por COVID-19

    A continuación reproducimos un mensaje del Dr. Francis Collins, Director del NIH.

    Incluso en tiempos menos difíciles, muchos de nosotros tratamos de evitar el contacto cercano con alguien que está estornudando, tosiendo o con fiebre para evitar enfermarnos. Nuestra atención a estos temas se ha incrementado dramáticamente con la aparición de un nuevo coronavirus que causa una pandemia de una enfermedad conocida como COVID-19.

    Muchos se han preguntado si no podríamos simplemente protegernos evitando a las personas con síntomas de enfermedad respiratoria. Desafortunadamente, la respuesta es no. Un nuevo estudio muestra que el simple hecho de evitar a las personas sintomáticas no será suficiente para frenar la pandemia de COVID-19.

    Esto se debe a que los investigadores han descubierto que muchos individuos pueden ser portadores del nuevo coronavirus sin mostrar ninguno de los síntomas típicos de COVID-19: fiebre, tos seca y dificultad para respirar. Pero estos individuos asintomáticos o con una enfermedad leve, pueden seguir transmitiendo el virus e infectar a otros.

    Esta conclusión añade más peso a la reciente orientación de los expertos en salud pública de los EE.UU.: lo que más necesitamos ahora mismo para frenar la sigilosa propagación de este nuevo coronavirus es una completa implementación del distanciamiento social.

    ¿Qué significa exactamente el distanciamiento social?

    Bueno, para empezar, se recomienda que la gente se quede en casa tanto como sea posible, saliendo solo para suplir necesidades críticas como comprar alimentos y medicinas. Otras recomendaciones incluyen evitar reuniones de más de 10 personas, no dar apretones de manos, lavarse las manos con regularidad y, cuando se encuentren con alguien fuera de su hogar inmediato, tratar de permanecer al menos a 6 pies de distancia.

    Estas pueden parecer medidas extremas. Pero el nuevo estudio realizado por investigadores financiados por el NIH, publicado en la revista Science, documenta por qué el distanciamiento social puede ser nuestra mejor esperanza para frenar la propagación de COVID-19. Aquí hay algunos aspectos destacados del documento, que se remonta a enero de 2020 y modela matemáticamente la propagación del coronavirus dentro de China:

    • Por cada caso confirmado de COVID-19, es probable que haya entre 5 y 10 personas más con infecciones no detectadas.
    • Aunque se cree que son sólo la mitad de infecciosos que los individuos con COVID-19 confirmado, los individuos con infecciones no detectadas eran tan prevalentes en China que aparentemente eran la fuente de infección para el 86% de los casos confirmados.
    • Después de que China estableciera restricciones de viaje y distanciamiento social, la propagación de COVID-19 se redujo considerablemente.

    Los hallazgos provienen de un pequeño equipo de investigación internacional que incluyó al becario de los NIH Jeffrey Shaman, de la Escuela de Salud Pública Mailman de la Universidad de Columbia, Nueva York.

    Como demuestran claramente estos nuevos hallazgos, cada uno de nosotros debe tomarse en serio el distanciamiento social en su vida cotidiana. Esta medida ayudó a mitigar la pandemia en China, y funcionará en otras naciones, incluyendo los Estados Unidos. Si bien es probable que muchos estadounidenses pasen semanas trabajando y estudiando desde su casa y practicando otras formas de distanciamiento social, los riesgos siguen siendo altos. Si no se contiene esta pandemia, este novedoso coronavirus podría circular por todo el mundo durante los próximos años, con gran peligro para nosotros y nuestros seres queridos.

    Avanzan las investigaciones sobre el virus

    A medida que nos comprometemos a pasar más tiempo en casa, se sigue avanzando en el uso del poder de la investigación biomédica para combatir este novedoso coronavirus. Un paso notable esta semana fue el lanzamiento de un ensayo clínico en humanos en una etapa temprana de una vacuna en investigación, llamada ARNm-1273, para proteger contra el COVID-19. La vacuna candidata fue desarrollada por investigadores del Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas de los NIH (NIAID) y sus colaboradores de la compañía de biotecnología Moderna, Inc., Cambridge, MA.

    Este ensayo de fase 1 apoyado por el NIAID examinará la seguridad de la vacuna -que no puede causar infección porque está hecha de ARN, no del coronavirus completo- en 45 adultos sanos. El primer voluntario fue inyectado el pasado lunes en el Instituto de Investigación de Salud de Kaiser Permanente Washington, Seattle.

    Si todo va bien y los estudios clínicos de seguimiento más amplios establecen la seguridad y eficacia de la vacuna, será necesario aumentar la producción para hacer millones de dosis. Aunque iniciar este ensayo en tiempo récord es motivo de esperanza, es importante ser realista acerca de todos los pasos que aún quedan por dar. Si la candidata a la vacuna demuestra ser segura y eficaz, es probable que pasen por lo menos 12 a 18 meses antes de que esté ampliamente disponible.

    Mientras tanto, el distanciamiento social sigue siendo una de las mejores armas que tenemos para frenar la propagación silenciosa de este virus y aplanar la curva de la pandemia COVID-19. Esto dará a nuestros profesionales de la salud, hospitales y otras instituciones un tiempo más valioso para prepararse, protegerse y ayudar a las muchas personas cuyas vidas pueden estar en juego por este coronavirus.

    Lo importante es que salvar vidas del contagio por COVID-19 requiere la participación de todos nosotros, jóvenes, adultos y personas de la tercera edad.

    Los jóvenes sanos, cuyo riesgo de morir por un coronavirus no es cero, pero sí bastante bajo, podrían argumentar que no deberían estar limitados por el distanciamiento social. Sin embargo, las investigaciones que aquí se destacan demuestran que esos individuos suelen ser el vector involuntario de un virus peligroso que puede causar un gran daño e incluso quitar la vida a personas mayores y más vulnerables. Piensa en tus abuelos. Estamos todos juntos en esto.

    https://www.youtube.com/watch?v=ZIvZdqkOpw4

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