La formación de algunos tumores en ciertas zonas o sistemas del organismo pueden interferir en la movilidad y funciones del mismo.
Un tumor o masa anormal es un tipo de compactación que se forma en el conducto de una vértebra de la columna, este tiende a desarrollarse en la médula o en el tejido que envuelve a la misma, esta afección puede perjudicar varios tipos de funciones sobre todo la movilidad y sostenimiento del individuo.
Los tumores que se localizan en la médula espinal se dividen en tres:
Intramedulares que comienzan en las células propiedad de la médula ósea, los tumores extramedulares que se desarrollan en la membrana de la médula espinal o en aquellos nervios que pertenecen a esta parte de la columna y por último el desarrollo de algunas células que se dan por la diseminación de otra masa maligna en una zona del cuerpo.
Tipos de malignidades
Sintomatología
Existen algunos indicios que pueden prevenir el desarrollo de un tumor en la médula espinal o que está por manifestarse el padecimiento, su identificación es necesaria con el fin de que el paciente inicie su tratamiento debido y atacar de una manera temprana la patología, de acuerdo a Mayo Clinic, las señales de un tumor en la médula espinal son:
Factores de riesgo
Existen algunas predisposiciones que pueden aumentar el riesgo de un desarrollo tumoral en la médula espinal, existen muchas malignidades, hábitos o anomalías que pueden influir en este propósito, de acuerdo a Mayo Clinic, los principales son:
Neurofibromatosis tipo 2: esta es una enfermedad hereditaria y se caracteriza por el origen de tumores benignos que se forman en la zona auditiva afectando este sentido, en algunos casos también puede manifestarse en los nervios vertebrales.
Enfermedad de Von Hippel-Lindau: esta malignidad es muy poco común donde se desarrollan tumores en vasos sanguíneos del cerebro, la retina y la médula espinal.
Es importante que se tengan en cuenta aquellas enfermedades que pueden originar comorbilidades crónicas como el caso del cáncer, muchas de estas anomalías tienen repercusiones de manera hereditaria, es por eso que un seguimiento y chequeo médico es fundamental para prevenir tumores en la médula espinal.