La violencia de género afecta la salud mental, conduciendo a sensaciones como la desesperanza y depresión

Es fundamental entender que la violencia de género puede darse en cualquier tipo de relación, sin importar el género de los involucrados. Hombres y mujeres de todas las orientaciones sexuales pueden ser víctimas o perpetradores.

Katherine Ardila

    La violencia de género afecta la salud mental, conduciendo a sensaciones como la desesperanza y depresión

    La violencia de género se manifiesta a través de actos violentos motivados por las expectativas sociales y culturales de los roles que asumen hombres y mujeres. En el caso de las mujeres, los rasgos de maltrato son evidentes, como moretones y golpes, pero también hay señales más sutiles. 

    Por otro lado, los hombres, aunque culturalmente se les percibe como más fuertes, también pueden ser víctimas de maltrato. Este puede incluir agresiones físicas, pero también humillaciones verbales y control emocional. 

    En este contexto, la psicóloga Patricia Landers, pasada presidenta de la Asociación de Psicología de Puerto Rico, compartió importantes reflexiones sobre el maltrato a mujeres y hombres, especialmente en un contexto donde se ejerce violencia intrafamiliar o relaciones abusivas.

    Características del maltrato en mujeres y hombres

    La psicóloga señaló que, aunque el maltrato puede afectar tanto a hombres como a mujeres, es más común ver casos de violencia de género hacia las mujeres.

    El maltrato físico es el más fácil de detectar, a menudo “vemos moretones, vemos golpes extraños, señales en el cuerpo que nos indican que ha habido algún acto de violencia”, dice la experta. Sin embargo, también existe un maltrato menos visible, “control excesivo, control a todas las actividades, dónde está, dónde puede ir, con quién. La mayoría evidencian aislamiento, se aíslan de sus amistades y sus familias”.

    Además, la manipulación emocional o económica suelen ser uno de los patrones más influyentes en estos casos. Estos patrones, explicó la Dra. Landers, son indicios de una relación abusiva que va más allá de lo físico.

    Perspectivas culturales y presión social: ¿Cómo influyen en la violencia de género? 

    En algunos casos, las mujeres que sufren maltrato suelen justificar u ocultar las agresiones físicas. Desde el análisis psicológico, este encubrimiento es a menudo una respuesta al miedo y la presión cultural. Además, también tiene que ver la violencia psicológica, la cual es más difícil de detectar, ya que no deja huellas físicas visibles, pero puede ser igualmente devastadora. 

    La manipulación económica o emocional, también juega un rol determinante, pues en ocasiones, esto es lo que termina impidiendo que muchas mujeres logren salir de relaciones abusivas. En ocasiones, cuando hay una familia conformada, los hijos suelen ser utilizados como métodos de manipulación por el/la agresor/a.

    Hombres y mujeres pueden ser víctimas de maltrato

    Es fundamental entender que la violencia de género puede darse en cualquier tipo de relación, sin importar el género de los involucrados. Hombres y mujeres de todas las orientaciones sexuales pueden ser víctimas o perpetradores. 

    La violencia puede ser ejercida por una mujer hacia otra mujer, o por un hombre hacia otro hombre. Por tanto, es crucial desmitificar la idea de que el maltrato es exclusivo de un género.

    Sin embargo, “hay algunas mujeres que, culturalmente hablando, pueden pensar ‘yo me lo merezco porque no tenía la casa limpia o no cociné, o cociné mal o no le serví cuando llegó’. ¿Por qué? Porque son perspectivas de tipo cultural”, explica la experta. 

    En el caso de los hombres, aunque culturalmente se perciben como "más fuertes", también son víctimas de violencia de género. La psicóloga dijo que los hombres también pueden sufrir humillaciones, degradaciones y también manipulación emocional y económica.

    Las amenazas relacionadas con los hijos, como impedirles verlos o amenazar con llevarse a los menores, son comunes tanto en hombres como en mujeres. 

    El ciclo de violencia y su impacto en la salud mental

    La Dra. Landers explicó el ciclo de violencia, donde la relación pasa por fases de tensión, agresión y una aparente reconciliación o "luna de miel". Este ciclo, que muchas veces se repite sin fin, atrapa a las víctimas en un estado de incertidumbre y temor, creyendo que las cosas mejorarán, solo para volver a la agresión cuando surge un nuevo detonante.

    Este ciclo, especialmente cuando se acompaña de manipulación psicológica y aislamiento, puede llevar a sentimientos de desesperanza. La falta de salida aparente de una situación violenta puede empujar a las personas hacia la depresión, un factor de riesgo clave para el suicidio. 

    "Una de las razones por las que una persona puede considerar el suicidio es la desesperanza, el sentir que no hay salida a la situación que están enfrentando", afirmó Landers. Las víctimas de violencia pueden pensar que vivir en esas condiciones de abuso será su destino, y la desesperación las puede llevar a tomar decisiones trágicas.

    ¿Es posible salir del ciclo de violencia sin ayuda?

    Las víctimas de violencia de género, ya sean hombres o mujeres, a menudo necesitan apoyo para salir de estos ciclos. Cada situación es única; algunas personas logran encontrar la fuerza para dejar relaciones abusivas, mientras que otras requieren asistencia profesional y recursos para lograrlo. 

    "Puede haber casos donde de momento sienten esa fuerza o encuentran ese poder de alguna manera de salir, pero en muchos casos hace falta tener apoyo, saber dónde buscar ayuda", añadió.

    El impacto de la violencia de género va más allá de las lesiones físicas; puede llevar a problemas de salud mental graves, incluyendo depresión y suicidio. Por ello, es vital que la sociedad en su conjunto se comprometa a crear conciencia y brindar apoyo a las víctimas, garantizando que tengan acceso a la ayuda que necesitan.

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