Los resultados confirmaron que la fuerza de Lorentz es la responsable de la estimulación vestibular magnética, lo que provoca los mareos y vértigos.
Un equipo de investigadores de la Universidade de Santiago de Compostela (USC), en colaboración con expertos de la University of California y la Johns Hopkins University School of Medicine, ha descubierto la causa detrás de los mareos y vértigos que algunas personas experimentan tras someterse a una resonancia magnética.
La clave, según el estudio, se encuentra en el efecto del campo magnético sobre el fluido del oído interno, lo que altera el sistema vestibular y provoca estos síntomas. Este hallazgo, publicado en la revista Communications Medicine, podría impulsar el desarrollo de máquinas de resonancia más seguras y eficaces en el futuro.
La resonancia magnética de alto campo es una herramienta de diagnóstico poderosa y ampliamente utilizada en medicina. Sin embargo, en algunos casos, puede generar efectos secundarios no deseados, como vértigo o mareos. Hasta ahora, la causa de estos síntomas no estaba del todo clara.
El estudio liderado por el grupo de investigación de Física No Lineal de la USC ha demostrado que el campo magnético de la resonancia interactúa con las corrientes eléctricas en el oído interno, desplazando el fluido que se encuentra en esta zona y afectando al sistema vestibular, responsable del equilibrio.
"Dentro del oído existe un fluido que tiene unas propiedades especiales que hacen que sea sensible al campo magnético. Cuando nos sometemos a una resonancia, el campo magnético desplaza este fluido, provocando una respuesta que no concuerda con la realidad", explicaron los investigadores.
La investigación se basó en la hipótesis de la fuerza de Lorentz, que surge de la interacción entre el campo magnético estático de la resonancia y las corrientes eléctricas en el oído interno. Aunque esta teoría ya se había propuesto, no lograba explicar completamente los patrones de movimiento ocular observados en personas sanas durante las pruebas.
Para validar la hipótesis, los científicos midieron los movimientos oculares de fase lenta (horizontales, verticales y torsionales) en sujetos expuestos a diferentes intensidades de campos magnéticos y orientaciones de la cabeza. Los resultados confirmaron que la fuerza de Lorentz es la responsable de la estimulación vestibular magnética, lo que provoca los mareos y vértigos.
Este descubrimiento no solo explica por qué algunas personas experimentan estos efectos adversos, sino que también sienta las bases para mejorar la seguridad y eficacia de las máquinas de resonancia magnética. "En las máquinas que se emplean en la actualidad, esto no es algo perjudicial, pero el objetivo es crear máquinas más potentes que permitan obtener una mejor calidad en la imagen", señalaron los investigadores.
El estudio destaca la importancia de diseñar equipos más avanzados que minimicen estos efectos secundarios, especialmente en el contexto de las resonancias de alto campo, que son cada vez más comunes en centros médicos de vanguardia, como los de Estados Unidos.
La investigación contó con la colaboración de expertos internacionales, entre ellos Jorge Otero Millán de la University of California, y Dale C. Roberts y Bryan K. Ward de la Johns Hopkins University School of Medicine.
Esta alianza permitió validar experimentalmente el modelo matemático desarrollado por la USC, confirmando su capacidad para explicar los efectos de la resonancia magnética en el sistema vestibular.
Gracias a esta colaboración internacional, lograron validar experimentalmente la capacidad del modelo matemático para explicar lo que sucede al exponerse a máquinas de resonancia de alto campo magnético.