Las causas comunes del sangrado nasal o epistaxis pueden incluir los cambios estacionales, la sequedad, rascarse, algunos medicamentos y las lesiones.
La hemorragia nasal, también llamada epistaxis, son episodios bastante comunes, caracterizados por derrames de sangre proveniente de vasos sanguíneos ubicados en la parte anterior del tabique nasal o niveles posteriores de la fosa nasal. La mayoría de estas hemorragias sucede debido a irritaciones menores o resfriados.
Los sangrados nasales pueden ser más fuertes en personas que están en tratamiento con anticoagulantes, sin embargo, en la mayoría de los casos, la epistaxis no es más que una molestia y no representa un verdadero problema médico.
Tipos de epistaxis
Actualmente, existen dos tipos de epistaxis nasal: anterior y posterior. Lo que definirá el tipo de epistaxis o hemorragia nasal, más allá de la causa, serán las características del sangrado.
Epistaxis anterior: En este tipo de hemorragia, el punto sangrante ocurre en la mucosa de la región anterior del tabique nasal y el derrame se puede dar por una o por las dos fosas nasales.
Epistaxis posterior: Este tipo de sangrados suelen ser muy poco comunes, el derrame de sangre se da a través de la faringe, por lo que la misma se traga. Por esta razón, es necesario un examen a través de la boca para detectar su existencia.
Causas de la epistaxis
Ahora bien, hay múltiples causantes para que una persona pueda sufrir un episodio de epistaxis. No obstante, cuando toda clase de traumatismo es descartada como causa, es difícil conseguir una respuesta concreta, las razones más comunes para que estos episodios de sangrado ocurran son:
Por otra parte, hay algunas enfermedades y condiciones que pueden influir a que las hemorragias nasales se presenten más seguido, como son:
¿Cuándo se considera un signo de alerta?
Por lo general, la epistaxis no es una razón de peso para acudir al médico, ya que normalmente suele manifestarse en episodios menores, por cortos lapsos de tiempo, los cuales no suponen un riesgo para la salud del paciente.
No obstante, hay que tener en cuenta el sangrado y determinar si es conveniente acudir a un otorrino. Primeramente, cuando el episodio de hemorragia nasal se prolonga durante mucho tiempo o si el derrame es abundante y no cede con los taponamientos caseros.
Asimismo, si el paciente presenta palpitaciones, respiración breve y palidez, este podría estar en shock por la pérdida abundante de sangre. Aun cuando el sangrado no sea evidente, pudiera ser un caso de epistaxis posterior, donde la sangre se derrama por la faringe y no se refleja externamente.
Por ende, en este caso y tras tragar sangre de forma abundante, en el caso de la epistaxis posterior, el paciente es probable que vomite, es necesario que el paciente acuda con urgencia al médico.
Si los episodios de hemorragias nasales son reiterativos, posiblemente sea necesario cauterizar un vaso sanguíneo. La cauterización es un método mediante el cual el vaso sanguíneo se quema y sella con corriente eléctrica, nitrato de plata o láser. Además, el personal médico podría introducir en la nariz una gasa especial o un globo inflable de látex. Ambos métodos de taponamiento ejercen presión sobre el vaso sanguíneo y detienen el sangrado.
Tratamientos para la epistaxis
Ahora, el tratamiento depende del tipo de hemorragia que presente el paciente, si se trata de un episodio de epistaxis anterior, donde la hemorragia ocurre a través de las fosas nasales, el tratamiento empieza desde casa, debe sentarse derecho, si se inclina demasiado hacia atrás se podría no percibir la hemorragia y se iría por la faringe.
Tras esto, se debe dejar de estimular la nariz, esto se logra respirando por la boca y no introduciendo ningún objeto en las fosas nasales. Una vez hecho esto, se debe comprimir la nariz durante un mínimo de 5 minutos, lo que lograría el cese de la hemorragia, igualmente, usar hielo puede aumentar la efectividad.
Por ello, si la compresión externa no es suficiente se debe realizar un taponamiento con algodón y vaselina o agua oxigenada pero éste debe seguir siendo compresivo, además, mantenerlo durante horas para ayudar al proceso de cicatrización. Sin embargo, si los episodios de sangrado prevalecen, se debe acudir al médico lo más antes posible.
Fuentes consultadas aquí y aquí.