La castración química o quirúrgica busca acortar los niveles de testosterona, ya sea por el método quirúrgico que consiste en retirar los testículos o el método químico, que es bajo ciertos fármacos.
La castración química o quirúrgica es utilizada en diferentes ámbitos, por una parte, existe la parte legal, que se aplica a personas con tendencias sexuales inapropiadas, y por otra parte, es usada para combatir ciertas enfermedades como el cáncer de próstata, ambas intervenciones buscan reducir o erradicar los niveles de testosterona.
Al respecto, el Dr. Gilberto Ruiz Deyá, urólogo, explicó a la Revista Medicina y Salud Pública, en qué consisten estos procedimientos y en qué casos deben aplicarlos, “Inicialmente solo se hacía castración quirúrgica, pero tiene un efecto emocional y fisiológico bastante grande, por ello, surgen medicamentos para poder hacer la castración química”.
¿De qué trata la castración química?
Ahora bien, para comenzar a explicar en qué consiste la castración química, se debe hablar de cómo actúa en el organismo como tal. La glándula pituitaria, que está ubicada en el cerebro, envía unas señales a los testículos y los testículos son los que producen una hormona llamada testosterona, que a su vez, es la responsable de mantener la masa muscular y de otras funciones importantes en el cuerpo.
Por consiguiente, cuando se realiza la castración química o quirúrgica, se cortan los niveles de testosterona en el cuerpo. En la castración quirúrgica, se utiliza un método que consiste en retirar los testículos, mientras que la castración química se realiza bajo ciertos fármacos.
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¿La castración química es definitiva?
En algunas ocasiones, en la castración química, “El cuerpo se defiende y el efecto del químico deja de hacer efecto volviendo a producir testosterona, en algunos casos hay unos receptores responsables de fomentar o quitar la testosterona, este mecanismo normalmente se utiliza con pacientes de cáncer de próstata, mientras que cuando se quitan los testiculos deja de funcionar”, aseguró el Dr. Ruiz.
Vea el programa completo.
Por ende, a la mayoría de pacientes hay que realizarles varias sesiones del fármaco, para lograr controlar los niveles de testosterona, lo cual puede reducir el tamaño de los testículos. Por otra parte, el tumor del cáncer de próstata puede producir testosterona, en esos casos, se deben utilizar otros fármacos para producir andrógenos y lograr bloquear la hormona.
Inicialmente solo se hacía castración quirúrgica, pero tiene un efecto emocional y fisiológico bastante grande, por ello, surgen medicamentos para poder hacer la castración química.
¿Qué pacientes son aptos para la castración química?
En Puerto Rico y Estados Unidos, aproximadamente el 20% de pacientes que padecen de un cáncer de próstata en etapas avanzadas, van a necesitar de castración química, por ende, “Hay miles de puertorriqueños que están recibiendo la castración química”, explica el especialista.
El Dr. Ruiz, enfatiza que si la castración química se hace de manera adecuada, se mejora la sobrevivencia de dichos pacientes, "Quitarle la testosterona a pacientes con cáncer de próstata, definitivamente, salva vidas", agregó.
Efectos secundarios de la castración química
Ciertamente, el procedimiento genera varios efectos secundarios, entre ellos, puede afectar la masa muscular, aumenta el riesgo de enfermedad cardiaca, asimismo, puede causar, depresión, irritabilidad, aumento de las mamas y caída del vello. “Es importante hacer un seguimiento psicológico al paciente, ya que en primera instancia, lo que puede presentar es frustración”, expresó el galeno.
Por ello, el Dr. Ruiz, recomienda en estos pacientes hacer un acompañamiento psicológico, para reducir o controlar los efectos que este procedimiento causa en la salud mental de estos pacientes.
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¿La castración es una cura para reducir las violaciones?
La castración, sea química o quirúrgica, evidentemente baja el libido, no obstante, hay dos fuerzas que impulsan la actividad sexual en el ser humano, por un lado, es la parte psicológica y la otra es la parte física, el Dr. Ruiz destacó que solo el 40% de pacientes expuestos a una castración disminuyen la actividad sexual
"El acto existe para demostrar poder sobre la víctima más que por satisfacción sexual, a mí lo que me preocupa más, es que nos den una falsa sensación de que esa es la solución, pero es más profundo y complejo", concluyó el especialista.
