Cuidado con la intoxicación por monóxido de carbono durante cortes de electricidad o apagones

Este gas incoloro se produce de la combustión incompleta del carbón, no tiene olor ni sabor y no es irritante, pero genera graves consecuencias en la salud.

Luisa Ochoa

    Cuidado con la intoxicación por monóxido de carbono durante cortes de electricidad o apagones

    Aunque por lo general todo el mundo está expuesto a cantidades variables de monóxido de carbono en el aire que se inhala, los niveles más altos se encuentran en lugares con gran tráfico de vehículos. Además, las personas que fuman cigarrillos o reciben humo de segunda mano también se encuentran expuestos, al igual que las personas que usan aparatos a gas o chimeneas o cocinas que queman madera. 

    De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades CDC, los efectos sobre la salud de la exposición a cualquier sustancia peligrosa dependen de tres factores: la dosis, duración, tipo de exposición, incluyendo la presencia de otras sustancias químicas y características de la persona. 

    Consecuencias de la exposición al monóxido de carbono en emergencias

    La Agencia de Protección Ambiental, EPA, alerta que en situaciones de emergencia en las que falla el suministro de electricidad, como actualmente se presenta en Puerto Rico por cuenta del huracán Fiona, el uso de un generador o de parrillas a gas o a carbón al interior de una vivienda y sin una ventilación adecuada, puede producir niveles de monóxido de carbono peligrosos.

    Ante ello, los CDC informaron que, “durante un apagón, nunca use generadores, parrillas ni otros aparatos que funcionen con gasolina, propano o carbón dentro de su casa, garaje o cochera, ni cerca de puertas, ventanas o conductos de ventilación. Estos artefactos generan monóxido de carbono, un gas sin olor ni color que mata a más de 500 estadounidenses cada año”.

    Efectos del gas tóxico en el organismo

    El monóxido de carbono se tarda un día para salir del cuerpo humano; sin embargo, puede generar graves consecuencias, ya que el aire entra rápidamente a todas las partes del cuerpo, incluso a la sangre, el corazón, el cerebro y los músculos, pero no sale inmediatamente.

    La EPA señala que “cuando la persona inhala el CO, el gas tóxico entra en el torrente sanguíneo e impide que el oxígeno entre al organismo, lo cual puede causar daños en los tejidos y producir la muerte”.

    Por su parte, la American Academy of Pediatrics (AAP) recomienda a las familias y a las comunidades trabajar juntos para proteger a los niños de las intoxicaciones por monóxido de carbono, especialmente en tiempos de crisis o catástrofes. 

    El riesgo de intoxicación por monóxido de carbono aumenta después de una catástrofe cuando con frecuencia se usan generadores para el suministro de energía. Además, la intoxicación aumenta después de los desastres cuando se utilizan generadores de gasolina o diesel para suministrar fuentes alternativas de combustible o electricidad para la calefacción o para cocinar. Esto puede hacer que se acumule en una casa o garaje.

    Cómo reducir el riesgo de intoxicación

    Los niveles de monóxido de carbono más peligrosos generalmente ocurren en el aire puertas adentro y ocurren como consecuencia del uso de aparatos que queman gas natural, querosén u otros combustibles y que están mal instalados o que funcionan sin ventilación adecuada.  

    Las recomendaciones principales de autoridades ambientales y de salud pública están enfocadas en contar con buena ventilación y que los aparatos estén bien instalados y sean revisados de forma periódica.

    Asimismo, ante un apagón no hay que usar generadores a gasolina ni quemar carbón puertas adentro, ya que esto puede producir rápidamente niveles de monóxido de carbono peligrosos en los hogares.

    Otra serie de recomendaciones incluyen:

    • No usar estufas portátiles de propano antiguas en espacios cerrados, tales como vehículos para acampar o tiendas de campaña.

    • Emplear un sensor que detecta agotamiento de oxígeno (ODS).

    • No utilizar herramientas con motor a gasolina, por ejemplo mangueras a presión en el interior de viviendas.

    • No dejar el motor del automóvil andando por mucho rato dentro del garaje.

    Fuente: CDC y EPA.

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