La navegación por resonancia magnética puede llevarse a cabo con un catéter implantable, mejorando la visualización de los tumores, por encima de los rayos X.
Investigadores canadienses, liderados por el radiólogo de Montreal Gilles Soulez, han desarrollado un innovador método para tratar tumores hepáticos utilizando microrobots guiados por imanes en un dispositivo de resonancia magnética.
La idea de emplear robots microscópicos para abordar afecciones humanas no es novedosa ni ciencia ficción. Estos microrobots, compuestos por nanopartículas de óxido de hierro magnetizables y biocompatibles, son capaces, en teoría, de proporcionar tratamiento médico altamente selectivo bajo la dirección de un campo magnético externo.
Hasta el momento, un desafío técnico significativo había limitado su aplicación: la fuerza gravitatoria de estos microrobots supera la fuerza magnética, lo que dificulta su guiado hacia tumores ubicados a una altura superior a la del sitio de inyección.
Aunque el campo magnético generado por la resonancia magnética es intenso, los gradientes magnéticos utilizados para la navegación y generación de imágenes son más débiles.
Para superar este obstáculo, se desarrolló un algoritmo que aprovecha la gravedad y combina esta fuerza con la de navegación magnética. Esto facilita el desplazamiento de los microrobots hacia las ramas arteriales que irrigan el tumor, permitiendo un tratamiento más preciso y preservando las células sanas.
Este innovador enfoque, publicado en Science Robotics, tiene el potencial de transformar los métodos de radiología intervencionista utilizados en el tratamiento del carcinoma hepatocelular, una afección que causa cerca de 700,000 muertes anuales en todo el mundo y actualmente se trata principalmente mediante quimioembolización transarterial.
A diferencia de este tratamiento invasivo, que requiere personal altamente especializado y utiliza microcatéteres guiados por rayos X para administrar quimioterapia directamente en la arteria que irriga el tumor, el método de navegación por resonancia magnética puede llevarse a cabo con un catéter implantable, ofreciendo una visualización mejorada de los tumores en comparación con los rayos X.
Para este estudio, Soulez y su equipo colaboraron con otros investigadores, como Sylvain Martel de Polytechnique Montreal y Urs O. Häfeli de la Universidad de British Columbia. Gracias al desarrollo de un inyector de microrobots compatible con la resonancia magnética, pudieron ensamblar "trenes de partículas" de microrobots magnetizables, lo que facilita su guiado y detección en las imágenes proporcionadas por el dispositivo de resonancia magnética.
A pesar de este avance prometedor, la aplicación clínica de esta tecnología aún está en una etapa temprana. Se requiere una optimización adicional mediante inteligencia artificial para la navegación en tiempo real de los microrobots y la detección de obstrucciones en las ramas arteriales hepáticas. Además, se necesita un modelado detallado del flujo sanguíneo y la posición del paciente para mejorar la precisión del método.
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